Con un tono distendido y divertido, un lenguaje sencillo, una mano en el bolsillo y un relato lleno de anécdotas, Oriol Junqueras ha mostrado su faceta de historiador y profesor, y ha impartido una clase magistral sobre "La amnistía al Govern de la Generalitat de Catalunya después de las elecciones de 1936" en los cursos de historia de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), que se han centrado en la conflictividad política y social en los Països Catalans. Durante su clase, el expresidente de Esquerra Republicana, profesor de Historia por la UAB y doctor, ha demostrado que se siente cómodo en el papel de divulgador, en el cual le gusta ofrecer el conocimiento de la historia a la sociedad. Su relato, salpicado de anécdotas y de ejemplos concretos —"paréntesis", como lo ha llamado—, ha versado sobre los hechos históricos que llevaron a la aplicación de la ley de amnistía que fue implementada por el Gobierno del Frente Popular después de su victoria el febrero de 1936 y que tenía como objetivo liberar a los condenados por su participación en la Revolución de Octubre de 1934, incluyendo a Lluís Companys, que se encontraba encarcelado en el penal del Puerto de Santa María por haber proclamado el Estado Catalán dentro de la República Federal Española y por el cual fue condenado a 30 años de prisión.

 

Contexto histórico

En Prada de Conflent, en la Catalunya Nord, Junqueras no ha hecho referencias y comparaciones durante su clase con la ley de amnistía actual y ha sido cuidadoso en mantenerse dentro del contexto histórico de la época previa a la Guerra Civil. Ha sido en el debate y turno de preguntas que posteriormente ha mantenido con el historiador de la Universitat de Barcelona Carles Santacana, cuando el expresidente de Esquerra Republicana se ha mojado (ligeramente) a la hora de hacer comparaciones. Junqueras ha llegado a reconocer que el contexto político de la amnistía del 36 era "mejor" que el actual, pero para decirlo, ha sacado su sombrero de político, y cuando se ha puesto el de historiador, ha utilizado la palabra "diferente". "Se entiende, pues, que el contexto es diferente. Si hoy hablara como político, diría que aquel me parece mejor, pero como hablo como historiador, digo que es diferente", ha afirmado Junqueras, que en ningún momento ha hecho referencia al hecho de que la ley actual no se está aplicando en todos los casos, como el del president en el exilio Carles Puigdemont, por la rebelión de algunos jueces del Tribunal Supremo, como Pablo Llarena, que no admite en la ley el delito de malversación.

Arrasan las izquierdas

Junqueras ha basado en su opinión como historiador que tanto las elecciones del 31 como las de febrero del 36, las ganan los partidos de izquierdas, el Frente Popular en el ámbito español y el Front d’Esquerres en Catalunya, con mayoría de ERC, que en aquellas elecciones "arrasan". El exdirigente de Esquerra Republicana ha apuntado a que la "diferencia" entre la amnistía del 36 y la actual que se aprobó en el mes de marzo, es que en las elecciones de 1931 Esquerra y sus aliados consiguieron mayoría con 69 representantes y que en las del 36 también obtuvieron un amplio apoyo a las diferentes demarcaciones catalanas. "De los 20 diputados en juego en Barcelona, 16 fueron del Front d’Esquerres y cuatro de la Lliga; en Tarragona de los 7 en juego, 5 son de izquierdas...", ha afirmado.

Junqueras no se ha mojado mucho, pero se ha sumado a las argumentaciones que ha dado Carles Santacana, a quien ha dado la razón porque la amnistía del 36 derivó "de un cambio de gobierno radical" en que "reaparece" un gobierno republicano "afín" al del 31 y que, en cambio, "la amnistía actual la hace un gobierno encabezado por un partido que estaba absolutamente de acuerdo con el 155 en su momento". Además, Santacana ha remarcado que la represión en el periodo republicano "no fue solo en Catalunya" y que la "ruptura" de las elecciones del 36 no solo permitió que Companys volviera a Catalunya, sino que "volvió a haber actividad pública de partidos como la CNT y se restableció el gobierno de las izquierdas". "Esta ruptura en la situación reciente no se ha producido", ha añadido.

Una clase de historia repleta de anécdotas

Pero volviendo a la interesante lección de historia que había dado anteriormente, Junqueras ha explicado que la amnistía del 36, que era el objeto de su clase, tenía una "implicación muy directa en la vida de mucha gente y en la vida de muchas familias del país. "Había mucha conflictividad social en Catalunya", a raíz de los hechos de octubre de 1934, que llevaron a mucha gente a la prisión, entre ellos unos 10.000 campesinos. "Había muchas ganas de sacar a esta gente, y este fue un argumento de peso a las elecciones, en las cuales arrasó el Front d’Esquerres formado alrededor de ERC". Para entender el contexto, Junqueras ha explicado la anécdota que "no era extraño que en un mitin organizado por la CNT, que era un sindicato anarquista y con vínculos no muy entusiastas con la República, se cumpliera la formalidad de llamar a la abstención a las elecciones, pero al acabar el mitin, los políticos bajaban a hablar a sus militantes y les decían que no faltara nadie a la hora de votar. Porque lo que estaba en juego era la libertad de los presos; había mucha presión social".

Una Catalunya en conflicto

Junqueras ha retratado una Catalunya inmersa en este conflicto social, pero que tenía una "potencia cultural, política, social y creativa extraordinaria". Una Catalunya que venía de ser "una de las primeras del mundo en realizar la primera Revolución Industrial, casi al ritmo del Reino Unido, y sin tener ninguno de los productos determinantes, el carbón, el hierro y el algodón". Al mismo tiempo, era un país que vivía "atrapado dentro de un estado que era el único estado de Europa y el mundo occidental que en lugar de estar construyendo un imperio, ve como su imperio se desintegra". Junqueras ha hecho referencia en varias ocasiones a esta complejidad del mundo, que es consecuencia de la complejidad individual. "Exigimos al mundo que se simplifique en función de lo que a nosotros nos gustaría. Pero el mundo es muy complejo", y ha puesto ejemplos de las contradicciones políticas que se daban en aquella época, como que las elecciones a las Cortes de 1931 las ganó el PSOE, y que no quiso gobernar porque era un partido "poco republicano" y prefirió dar apoyo a otro partido (Acción Republicana) "que no ganó" e hicieron presidente del Gobierno a Manuel Azaña, a quien el ABC llamaba "el monstruo".

Contradicciones políticas

U otro ejemplo de contradicción, el de las elecciones legislativas siguientes, en noviembre de 1933, "elecciones anticipadas, ahora también pasa" —ha remachado—, en las cuales gana la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), con su líder, Gil Robles, "que en aquel momento decía que su líder internacional referente era Adolf Hitler y, tres décadas después, es antifranquista" e intenta participar en un complot que intenta "hacer caer la dictadura franquista". "Siempre hay personas que están en el bando ganador de cada momento, ¿conocéis alguna? Las hay... Y de otros que están entre los opositores de cada momento", y ha puesto otro ejemplo, el de Miguel de Unamuno.

La amnistía del 34

Pero para volver al origen de la amnistía del 36, Junqueras ha explicado que se remonta a la ley de amnistía del 34. La CEDA gana las elecciones, "pero tampoco quiere gobernar porque es demasiado contraria a la República", y dio apoyo a Lerroux y a los radicales, un gobierno de derechas que tiene un ministro de Justicia, Álvarez Valdés, a quien le encargan la redacción de una ley de amnistía para indultar al militar José Sanjurjo, a quien habían condenado a muerte, "pero a quien le conmutaron la pena a cadena perpetua" con el apoyo de los partidos de izquierdas. Un Sanjurjo que había sido el escogido para liderar el golpe de estado en lugar del general Franco, pero que, en otra anécdota que explica Junqueras, no lo hizo porque murió previamente en un accidente de avión. "Cuando volvía de su exilio para dirigir el golpe, se presentó con unos paquetes inmensos y el piloto le dijo que la pista era corta y tenían que ir ligeros. "¿No querrá usted que se me presente al desfile de la victoria vestido de civil?", le remachó. Cargaron el equipaje, "pero la pista era corta, el avión se enganchó en unos cables y se mató".

Companys y el millón de ciudadanos

Así, llegamos al 36 —después de explicar otra anécdota de quien fue secretario del Ayuntamiento de Barcelona, Pi i Sunyer—, donde existe el compromiso de los partidos de izquierdas de hacer una ley de amnistía para indultar a todos los presos. "Si hubo esta ley de amnistía, fue porque hubo otras anteriores, como la del 34. La ley del 36 permite la salida de los presos de la prisión", afirma Junqueras. Entre ellos, Lluís Companys, "que no solo fue aclamado cuando ya está en Catalunya, sino aclamado en todas partes, incluso por los pescadores de Cádiz, que hacían sonar las bocinas de sus barcos cuando salió del penal del Puerto de Santa María". Y ha acabado destacando que "un periodista que participó en el trayecto que Lluís Companys hace de Castelldefels al Palau de la Generalitat quedó impresionado y habló de un millón de personas en la calle, una cifra que "ya ha quedado como referente" de movilización ciudadana para otros acontecimientos posteriores.