Andrés Ollero (Sevilla, 1944), magistrado del Tribunal Constitucional entre 2012-2021, hace dos meses que se ha jubilado del oficio de jurista. El también exdiputado del PP en el Congreso de los Diputados entre el año 1986 y 2003, entrevistado por EFE, ha aprovechado la ocasión para dedicar unas palabras al conflicto Catalunya-Espanya. Así, Ollero ha sacado pecho de la actuación del Tribunal Constitucional sobre el procés porque se ha buscado el "consenso". Pero también reconoce que la unanimidad en el seno del Tribunal Constitucional se perdió con las recusaciones de los líderes independentistas. "Con las recusaciones se perdió la unanimidad, con votos particulares que serán utilizados por los condenados en sus recursos a Europa". No obstante, no cree que esté en juego la imparcialidad e independencia de la Justicia española porque "el TC está aplicando la Constitución". "Después, si Estrasburgo considera otra cosa, encantado de la vida, cada uno tiene su función", afirma.
El papel de la justicia europea respecto a la sentencia del Tribunal Constitucional a los dirigentes independentistas tendrá una gran importancia para los intereses de los dirigentes independentistas indultados. I es que, después de casi cuatro años de recorrido interno, los líderes independentistas han agotado la vía judicial española y se han dirigido al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH). Los últimos en recurrir a la justicia europea han sido Jordi Cuixart y Jordi Sánchez. Y, por el momento, también preparan demandas Jordi Turull y Josep Rull. La vía europea se abre después de que organismos relevantes se hayan pronunciado. Buen ejemplo de ello es el Comité de Asuntos Legales del Consejo de Europa, que reclamó a España la liberación de los presos políticos y la retirada de las euroórdenes. El independentismo espera encontrar justicia en Europa.
Además, regresando a España, hay magistrados del Tribunal Constitucional que consideran desproporcionada la sentencia del 1-O y que dudan del delito de sedición, hecho que refuerza los argumentos de las defensas de los dirigentes independentistas en el TEDH. Se calcula que la sentencia podría tardar hasta cuatro años.
En caso de que el TEDH argumente que se han vulnerado derechos procedimentales y que concluya, por ejemplo, que el Supremo no era competente para juzgar al 1-O, algo que ya ha dicho la justicia belga en el caso de Lluís Puig, podría anular la sentencia del proceso y esto abriría la puerta a la repetición del juicio. El tribunal europeo podría también anular la sentencia si considera que el procedimiento judicial español no ha tenido garantías procedimentales. Además, si cree que se han vulnerado derechos como el derecho de reunión o el derecho de representación política, también se anularía la sentencia y no debería repetirse el juicio. Sin embargo, un escenario que también es posible es que el TEDH no tome la misma decisión en todos los casos o que cuando se pronuncie los presos políticos hayan cumplido ya prácticamente la totalidad de la condena.
Disparidad de opiniones en el Tribunal Constitucional. En la votación del Tribunal Constitucional de la sentencia del 'procés' se registraron dos votos particulares, los de los magistrados Juan Antonio Xiol y María Luisa Balaguer. Estos dos votos en contra se basaban en la supuesta desproporción de la condena en virtud de la aplicación del delito de sedición. Ciertamente, la interpretación de la Constitución ha contado con multitud de discrepancias relevantes entre los magistrados del Tribunal Constitucional. Así pues, cada vez son menos frecuentes las sentencias aprobadas por unanimidad sobre temas especialmente polémicos. Últimamente, son numerosas las sentencias que incluyen votos particulares del grupo de magistrados elegidos a propuesta del PSOE ante la mayoría conservadora.
La ley del aborto
Por otra parte, a pesar del gran número de sentencias como ponente del magistrado Ollero, 153 concretamente, hay una que Ollero que no ha podido culminar. Se trata del recurso del PP contra la ley del aborto, uno de los asuntos más trascendentales en la historia del tribunal. Y ya lleva casi 12 años en el cajón. Pues bien, después de casi una década en el Constitucional, el también exdiputado del PP no ha conseguido elevar al pleno el borrador del recurso contra la Ley del aborto porque "lo que estaba en juego era que hubiera una solución de consenso que no partiera en dos en el tribunal".
Según Ollero, la parálisis del recurso del PP a la ley del aborto se debe al hecho de que "no había un consenso que facilitara un resultado adecuado porque el problema no es que haya dos posturas contrapuestas, sino que había posturas muy matizadas difíciles de encajar las unas con las otras". Al mismo tiempo, apunta que nunca ningún compañero del tribunal lo ha urgido a llevar al pleno el recurso. A pesar de todo, sí que es cierto que durante los últimos meses del año pasado se produjo un intento de abordar la cuestión del aborto. "Solo, ya al final, el presidente sí que me hizo ver que en enero el recurso se tendría que llevar al pleno", explica el magistrado. Pero el propósito de ponerse manos a la obra chocó con la presentación de dos querellas en el Supremo contra Ollero y los tres últimos presidentes del Tribunal de Garantías que el Tribunal Supremo rechazó porque no consideró que hubiera ningún delito en el retraso de 12 años.
La ley del aborto hace más de una década que está en vigor en el estado español, pero este no es un tema primordial en las últimas campañas electorales. De hecho, el PP renunció a reformar la ley. Sin embargo, nada impediría al TC declarar inconstitucional la normativa porque, según Ollero, "si una ley va a en contra de la Constitución, se dirá, eso está claro". "Esto es así porque el recurso tiene toda la legitimidad, ya que nadie ha pedido la retirada, cosa que habría comportado una pérdida de objeto, un hecho que, aunque no es frecuente, no es insólito," asegura.
Con todo, recientemente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha admitido a trámite una demanda de grupo de 22 firmantes del recurso a la ley de aborto para resolver si el TC ha incumplido su obligación de emitir sentencia. Ante esta situación, Ollero tiene clara una cosa: "Europa no nos produce ningún temor".