La Unión Europea ya no es un oasis para los derechos fundamentales, según dos de las principales ONG del sector en Bruselas. Derechos como la libertad de expresión y asociación "continúan en riesgo en la Europa" por el aumento de los "populistas autoritarios", advierten a la ACN Human Rights Watch (HRW) y Liberties de cara a las elecciones europeas del próximo 26-M. Según estas organizaciones, "el auge del discurso del odio y de ataques racistas" puede impactar en los derechos humanos. En dos entrevistas con la ACN, estas organizaciones que trabajan en el campo de los derechos fundamentales han detectado retrocesos que consideran preocupantes. Con respecto a España, admiten problemas de "independencia judicial", pero avisan que nada comparable a lo que se vive en Polonia o Hungría.
"Cada vez vemos que los gobiernos intencionadamente retroceden con respecto a libertades civiles y libertad democráticas", asegura Israel Butler, miembro de la ONG Liberties. Según él, este fenómeno está relacionado con factores como "la recesión, el terrorismo, la percepción de más criminalidad o el incremento de la inmigración", así como los cambios socioculturales, que han sido "explotados" y "tergiversados" por autoritarios populistas.
Regresiones en la UE
El director por la defensa de los derechos humanos en Europa de Human Rights Watch (HRW), Philippe Dam, recuerda que durante la última legislatura europea se iniciaron por primera vez en la UE dos procedimientos de infracción por riesgo de violación del estado de derecho en Polonia y Hungría.
En el primer caso, fue la Comisión Europea quien impulsó este procés sancionador a finales del 2017 al considerar que Varsovia podría estar poniendo en riesgo la independencia judicial en el país.
Por el contrario, fue el Parlamento Europeo, y no la CE, quien exigió en septiembre del 2018 adoptar medidas contra el gobierno húngaro de Viktor Orbán, ahora miembro suspendido del Partido Popular Europeo. Sin embargo, el ejecutivo de la UE había expresado anteriormente preocupación por la "criminalización" de las ONG que trabajan con refugiados y había denunciado Hungría al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por incumplir presuntamente la legislación europea sobre asilo y retornos.
El caso de España
Butler considera que se ha actuado de manera "políticamente selectiva" en el caso de Polonia con respecto al de Hungría, pero niega que la situación en el estado español esté al mismo nivel. Si bien desde Liberties aseguran que en España hay problemas con "la independencia judicial", "la responsabilidad de la policía cuando utiliza la violencia" y "las restricciones a la libertad de asamblea", creen que "no son tan grandes ni sistemáticas como los otros casos".
Mecanismos de actuación
Si bien desde HRW valoran positivamente que los líderes europeos "hayan tenido la capacidad y el coraje" para poner en marcha el mecanismo sancionador contra Polonia y Hungría, consideran que fue un "fracaso" que la CE no reaccionara antes. Ahora bien, Dam cree que las instituciones de la UE "no tendrían que ser el marco principal para proteger los derechos humanos". "Hace falta que haya vías de protección a escala doméstica", afirma.
Por su parte, Butler también critica que la UE haya sido "bastante lenta" a la hora de reaccionar en Hungría o Polonia y lamenta las limitaciones de los mecanismos existentes, como el procedimiento para suspender el derecho de voto a un estado miembro de la UE, que dependen mucho de la voluntad política de los socios europeos. "Los gobiernos son muy reticentes a utilizarlo porque les da miedo que se pueda utilizar en contra suya", explica.
Importancia de las elecciones
Dam avisa de que la Eurocámara cada vez tiene un papel más "importante y activo" a la hora de modificar legislaciones de la UE, particularmente aquellas que tienen conexiones con los derechos humanos. "Cuando los ciudadanos de la UE vayan a votar en mayo tendrían que pensar que quién se siente en el Parlamento Europeo cambiará su futuro", asegura. Según él, esta cámara ya no es "una institución marginal" y los europeos "tienen que pensar en los derechos humanos cuando voten".
Así, HRW considera que la cuestión de los derechos fundamentales "seguirá siendo un reto importante para la UE" de cara a la nueva legislatura. "Si no se cumplen los principios básicos que marcan los tratados continuarán las dudas sobre el futuro de la UE", apunta a Dam.
Extrema derecha
HRW también alerta de que los partidos de ultraderecha defienden que "sus propios derechos pueden ser implementados en detrimento de los derechos otros". "Es un error", apunta.
Ahora bien, para Dam lo más preocupante "es que los partidos tradicionales están cayendo en los argumentos de los populistas y fracasando a la hora de tener coraje para responder" a los retos europeos con un "consenso" sobre derechos humanos. "Estos partidos extremistas no tendrían que ser los que llevan la batuta", concluye.
Mejoras en el sistema
Butler celebra algunas iniciativas como la propuesta de Bélgica y Alemania para crear un sistema de "revisión mutua" entre estados sobre la situación de los derechos humanos en cada país. "Sería positivo si tira adelante", afirma, a pesar de reconocer que el mecanismo sería voluntario y no necesariamente implicaría sanciones.
Por otra parte, también ve positivo que la Comisión Europea quiera crear "nuevos instrumentos prometedores" como fondos para asociaciones civiles que generen conciencia sobre los derechos humanos y la democracia o la vinculación de la financiación europea al respeto de los gobiernos de la UE para el estado de derecho.
Desde Liberties reclaman pero un "organismo independiente que pueda realmente evaluar a todo el mundo bajo los mismos estándares".
Refugiados e inmigrantes
El otra grande "fracaso" que remarca Dam con respecto a los derechos humanos en el bloque europeo ha sido la respuesta de la CE a "la necesidad de proteger los derechos de los inmigrantes y refugiados". "Hemos visto una multiplicación de las evidencias de abusos, retornos a las fronteras, violencia innecesaria contra los demandantes de asilo," denuncia.
Por eso, HRW recuerda que "los derechos humanos se aplican a todos, también a los inmigrantes". Dam defiende que la CE "tendría que activar una respuesta" cuando se violen los derechos humanos contra inmigrantes y refugiados en las fronteras de la UE.