El alcalde de Ginebra, Rémy Pagani (1957), ha ofrecido su ciudad y Suiza entera para hacer de mediadores entre Catalunya y España y encontrar una solución política al caso catalán. Del partido de izquierdas Ensemble à Gauche, Pagani se reunió hace dos semanas con el presidente del Parlament, Roger Torrent, para expresarle su compromiso con la causa catalana y ha defendido el derecho a la autodeterminación de Catalunya en varias ocasiones. Entrevistado por El Nacional, el alcalde de la ciudad suiza critica con dureza la represión del Estado español e interpela a Europa para intervenir en el conflicto.
¿Qué le dijo al presidente Torrent?
Le reiteré mi compromiso. Siempre he tenido la misma posición. El pasado Día de la Hispanidad hice un discurso en el Consulado Español en Ginebra, que fue aplaudido por la mayoría y abucheado por una minoría. Defendí una solución política y negociada. Porque lo mejor es hablarlo. Invocar el artículo 155 no soluciona los problemas. Tendrá que llegar un momento donde la gente dialogue.
¿Ha tenido contactos con Anna Gabriel y Marta Rovira?
Recibí a Anna Gabriel a principios de este año, cuando llegó. Y me trasladó que querría reanudar los estudios aquí en Ginebra, y que está con un visado de turista. He intentado facilitarle la integración. A Marta Rovira la recibo esta misma semana.
No podemos entregar a España gente que sólo ha defendido unas ideas
¿Qué piensa de la presencia de dirigentes independentistas en Suiza?
No es normal. Lo primero de todo es admitir que hay un problema de fondo: de libertad política y de expresión. El Gobierno español y las autoridades legítimas catalanas, como el señor Torrent, tienen que sentarse en torno a una mesa para tratar la cuestión de la gente que es perseguida. El caso que seguramente es más inadmisible es el de los Jordis. España trata a los diputados independentistas como Erdogan lo hace con los kurdos. Esto no es admisible en una democracia europea.
¿Es comparable a la situación de los kurdos en Turquía?
Totalmente. Hay diputados kurdos en la cárcel, son desposeídos de su protección parlamentaria y privados de sus derechos... Un Estado que proclama la democracia tiene que proteger a todos aquellos que deciden hacer política, y especialmente a aquellos que entran en un parlamento. No han decidido abandonar su escaño. Por lo tanto, tienen que ser protegidos.
¿El proceso judicial contra el independentismo es un proceso político?
Sí, es una evidencia. Para mí, es un medio retorcido e inadmisible para presionar a los diputados y exdiputados para que renuncien a sus ideas. Pero esto no es Brasil, donde encierran en prisión a presidentes como Lula da Silva.
¿Son presos políticos los independentistas encarcelados?
Sí, sí que lo son. No tengo ninguna duda.
Los alemanes han entendido rápidamente que la cosa no iba bien
¿Cree que Suiza extraditará a Marta Rovira?
Esperemos a ver qué... Ya sabemos que las intenciones de los jueces españoles son un poco especiales. Pero encuentro muy correcto lo que ha hecho la justicia alemana. Era la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que arrestaban a un presidente catalán... Y rápidamente han entendido que la cosa no iba bien.
¿Ha quedado cuestionada la independencia de la justicia española ante los ojos de Europa?
Yo vivo en un Estado de Derecho, donde la justicia es escogida por sufragio universal, no es el Parlamento quien escoge a los jueces. El hecho de que el Procurador General sea escogido por sufragio universal da una independencia y una separación de poderes muy clara. A diferencia de esto, especialmente en la cuestión catalana, en España no vemos esta separación de poderes.
Si Alemania, Escocia, Suiza y Bélgica tumbaran las extradiciones, ¿qué significaría para el Estado español?
Significará que lo han hecho todo muy mal. En Europa, después de la Segunda Guerra Mundial, aquello que une a los europeos es la separación de poderes. Espero que, como Alemania y Bélgica, también sea el caso de Suiza. No podemos entregar a España gente que sólo ha defendido unas ideas. Simplemente han participado en manifestaciones pacíficas. No veo motivos por los cuales mi país tendría que extraditarlos.
Está utilizando la represión brutal y el autoritarismo estúpido para negar la expresión de la voluntad del pueblo catalán
¿Qué pensó el 1 de octubre, cuando vio las cargas policiales contra votantes?
Justamente en diciembre me invitaron a la Escuela Mediterránea, en la Barceloneta, unos de los colegios electorales donde hubo cargas policiales. Pronuncié un discurso, donde denunciaba que el Estado central español se había situado en el impaso absurdo del rechazo al derecho a decidir del pueblo catalán. Está utilizando la represión brutal y el autoritarismo estúpido para negar la expresión de la voluntad del pueblo catalán.
Usted ha sido muy crítico con la aplicación del artículo 155...
Se lo dije al señor Torrent, y lo vuelvo a decir: los problemas políticos tienen que ser resueltos políticamente. No podemos solucionar problemas políticos escudándonos en artículos de la Constitución que incluso han perdido el sentido. Aquí en Suiza cambiamos cada año artículos de la Constitución.
¿La justicia española hace política cuando, por ejemplo, impide que tres candidatos puedan ser investidos?
Sí, sin duda. Es como si en Suiza el procurador general viniera a decir que no quiere a un ministro porque no le gusta. O que yo le pidiera que cesara a políticos de extrema derecha, que dan mítines con Le Pen como la Union Démocratique du Centre (UDC).
Usted ha ofrecido Ginebra y Suiza como mediadores del conflicto.
Y el señor Torrent me trasladó la voluntad de encontrar una plataforma, un lugar donde se pueda discutir discretamente o de manera oficial. Nosotros hemos ofrecido plataformas para que haya reuniones entre Colombia y las FARC. Somos capaces de organizar rápidamente reuniones en lugares secretos con la participación de responsables de la ONU. He pedido a Michael Møller, director de la ONU en Ginebra, si había voluntad de sentarse en una mesa. Al Gobierno federal también. Me han dejado recibir al señor Torrent, porque hay esta disposición.
Somos capaces de organizar rápidamente reuniones en lugares secretos con la participación de responsables de la ONU
¿Qué respuesta ha recibido por parte de las autoridades españolas?
No he recibido ninguna respuesta, por ahora. Nada de nada.
¿Y la espera?
Espero que algún día aprovecharán la plataforma que les ofrecemos aquí para dialogar. Ojalá pudiera ser en España mismo. Pero en mi opinión, será muy difícil que unos y otros asuman un diálogo franco en España.
¿Un referéndum sería una parte esencial de la solución?
No lo sé. No quiero meterme en la estrategia, eso corresponde a los políticos. Suiza se pone a disposición para que el conflicto se resuelva mediante el diálogo. Sobre la manera cómo se resolverá, no me pronuncio. Es a los españoles y a los catalanes a quienes les toca esto.
Pero en su polémico discurso durante el día de la Hispanidad, después del 1-O, defendió la necesidad de referéndums aunque no gusten a los gobernantes.
Es cierto, es una posibilidad que existe. En Suiza ha pasado. El cantón de Jura, que pertenecía al de Berna, fue creado después de un referéndum. También ha pasado en otros países europeos. Son procesos democráticos. Pero a mí no me toca decir si tiene que pasar por un referéndum.
Europa es la primera interesada en resolver el problema catalán
¿Cómo ve el silencio de los países europeos y la Unión Europea?
Es extremadamente chocante, porque Europa comete un gran error estratégico. Europa es la primera interesada en estudiar y ayudar a resolver políticamente este problema. Si lo intentara aprendería a gestionar sus problemas internos...
¿Como el aumento de la extrema derecha?
Mientras está inmóvil, estamos asistiendo a un repliegue identitario. Los parlamentos europeos hoy ven la entrada en tromba de grupos populistas. Europa no está entendiendo lo que pasa, el malestar por asuntos como la globalización, y los ciudadanos están votando por los peores populismos, que proponen soluciones retrógradas.
¿La ONU tendría que intervenir en el conflicto catalán?
A la ONU le he propuesto que juegue un papel de intermediario. No es la ONU quien tiene que resolver el problema, pero sí que tienen una plataforma. Y Europa tiene que forzar a España a resolverlo. No ayuda en nada limitarse a decir que es un asunto interno español. Es un asunto europeo.
¿Cómo lo ve la sociedad suiza?
Hay un gran movimiento de fraternidad aquí, porque hemos tenido una gran inmigración española y catalana. Hay mucha atención sobre lo que pasa. Y hay un cierto temor que todo acabe degenerando. Por eso es importante no evadir el problema. Insisto: es un asunto de los europeos. Salvando las distancias, sólo quiero recordar que la Segunda Guerra Mundial empezó en España con la Guerra Civil.