El presidente de Castilla la Mancha, el socialista Emiliano García-Page, ha sido ovacionado por los diputados socialistas castellanos cuando ha llegado al Parlamento autonómico, después de las críticas que lanzó contra el presidente del partido, Pedro Sánchez, por haber aprobado la reforma del Código Penal. También el presidente del PP de Cuenca, Benjamín Prieto, ha aplaudido al dirigente socialista.
García-Page ha aprovechado después para replicar al primer secretario del PSC, Salvador Illa, que le había reclamado "altura de miras", y ha indicado que lo que se tienen que tener son los pies en el suelo. "Yo la altura que quiero tener como presidente es la que me dio mi gente, a ver si alguien tendrá tanta altura, que de tanta altura entraremos todos en vértigo", ha añadido ironizando con las posibilidades de Illa.
El presidente de Castilla la Mancha cargó el martes contra Pedro Sánchez por pactar con "delincuentes" independentistas, y le pidió que "se mantenga en la posición de no tocar" los delitos relacionados con la corrupción. En declaraciones en la prensa desde Toledo y con un ademán muy serio, Page aseguró que los independentistas quieren "un Código Penal con nombre y apellidos" que no los inculpe mediante sus propios votos. "Es un momento grave para España", aseveró. El mismo martes, el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra también criticó duramente a Sánchez por lo que considera que es un error".
"Este es un momento difícil y grave [...] Lo primero que me molestaría es que nos tomen por tontos", lanzó al inicio de la intervención. Emiliano García-Page puso presión sobre Pedro Sánchez para no reformar el Código Penal en una rueda de prensa. "Soy muy contrario a la decisión del Gobierno. Insisto: muy contrario. Y lo soy porque soy muy coherente" con lo que el PSOE había dicho hasta ahora sobre la persecución al independentismo, aseguró con tono serio el socialista castellano-manchego. "No es tolerable pactar con los delincuentes su propia condena", añadió.