Nuevo frente judicial. El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha anunciado este miércoles que la entidad independentista ha iniciado la enésima ofensiva judicial contra el Estado, esta vez en respuesta a los casos de infiltración en organizaciones juveniles del independentismo por parte de las fuerzas de seguridad españolas. Y es que en las últimas semanas ya se ha destapado el caso del agente de la Policía Nacional que consiguió pasar dos años en el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans, y el intento de infiltración de un exmilitante de Jovent Republicà por parte del Departamento de Seguridad Nacional para que espiara las acciones del colectivo Batec.
"Hoy iniciamos un nuevo frente para detener de una vez por todas el juego sucio del Estado contra las organizaciones juveniles. Pedimos a los responsables que den la cara y expliquen con qué razones y con qué requerimientos judiciales se infiltran de manera ilegal", ha advertido Xavier Antich. Según ha detallado, con este operativo el Estado ha sido responsable de una vulneración de dos derechos fundamentales: el de intimidad y el de asociación. "Esto forma parte de la causa general contra el independentismo", ha añadido, alertando de que no ha habido ninguna cobertura legal para sacar adelante estas infiltraciones porque las organizaciones espiadas "son legales y no tienen ninguna relación con actividades delictivas".
Con todo, ha situado claramente el ojo de mira de Òmnium: según la entidad, el responsable es el Ministerio del Interior y su titular, Fernando Grande-Marlaska. "Tiene muchas cosas que explicar. Marlaska es una persona con un buen currículum que acumula siete condenas en firme del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos", ha dicho Antich. Precisamente, es esta la instancia judicial a la cual Òmnium pretende llegar con su estrategia judicial, con la cual se acompañará a las organizaciones juveniles. "Agotaremos todas las vías para depurar las responsabilidades. Llegaremos donde haga falta para desenmascarar el Estado y batallaremos hasta conseguir una condena".
La estrategia: de un requerimiento al TEDH
La abogada de la entidad cultural, Marta Garsaball, ha detallado de qué manera se impulsará esta vía judicial. El primer paso ha sido presentar un requerimiento al ministro de Interior para que se pare "esta práctica ilegal". "Las actuaciones del Estado no se pueden hacer de cualquier manera. Pedimos que detengan estas actuaciones, que no siguen ningún procedimiento establecido," ha informado. De hecho, ella misma ha recordado que este tipo de infiltración solo puede darse en casos tasados y vinculados a la violencia organizada, "como el tráfico ilícito de órganos o la prostitución". Después de este requerimiento, Marlaska tiene solo diez días para contestar, y si no se dan garantías explícitas de que no hay más casos activos y que no se repetirá, es entonces cuando arranca la estrategia judicial. "Se nos abre la vía del recurso contencioso-administrativo a la Audiencia Nacional, que es donde van todos estos casos. Después podemos ir en el Tribunal Superior, en el Tribunal Constitucional y finalmente al TEDH", ha detallado. Con todo, la abogada calcula que el procedimiento podría alargarse un año hasta llegar a instancias europeas.
El presidente Xavier Antich ha defendido la validez de Òmnium Cultural para acompañar las organizaciones juveniles afectadas. "Somos la principal entidad en defensa de los derechos colectivos", ha dicho, recordando que ellos también han sido víctimas del CatalanGate, el espionaje a una sesentena de personalidades vinculadas al movimiento independentista. "Estamos aquí para garantizar los derechos fundamentales y protegernos ante las vulneraciones de estos derechos, cuya defensa es transversal en la batalla democrática", ha explicado. En total, una quincena de asociaciones juveniles de los Países Catalanes se han sumado a la condena de los hechos: SEPC, Jovent Republicà, el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya, la Federació d'Escoltisme i Guiatge, la JNC, Avalot, Arran, Joventut Comunista de Catalunya, Associació d'Estudiants Progressistes, Batec, la Forja, Eina, la Federació Nacional d'Estudiants de Catalunya, Joves Demòcrates, Bloc d'Estudiants Agermanat y Mallorca Nova.