La okupa que la noche del viernes al sábado entró por la fuerza en una vivienda de Badalona ha abandonado el piso este domingo ante la presencia de los vecinos del edificio y del alcalde de la ciudad, Xavier Garcia Albiol, que desde ayer, se concentraban a las puertas de la finca para conseguir que la mujer se fuera. La okupa, una mujer de mediana edad, que había amenazado a los vecinos, y al mismo García Albiol, pedía 3.000 euros para ir, según aseguraba, el importe que había pagado "para poder vivir en el piso". El alcalde, que ayer se llegó a enfrentar con el okupa, ante la negativa de esta a abandonar el inmueble, había movilizado todo su gobierno para dar apoyo a la concentración de los vecinos.

Finalmente, y después de más de un día y medio, la ocupación ha acabado este domingo cuando la mujer se ha marchado por su propio pie. Esta ha abandonado la calle en un coche, que lo esperaba enfrente de la finca afectada del barrio de Remei, dirección Barcelona. Una vez resuelta la situación, los vecinos, según se ve en un vídeo difundido por Albiol en redes, le han agradecido "el trabajo hecho". "Para eso los vecinos de Badalona me habéis votado", ha argumentado Albiol, para justificar haber estado este fin de semana en el lugar de los hechos. "Os dije que conseguiríamos sacarla y entre todos lo hemos conseguido, un problema menos," ha añadido. El alcalde ha agradecido también el apoyo de los agentes de la Guàrdia Urbana, que se habrían personado en el domicilio desde el inicio de la ocupación y durante la posterior concentración.

García Albiol y varios miembros de su equipo municipal mantenían desde ayer al mediodía una movilización al lado de un grupo de vecinos en contra de esta ocupación, que explicaba el okupa en un vídeo colgado por el alcalde, pagó 3.000 euros a un grupo ilegal, que le facilitó acceder al piso de noche. Después de la salida del okupa, el alcalde ha reiterado que la ley española que regula los casos de ocupación "es una pena", porque no protege a los propietarios ni a los vecinos, y ha precisado que "otra cosa es los alquileres que cobra la propiedad", que en este caso, ha subrayado, son "una vergüenza".

La ocupación se produjo la noche del viernes al sábado en el barrio de Remei de Badalona, y la policía no pudo actuar ante la supuesta consolidación del derecho en la vivienda, según explicaba Albiol en uno de los vídeos publicados en sus redes El mismo alcalde intentó mediar e intentar hablar de manera ordenada con la mujer de que había ocupado el inmueble, ofreciéndole atención lunes a los servicios sociales municipales, pero esta se negó. La mujer, según se puede ver un vídeo publicado ayer sábado por el alcalde popular, llegó a amenazar a los vecinos concentrados: "Si te veo, te clavo una paliza que te mato", dijo dirigiéndose a la gente que la interpelaba desde la calle. También amenazó con destrozar el inmueble antes de marcharse, de manera forzada o voluntariamente.

Durante las 36 horas que ha durado la ocupación, el alcalde de la localidad barcelonesa ha ido compartido todo el proceso de la concentración desde su cuenta de X. En una de las últimas publicaciones antes de que se efectuara el desalojo pacífico, García Albiol ha compartido el testimonio de una de las vecinas afectadas, Alejandra, originaria de Honduras y que reside en España desde hace tres años, y que ha sido durante estos días participando de las guardias para hacer presión y obligar a la okupa a abandonar el inmueble.

Esta vecina explica que ella y los que viven en su bloque de pisos, no están de acuerdo con el hecho de que ellos tengan que trabajar "con el sudor de su frente" para pagar más de 1.000 euros de alquiler mientras hay personas, en las que ha calificado "aprovechados, mentirosos y embaucadores" que quieren hacer creer que han pagado 3.000 para entrar en un piso de noche, y ha pedido en nombre de ella y del resto de vecinos, que las autoridades competentes actúen para cambiar la ley y poder echar a estos okupas, que asegura "los tienen atemorizados de qué puedan entrar también a sus casas", ha concluido. Durante la intervención de la vecina, se podía ver como el okupa salía a la balconada del inmueble, tapándose el rostro con una chaqueta para no ser identificada.