El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, se ha reunido este sábado con la presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mònica Roca, para firmar un convenio de colaboración donde las dos entidades se comprometen a fomentar el uso de la lengua catalana en el mundo de la empresa y entre el tejido productivo. Según Cuixart, "el catalán tiene que ser la lengua habitual de las empresas y los comercios del país". Asimismo, ha asegurado que "la sociedad civil y la empresa es corresponsable de la defensa de los derechos lingüísticos y de conseguir que el catalán deje de ser una lengua minorizada".
Las dos entidades han puesto de manifiesto los retos que el catalán todavía tiene en el mundo empresarial, razón por la cual se han comprometido a llevar a cabo estrategias para promocionar el uso. También pondrán a disposición de empresas y comercios, documentos, contratos y plantillas, a menudo, difíciles de encontrar en catalán a fin de que los puedan incorporar en sus procedimientos administrativos. Al mismo tiempo, colaborarán para identificar los principales factores que frenan el uso del catalán en el mundo empresarial y diagnosticar las actuaciones más prioritarias. El convenio hace "un llamamiento" a las empresas de Catalunya "para que incorporen el catalán como lengua de uso habitual en sus relaciones internas, así como con proveedores y clientes. Concretamente, el acuerdo tendrá una duración inicial de dos años y se prevé la creación de una comisión paritaria de trabajo y seguimiento que se reunirá periódicamente.
El retroceso del catalán en el mundo de la empresa
Ciertamente, el uso de la lengua catalana en el campo empresarial ha perdido comba, hecho que se demuestra con los últimos datos aportados por el IDESCAT. Así, se manifiesta que, según la última encuesta publicada en el 2018, el año 2003 el uso del catalán en el pequeño comercio era del 47,3%, cifra que, hasta el año 2018, ha quedado reducida al 37%. En cambio, durante el mismo periodo de tiempo, el castellano ha pasado del 36,9% al 42,2%. El uso del catalán a las relaciones laborales tampoco se salva de la peligrosa deriva de pérdida de hablantes, ya que el catalán ha pasado de ser la lengua habitual con los compañeros de trabajo del 40,5% de la población al 30,4% en el periodo 2003-2018. En cambio, el castellano ha vuelto a crecer, ha pasado del 35,3% al 39,2%.
Desde Òmnium Cultural y la Cambra de Comerç de Barcelona, defienden que el empresariado tiene que ver el uso del catalán como "una buena práctica que lo arraiga en el territorio" y que "se encuentra vinculada a la responsabilidad social empresarial". En este sentido, las dos entidades destacan que el 94,4% de la población de Catalunya lo entiende, el 85,5% la sabe leer y el 81,2% la sabe hablar. Al mismo tiempo, destacan el hecho de que el catalán es una "oportunidad de negocio" para las empresas porque la "comunidad de habla catalana la forman más de 10 millones de personas".