El gobierno del País Vasco ha sido el primero en probar las mieles de la justicia con la nueva etapa que se abre después del final del estado de alarma. El lehendakari Iñigo Urkullu había solicitado continuar con el toque de queda y el cierre perimetral a partir del 9 de mayo, pero la Fiscalía Superior vasca e ha pronunciado en contra.

Así pues, esta ha expresado su rechazo a la posibilidad de que Euskadi mantenga las dos restricciones y la fiscal superior, Carmen Adán, ha informado de que ya ha presentado delante de la Sala del Contencioso-Administrativo su informe sobre el borrador de decreto que plantea el gobierno del PNV. En su informe, la Fiscalía considera que "no es posible limitar derechos constitucionales como la libre circulación sin la cobertura del estado de alarma".

La fiscal superior del País Vasco, Carmen Adán / Fuente: EFE

Ahora, habrá que ver qué acaba decidiendo el Tribunal Supremo aunque también hay muchas dudas sobre los procedimientos a seguir porque no coinciden los criterios entre las administraciones. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, asegura que el "TS unificará doctrinas y dará garantías de lo que este órgano considere que es razonable y oportuno porque cada decisión necesitará una fundamentación suficiente". En paralelo, el Supremo niega la consulta sobre la reforma que ayer anunciaba el gobierno de Pedro Sánchez y afirman que el decreto puede crear problemas para unificar la doctrina, según fuentes consultadas por el canal vasco EITB.

El objetivo de Urkullu

Diferentes expertos y juristas avisan del colapso que eso puede suponer a las instancias judiciales y que las prisas para establecer unos criterios inmediatos resultan, ahora mismo, imposibles. Las intenciones del lehendakari para seguir con las restricciones establecidas durante el estado de alarma, se centran en objetivos de reducción de Covid-19 significativos: "Queremos marcar un descenso en los 60 casos. Lo estamos haciendo, pero de forma lenta. El problema está en el equilibrio que vamos manteniendo entre cortar la transmisión y seguir con la actividad económica".

Los datos mejoran pero no en los términos planteados por Urkullu. Hoy, la incidencia acumulada ha bajado de los 500 casos por primera vez en las últimas dos semanas, aunque se han registrado 40 muertos semanales. Con respecto a la cifra de positivos, se han registrado 670 nuevos casos en las últimas 24 horas después de realizar 10.929 tests de detección de coronavirus. Los hospitalizados por Covid-19 en camas de UCI se sitúan en los 463 y la tasa de positividad es del 6,1%.

Más allá de cómo se acaba resolviendo el conflicto entre justicia y gobierno, Euskadi también se ha confrontado en las últimas horas, con el choque dialéctico de su comunidad vecina, Cantabria. El presidente cántabro Miguel Ángel Revilla se ha avanzado y ha sido el primero en anunciar que el País Vasco no abriría su perímetro. Urkullu ha lamentado que Revilla se adelantara a hechos que no le corresponden y niega que mantuviera ningún tipo de conversación sobre este aspecto con él.

Fotografía de portada: el lehendakari Urkullu en Donostia