El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha evitado este lunes valorar si Ceuta y Melilla están cubiertas por el paraguas de la Alianza Atlántica en caso de ataque y ha recordado que la hipotética aplicación del artículo 5 depende del Consejo del Atlántico Norte y es una "decisión política". Stoltenberg se ha limitado a decir en rueda de prensa que el artículo 6 ya establece el alcance territorial de la cláusula de defensa colectiva, pero ha evitado aludir de forma específica al caso de las dos ciudades autónomas, que en principio España sí considera cubiertas porque entiende que es responsabilidad de cada aliado establecer sus límites geográficos.
El Tratado de la Alianza Atlántica garantiza la protección de los miembros de la OTAN cuando el ataque tenga lugar en Europa o en América del Norte, lo que en principio dejaría fuera a Ceuta y Melilla, que se ubican en territorio africano. También incluye a los territorios insulares que se sitúen al norte del Trópico de Cáncer, lo que sí garantiza, por ejemplo, la protección de las Islas Canarias. Asimismo, el jefe de la OTAN ha señalado este lunes que correspondería al Consejo, el órgano ejecutivo de la Alianza, determinar en un momento dado la validez de la invocación del artículo 5 y que este aspecto sería, en todo caso, "una decisión política" de los 30 estados miembros.
Papel de la OTAN
Estas declaraciones de Stoltenberg ponen en entredicho una información avanzada la mañana de este lunes, publicada por el periódico El País, en que se confirmaba que entre los aspectos que se cerraran en la cumbre de la OTAN que se celebra durante esta semana en Madrid, "se incluirá por primera vez la defensa de la soberanía y la integridad territorial de los países aliados como misión fundamental de la organización, según fuentes que han tenido acceso a los últimos borradores del documento que se aprobará en la cumbre", cerrando la protección de Ceuta y Melilla. Detrás de esta decisión también se intuye la intención de enviar un mensaje de poder y subrayar el papel predominante que la OTAN desea tener: "Defendemos cada parte de nuestro territorio", ha recordado su secretario general, Jens Stoltenberg.
Imágenes muy duras
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiso en primer lugar esquivar las culpas por la tragedia en la frontera con Marruecos, donde el viernes murieron, al menos, 37 migrantes, aunque la cifra real podría ser más alta. Según han denunciado, el gobierno marroquí ha optado por enterrar estos cadáveres en fosas comunes y las imágenes que han trascendido del momento de la detención han producido indignación alrededor del mundo.