Òmnium Cultural ha pedido al Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que eleve a instancias internacionales el informe sobre el 20-S elaborado por Scotland Yard, la policía británica, que el Tribunal Supremo no ha admitido como prueba. El informe inglés concluye que aquel día no hubo violencia y que la Guardia Civil no actuó con criterios profesionales.
El vicepresidente de la entidad, Marcel Mauri, ha denunciado la "vulneración flagrante" de derechos y libertades que a su parecer sufre Catalunya desde antes del referéndum del 1-O. Mauri también ha afirmado que el informe es una prueba "clave" que "rompe el falso relato de violencia". También ha lamentado que el Supremo ha denegado "decenas de testigos, pruebas e informes a la defensa de Cuixart", y en cambio "a la extrema derecha de Vox le acepta todo".
El informe encargado por el equipo de defensa de Cuixart y rechazado por el Supremo fue elaborado por el expresidente del Association of Chief Police Officers, Hugh Orde, asociación que agrupa 44 fuerzas policiales británicas, y por un excomandante adjunto del servicio de policía de Irlanda del Norte, Duncan McCausland.
En el texto se concluye que durante el 20-S la Guardia Civil no avisó a tiempo los Mossos d'Esquadra de una acción policial de "gran importancia". Este hecho, dice el informe, dejó su posición seriamente comprometida durante todo el día.
Según el estudio, cuando la comitiva judicial entró en la Conselleria de Economia, ya había periodistas en frente, por lo cual desde el primer momento se hizo pública toda la información del registro, que llegó a una gran audiencia. El documento además añade que Jordi Cuixart, así como los otros acusados, hicieron mensajes sobre el registros que la Guardia Civil hizo el 20-S, siempre convocando a la protesta pacífica.