Sílvia Orriols ha asegurado que el Govern la ha sancionado con 10.000 euros por declaraciones sobre el islam, después del expediente abierto a octubre. En un tuit de este lunes, la alcaldesa de Ripoll ha anunciado que el ejecutivo catalán le ha confirmado "la sanción de 10.001 euros por haber dicho que el islam es incompatible con los valores de Occidente". Las declaraciones, que no eran exactamente así como ha dicho Orriols, motivaron que el Departament d'Igualtat i Feminismes decidiera abrirle el mencionado expediente sancionador.
Según la Conselleria, el procedimiento se inició a partir de una denuncia que apelaba a la ley de igualdad de trato y no discriminación aprobada por unanimidad en el Parlament. Ahora, el departamento habría dirimido que la líder de Aliança Catalana cometió una infracción grave y la habría sancionado con la multa más baja para estos casos: de 10.001 euros, en lugar de los 40.000 euros máximos.
Sílvia Orriols 'reincide'
Orriols ha afirmado que el Govern "ha puesto en marcha la maquinaria" para borrarla del emparrillado político, en diferentes tuits. "Me acabaréis el dinero, pero las ganas de combatir vuestro totalitarismo, no", ha dicho. Y ha añadido: "Tanto de decirme fascista y ha resultado que los fascistas eran ellos".
La líder de Aliança Catalana ha reincidido en las declaraciones sancionadas y ha vuelto a decir que "el islam es incompatible con los valores occidentales". "Y ERC, también", ha agregado. La cosa no se ha acabado aquí, ya que ha respondido a la diputada republicana Najat Driouech y a su felicitación del Ramadán: "El mismo día que felicitáis el Ramadán, multáis a la alcaldesa de Ripoll con 10.001 euros por haber dicho que el islam es incompatible con los valores occidentales. 'Todo atado, y bien atado', verdad?". Y ha concluido soltando que "el país donde violar o robar te sale gratis y en donde opinar libremente te cuesta 10.000 euros".
Polémicas declaraciones
Orriols hizo las declaraciones por las cuales ha sido sancionada en un debate de la extinta 8TV, en 2022. "Para mí, intentar preservar el grado de civilización que hemos conseguido con tanto esfuerzo y sacrificio no es racismo, sino que es sentido común. Considero que permitir la entrada masiva de inmigrantes musulmanes es un error que podemos pagar muy caro, porque básicamente los musulmanes no reconocen las democracias europeas ni nuestras leyes civiles", dijo. Y añadió que "ellos se rigen por una ley religiosa que es la charía, y cuando sean mayoría demográfica los partidarios de la charía pueden optar a las elecciones e imponerse vía urnas y, por lo tanto, pueden acabar imponiendo a toda la población la charía, la misoginia, la homofobia", sin aportar ninguna explicación más, ni dato, ni nada.
En esta línea de no aportar ni contexto ni argumentos, continuó con su discurso: "Yo no quiero esto en mi casa, ni para mis hijos, ni para mis nietos. Y cuando en Catalunya hay 300 mezquitas, y de estas 300 mezquitas una tercera parte son salafistas, no puedo evitar preguntarme por qué mi gobierno ha concedido licencias de apertura a asociaciones islámicas que pronuncian discursos fundamentalistas y radicales, por qué ha concedido licencias de apertura a mezquitas que segregan por sexo con clara discriminación de la mujer y que hacen prédicas de textos absolutamente misóginos, homófobos y antioccidentales".