La oposición ha recogido el guante y asistirá a la reunión de partidos que ha convocado el president Pere Aragonès para la próxima semana con el objetivo de trabajar en acuerdos que reviertan los resultados del informe PISA, que sitúan a Catalunya en la cola de Europa en comprensión lectora, ciencia y matemáticas. La única formación que ha evitado confirmar la asistencia es Vox. A pesar de todo, los partidos de la oposición han coincidido a la hora de reprochar a Aragonès que haya reaccionado "tarde" ante unos resultados que son "graves". En este sentido, han valorado positivamente la convocatoria de la reunión de partidos para explorar soluciones teniendo como base los acuerdos del pleno monográfico de educación de finales de junio, pero también han alertado al president que pase de las "buenas palabras" a los hechos. En paralelo, han querido dejar claro que habrá que ir a "la raíz" del problema llegando a acuerdos entre todos: "Una cosa es hacer piña y la otra, una adhesión".

El jefe de la oposición, Salvador Illa, ha expresado que la intervención de Aragonès se produce "tarde por la gravedad de la situación", pero con un punto de "precipitación por las formas". "Finalmente, oímos al president en uno de los problemas más desgarradores del país ante uno de los fracasos más evidentes de su Govern", ha manifestado Illa. El socialista ha confirmado que irán a la cumbre que organizará el Govern para la próxima semana con los presidentes de los grupos parlamentarios y que lo harán con una "actitud constructiva": "Gracias a Dios, una mesa útil". Por todo ello, el primer secretario del PSC ha defendido que "no es una opción no hacer nada" y ha instado a "dejarse de inventos": "Miremos a los lugares donde van bien por qué lo hacen bien". En paralelo, Illa ha señalado que "las grandes transformaciones se hacen gradualmente, paso a paso y manteniendo una dirección", y ha indicado que habrá que hacerlas "contando con los docentes" y las direcciones de los centros "dándoles margen de actuación". "Si este es el camino, aquí nos tiene para ayudar. Si quiere que lo hagamos juntos, estamos dispuestos, pero para hacerlo deje en suspenso las medidas anunciadas por la consellera Simó hasta que no hablemos todos porque una cosa es cerrar filas y la otra, una adhesión", ha advertido.

Pere Aragonès y Salvador Illa, hablando antes de la sesión de control al Govern / Foto: Carlos Baglietto.

Junts afirma que al Govern le queda "como mucho" un año

A su vez, el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, también ha cargado contra Pere Aragonès por haber tardado "casi 10 días en valorar el informe más allá de dos tuits". Batet también le ha reprochado al republicano las formas porque el president ha pedido intervenir "antes de una sesión de control": "Es una mala muestra de cuál es el respeto hacia el Parlament y los grupos". "Hemos tenido la peor noticia que puede recibir un país", ha advertido el juntaire. Desde la formación, apelan a los acuerdos del pleno monográfico de junio y ha lamentado que Anna Simó no se haya hecho suyos estos pactos hasta ahora. Junts, que irá a la reunión, pide "reaccionar como hicieron Alemania y Portugal" a través de un "acuerdo de país serio". Además, Batet ha hecho un pronóstico: "A este Govern le queda un año como mucho y hacen falta medidas estructurales. Queremos cerrar filas, sí, pero no solo hace falta una cumbre política, sino de todo el sector educativo".

Albert Batet, durante su intervención / Foto: Carlos Baglietto.

La CUP y los comunes apuntan a las desigualdades sociales y a la "improvisación" del Govern

Por parte de la CUP, el diputado Carles Riera ha afirmado que los resultados escolares son "consecuencia de las desigualdades y las carencias de las políticas educativas" del Govern. Los anticapitalistas se han comprometido a asumir la "corresponsabilidad de participar en la transformación educativa", pero le han reclamado al president Pere Aragonès que aplique "desde ya" los consensos existentes: "Revertir todos los recortes de 2010, que el presupuesto en educación sea del 6%, rebajar las ratios o más aulas de acogida". "No pueden centrifugar en el Parlament aquello que es una responsabilidad del Govern", ha advertido Riera. En este sentido, los cupaires creen que primero "hay que hacer los deberes" con la comunidad educativa e instan al ejecutivo a encontrarse primero con la comunidad.

 

Desde los comunes, Jéssica Albiach ha apuntado que irán a la reunión "siempre que sea para la educación del país y que haya un debate en profundidad". La presidenta de los comunes en la cámara catalana considera que el anuncio de la cumbre es un "intento en la desesperada por tapar a todas las críticas que recibirá el Govern" en la sesión de control de esta tarde. "Nosotros veníamos alertando de una crisis educativa profunda y ustedes lo iban esquivando, tienen el Departament d'Educació desde hace seis años", ha aseverado. Albiach ha añadido que el ejecutivo va "de improvisación en improvisación", cosa que según su opinión también hace en sanidad, renovables o sequía.

Vox, Cs y PP afirman que el modelo de escuela catalana "no es de éxito"

Con respecto a los partidos españolistas, Ciudadanos y el Partido Popular han confirmado que irán a la reunión, pero Vox no lo ha hecho. Ignacio Garriga, presidente del grupo parlamentario de extrema derecha, ha criticado que Aragonès no hiciera alusión a la "cultura del esfuerzo, la pérdida de escolares o la afectación de miles de familias". "Las políticas educativas que han promovido en las últimas décadas unos y otros son devastadoras; ustedes celebraban el modelo de éxito de la escuela catalana y los datos evidencian que han condenado generaciones futuras a un futuro incierto", ha planteado Garriga. En el caso de Ciutadans, Carlos Carrizosa ha defendido que la inmersión lingüística es un "modelo caduco" y que el sistema educativo actual es de "baja calidad". "Iremos a la reunión, pero no cuenten con nosotros para blanquear al Govern", ha subrayado. Y en relación con el PP, Alejandro Fernández ha opinado que la reunión es una "buena idea", pero que el sistema catalán de educación "no es de éxito y está en declive". "Este es un problema de modelo y estructural, creemos que no se puede cerrar filas en torno a una cosa que no funciona", ha destacado.