"No me habría pasado nada si no me llamara Pujol". Así de contundente se ha mostrado Oleguer Pujol, hijo menor del expresidente Jordi Pujol, un día después de que la Audiencia Nacional haya decidido archivar el caso Drago, en el cual se lo acusaba por delitos fiscales y blanqueo de capitales, que el juez ha desestimado al no encontrar "ningún indicio". En declaraciones al programa Planta Baixa de TV3, Pujol ha explicado las consecuencias para su vida profesional y personal que han tenido los 9 años de investigación de este caso, que forma parte de la causa general contra la familia Pujol Ferrussola, pendiente de fecha de juicio. Sobre la lentitud para fijar esta fecha, Oleguer Pujol ha asegurado que el objetivo es impedir que su padre "se pueda defender de forma justa".
Oleguer Pujol: "El gran objetivo ha sido desacreditar a mi padre como referente moral"
Pese a que la investigación ha durado 9 años, Pujol asegura que "desde el principio ya sabían que no había nada". Ha explicado que el origen del dinero por la operación de compraventa de 1.152 oficinas del Banco Santander en 2008 "nunca fue desconocido", y que "desde el primer día" había disponible un informe que demostraba que no provenía de la familia, sino de varios inversores institucionales.
"No se ha hecho el trabajo porque no les ha interesado, los 3.000 millones eran muy sexys para agrandar el balón del caso Pujol", ha aseverado. En este sentido, ha apuntado que él nunca fue el objetivo, sino una pieza más. "El gran objetivo de esta causa era y ha sido desacreditar a mi padre como referente moral, como ideólogo catalán y una persona que entendió España de una manera que no les interesaba", ha remachado.
Oleguer Pujol: "La fecha de juicio se retrasa intencionadamente"
Oleguer Pujol está pendiente, junto con toda su familia —a excepción de la madre, Marta Ferrussola— del juicio en la Audiencia Nacional por el caso Pujol, por el que se les acusa de los delitos de organización criminal o asociación ilícita, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y falsedad documental en relación a la gestión de su patrimonio.
Se mostró optimista que quedará en nada, pero denunció que la fecha del juicio "se retrasa intencionadamente" para impedir que el presidente Pujol, que el pasado junio cumplió 93 años "se pueda defender de forma justa". "Esperan que se muera o que tenga una incapacidad tan grande que no le permita hacerlo", ha afirmado. Oleguer Pujol ha insistido en que "no hay ninguna prueba" de que avale los delitos de los que los acusan, y que la celebración del juicio implicará demostrar esto. "Han hecho la pelota tan grande que no se pueden permitir un auto que se parezca al mío", espetó.
En este sentido, explicó que en múltiples ocasiones pidieron sin éxito a la policía que les dé la copia de los discos duros que se llevaron de su casa durante los registros, unos archivos que consideran "imprescindibles" para la defensa.
Oleguer Pujol, sobre el impacto de los 9 años de investigación: "Han sido muy duros"
Pujol ha explicado que, por un lado, está "contento" porque "se va conociendo la verdad", pero al mismo tiempo admite que también siente "rabia y resentimiento" por lo que han supuesto los 9 años de investigación contra él. "Es muy fácil crear una mentira, pero desmontarla es una pesadilla", ha lamentado.
Ha relatado que cuando empezaron las acusaciones hacia él en la prensa, antes del inicio de la investigación judicial, perdió el trabajo. La situación aún empeoró cuando en el 2017 el fiscal pidió su ingreso en prisión preventiva, medida que el juez desestimó, pero sí le retiró su pasaporte durante un año. "Más allá del tema económico se produce una aniquilación social total, estos 9 años han sido muy duros", ha concluido.