Macarena Olona vuelve a la carga con el líder de su expartido, Santiago Abascal. La exdiputada de Vox ha acusado a Abascal de ser un "vago, un juguete y un esclavo del poder en manos del Yunque, Miami o Irán." Así lo ha remarcado en su libro que publica este miércoles bajo el nombre 'Soy Macarena', y donde explica sus vivencias en el tiempo que formó parte de la formación de extrema derecha. Olona crítica que Abascal no da a la cara, cuando se producen purgas dentro del partido y a más la acusa de ser una persona bunquerizada. Olona considera que los compañeros más próximos a Abascal son "fanáticos y fundamentalistas", como por ejemplo, Jorge Buxadé, a quien acusa de representar la deriva de Vox hacía a posiciones morales y religiosas extremas. "Los que han tomado el control con los del Yunque".
"Secuestro emocional" de Abascal
Macarena Olona relata su llegada a la política de manos de Abascal, con quien asegura que forjó una relación de "secuestro emocional", además apunta que sufrió una especie de síndrome de Estocolmo. En su libro explica cómo fueron sus inicios a Vox, así como los secretos y las tiranteces con las figuras que actualmente forman parte de la cúpula del partido, y según lamenta son los que han llevado a Vox hacia unas posiciones más extremas en cuestiones religiosas o morales. Olona no ha dejado casi nada sin explicar, y ha destacado las traiciones que sufrió y como se precipitó el final de su carrera política después "de una desastrosa campaña en Andalucía", que llevó a no cumplir con las expectativas, y a que Bambú le diera la espalda. Según Olona, esta obra es un "producto de la digestión de unos hechos que, mientras se sucedía, nunca pudo analizar en el completo".
Aunque la relación con Abascal ha acabado mal, la abogada del Estado asegura que le parecía "bondadoso y honorable", según ella, "el hombre llamado a sacar a España del callejón sin salida en el cual hace años que está metida". El desengaño se produjo cuando dejó el partido, que fue cuando se dio cuenta de que la cúpula, con Abascal al frente, había jugado con ella "la putearon, la arrastraron, la despojaron de toda la influencia y la pusieron en un compromiso tan delicado que solo los quedó esperar que saliera o muriera de pena". Eso hizo que cambiara su opinión con respecto al líder de Vox, de quien afirma que "tiene un problema: el trabajo duro", además lo define como una persona "bunkerizada" que tiene la necesidad de tenerlo todo bajo control, pero es una persona "excelente al echar pelotas fuera, a culpar los otros de sus propias decisiones." Olona no deja en muy buen lugar a quien fue su amigo, "director de orquesta de las almas de Vox, juguete en manos de las tinieblas que empiezan en (Julio) Ariza y acaban no sé si en el Yunque, en Miami o en Irán". Y añade "Santiago no es libre, Santiago es esclavo del poder, y este querer conservar el poder le hace esclavo de los intereses de gente infinitamente más poderosa que él", reza.
Personas en la sombra de Vox
La exdiputada de Vox sostiene en el libro que Abascal tiene una falta de poder y está en manos de otras personas, entre las cuales señala a Jorge Buxadé-representant del ala más radical de Vox-, Ignacio Hoces, Kiko Méndez-Monasterio y Enrique Cabanas. Olona describe los más próximos a Abascal en varios pasajes. Cabanas es "Dios y un fontaner", mientras que Méndez-Monasterio "es Dios y el espíritu Santo", porque "no se le ve, solo se le intuye. Del segundo explica que es el encargado de la parte ideológica, criado "en los pechos" del Opus Dei. "Factura", resume. De los dos, Olona explica que son los encargados de revestir en Abascal de "esta aura de imbatibilidad".
De Hoces, advierte que es una figura en auge dentro del partido, y recuerda cómo consiguió entrar en el grupo parlamentario que ella lideraba junto con Iván Espinosa de los Monteros. La exdiputada asegura que fueron "neutralizados" después de las desavenencias cotidianas del grupo. "Toda la dirección del partido estaba en el grupo parlamentario, excepto Buxadé", explica. Desde aquella votación, el Comité de Acción Política (NINGUNO), "el verdadero corazón de Vox", entró en juego. Y aquí Buxadé sí que está presente. "El día de la votación de los fondos europeos murió el Vox primigenio y empezó la caída de Iván en favor del ascenso de los Buxadé and compañero'", señala. Olona relata que "cavó su tumba" al enfrentarse a Ignacio Hoces para|por cuestiones cotidianas del grupo parlamentario.
Entre las líneas de su libro también critica la gestión económica de Vox, después de acusarlos en múltiples ocasiones de desviar dinero público y de hacer del partido un "chiringuitazo". En este sentido, afirma que hay "múltiples sociedades", como Tizona o Disenso, que forman parte "del entramado que han creado en torno al proyecto político", que "han hecho de Vox una S. A., en este caso, en un sentido puramente mercantilista". Menciona en varias ocasiones el "entramado societario levantado en torno a Vox" y que "ha hecho de la bandera de España un negocio para algunos".