David Fernández, exdiputado de la CUP y uno de los impulsores de la plataforma 'Luces y Taquígrafos', ha denunciado este jueves que la guerra sucia del Estado ha adoptado "nuevas tácticas" para luchar contra el procés, poniendo de ejemplo el "hackeo informático del 9-N". Fernández ha enmarcado estas actuaciones en una operación transversal creada por el poder mediático, judicial, político y económico.
Este jueves se ha celebrado la segunda sesión de la comisión sobre la operación Catalunya, impulsada para investigar las supuestas actuaciones del Estado para frenar el procés, y ha contado con las comparecencias del periodista Carlos Quílez y David Fernández, que ha comparecido en condición de experto y como expresidente de la comisión sobre corrupción que se creó durante la anterior legislatura.
Fernández ha hecho especial incidencia a la existencia de una operación Catalunya que atenta, no sólo contra el procés, sino contra cualquier adversario político del Estado, para "imponer por las vías democráticas" aquello que no se puede conseguir a través de las urnas. "No sé si es un golpe de estado, pero sí un Estado de golpe. No sé si es un Estado de derecho, pero sí derecho de Estado. Roma no paga traidores, pero sí que paga mercenarios", ha asegurado durante la primera parte de su intervención.
Como respuesta a los diputados, Fernández ha profundizado en sus insinuaciones iniciales para afirmar rotundamente que la operación Catalunya implica muchos más ámbitos que el estrictamente político. En especial, ha destacado el uso de la cibernética y ha afirmado que el Estado dispone de información obtenida de manera ilegal a través de "la monitorización de los telegramos o el acceso a correos electrónicos".
Fernández también ha hecho especial énfasis en la "guerra propagandística" que está llevando a cabo el Estado. "Si empiezas a decir que en Catalunya se está dando un golpe de estado es para poder justificar una respuesta a este y, por ejemplo, legitimar la suspensión de la autonomía", ha asegurado el exdiputado en referencia a las declaraciones pronunciadas los últimos días por dirigentes populares.
"Rajoy y Sáenz de Santamaría no están implicados"
De esta manera, el cupaire ha ido un paso más allá que el periodista de Crónica Global Carlos Quílez que, si bien ha asegurado que existe la operación Catalunya, ha afirmado que esta estaba organizada por un grupo de "salvapatrias" ajeno al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, así como también independiente del poder judicial.
De esta forma, Quílez también discrepa de la hipótesis mantenida por los periodistas de Público Patricia López y Carles Enrique Bayo, que acusaban directamente al Estado. "La operación Catalunya no está estructurada desde la transversalidad del Estado y Rajoy y Sáenz de Santamaría no están implicados", ha mantenido el periodista.
Preguntado sobre las declaraciones que hizo el exministro Jorge Fernández Díaz en una conversación con el exjefe de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, en que aseguraba que "el presidente" tenía conocimiento de determinadas actuaciones, Quílez ha mantenido que el exministro mentía. Sobre Fernández Díaz, el periodista ha asegurado que "era quien estaba al frente de la trama, sin ningún tipo de duda", una afirmación reiterada por Fernández.
Durante su intervención, Quílez ha querido reivindicar también que "no todo es operación Catalunya" y que es erróneo relacionar "las cloacas del Estado con la corrupción de algunos de los partidos que están detrás del proceso", como Convergència.
Intervenciones de los diputados
Especialmente tensa ha sido la intervención de la diputada de la CUP Mireia Boya durante la comparecencia de Quílez, sobre todo cuando ha vinculado el medio donde trabaja, Crónica Global, con la operación Catalunya. Según ha mantenido la diputada, Pedro J. Ramírez, director de El Español y poseedor de un 20% de las acciones de Crónica Global, forma parte de las herramientas de guerra sucia del Estado. Como respuesta, Quílez ha lamentado "la falta de respeto" de la diputada.
Durante la comparecencia de Fernández ha habido dos ausencias destacadas en los grupos parlamentarios. El diputado de Ciudadanos Matías Alonso ha renunciado a hacer preguntas al periodista. Por su parte, la diputada Esperanza García, única representante del PP catalán, se ha marchado de la comisión antes de que el exdiputado empezara su comparecencia.
Por otra parte, el PSC tampoco ha hecho acto de presencia, como ya anunció después de que la comisión de investigación sobre las declaraciones del exsenador de ERC Santi Vidal quedara en vía muerta.