Es la única persona particular de fuera de Catalunya que ha podido recuperar la documentación perteneciente a su familia incautada por el régimen franquista y custodiada desde hace décadas por el archivo de Salamanca cuando, el 13 de julio de 1939, la delegación del Estado para la Recuperación de Documentos se llevó del piso de su abuelo en Madrid todo su archivo y también su biblioteca gracias a un juicio por masonería que le hicieron, aunque él no era masón, según asegura su nieta.
María del Carmen Reparaz nació en Perú -donde reside y ha sido viceministra de Turismo entre 2014 y 2016- porque su padre tuvo que emigrar a América del Sur después de pasar por Portugal, Francia y España; donde vivió gran parte de su tiempo en Catalunya, entre Barcelona y Prades. Su padre y su abuelo, los dos llamados Gonzalo de Reparaz, eran de origen portugués, pero residieron durante años en Catalunya. Sus abuelos, entre 1922 y 1932; y su padre desde 1922 a 1939, cuando tuvo que marcharse al exilio junto a muchos otros compañeros, entre ellos, el músico Pau Casals o el arquitecto Josep Puig i Cadafalch.
La biblioteca de su padre ya es conocida y llegó al Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya en 2005
La biblioteca de su padre ya es conocida. Llegó al Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya en 2005 de la mano de su hija. Su fondo consta, a parte de documentos identificativos, académicos y familiares -muchos relativos a su padre- y de fotografías, de más de 3.000 volúmenes de su biblioteca personal. Volúmenes que, según su hija, son solo una parte de todos los que tenía, "los que consideró que tenía que salvar antes de 1939", cuando tuvo que marcharse al exilio a Francia. Pero, ¿por qué los donó a Catalunya? María del Carmen está convencida de que está documentación debe de estar aquí porque, asegura, "los estudios trascendentales que hizo mi padre tienen más sentido para los investigadores catalanes".
Sin embargo, antes de donarlos tuvo que realizar un trabajo exhaustivo para archivarlos y clasificarlos y fue precisamente durante ese proceso cuando comenzó a descubrir que la obra de su abuelo también había sido muy importante para Catalunya. Y comenzó a investigar.
Encajar las piezas
Empieza la "aventura". Cuando María del Carmen cerró el círculo de su padre, se puso, pues, con la historia de su abuelo. Empezó a tirar del hilo a raíz de un artículo publicado en 2001 por Ignacio Soriano titulado El archivo de Gonzalo de Reparaz, donde ella se cuestionaba por qué escribía eso si ya tenía el archivo de su padre en sus manos. Es entonces cuando se dio cuenta de que hablaba de su abuelo y de la importancia que él tuvo para Catalunya.
A partir de ese momento, comienza su lucha con la justicia española para recuperar todo aquello que pertenecía a su familia
"Allí me entero que se había hecho un trabajo de clasificación de los documentos de mi abuelo, que estaban en Salamanca", cuenta su nieta a El Nacional, al mismo tiempo que relata cómo, a partir de ese momento, comienza su lucha con la justicia española para recuperar todo aquello que pertenecía a su familia.
Entre las cajas de su abuelo, se pueden encontrar cartas con el líder de la Liga Regionalista, Francesc Cambó, con el presidente de la Mancomunitat de Catalunya, Enric Prat de la Riba, con los ya citados Pau Casals o Josep Puig i Cadafalch, el testamento y listas de armas del general carlista Tomás de Zumalacárregui -pariente de la familia Reparaz- e, incluso, la biblioteca de la reina Isabel II, que compró en 1905 en una subasta pública.
Su padre murió en 1984 pensando que toda esa biblioteca había desaparecido
Su padre murió en 1984 pensando que toda esa biblioteca había desaparecido. Eso sí. Como se puede leer en sus cartas, nunca dejó de batallar para que le fuera devuelta la documentación y la mención a la biblioteca es permanente. "Yo solo pido paz y que me dejen descansar los años que me queden de vida con mi mujer y mis libros", rezaba el escrito que leía ella misma para este diario, al mismo tiempo que nos cuenta que "mi padre prácticamente se formó con esa biblioteca, mi abuelo fue su profesor, y para él esa biblioteca significaba conocimiento".
En febrero de 2003, María del Carmen decide venir a España -primero a Madrid y luego a Barcelona- "para descubrir qué hay detrás de todo esto", pero, confiesa, "aún no estaba preparada para asumir lo de la búsqueda de mi abuelo porque todavía estábamos viendo lo de mi padre". Ese mismo año se desplazó a Salamanca, al archivo, donde desde 1939 permanecía toda la documentación y biblioteca de su abuelo, incautada aquel mismo año en Madrid. Poco después, su abuelo fallecía.
"Visualizar esos documentos me llevó a decir: ‘oye, yo tengo un pasado, y ese pasado es tangible’", expone su nieta, al mismo tiempo que añade que "saber quién eres, de dónde vienes, te da una mirada hacia el futuro de dónde vas".
La batalla...
Es en este momento cuando empiezan los problemas. "Pedí fotocopias y me dijeron que esa tarde no me las podían dar porque el procedimiento era darlo al día siguiente. Yo esa tarde regresaba a Madrid porque al día siguiente viajaba a Perú. Entonces pedí hablar con el director y me recibió muy amable, pero me dijo que lamentándolo mucho, él no podía hacer nada para que me dieran las fotocopias esa tarde porque las normas del archivo eran como eran. Yo le dije que me iba a Perú y que esos documentos no eran suyos, que eran de mi familia, y él me dijo que 'lo lamento mucho, pero no son suyos'. No pude regresar a Perú con las fotocopias. Se las mandaron a casa de un pariente mío en Madrid y las recibí al cabo de más de un mes".
En 2003, María del Carmen le aseguró al director del archivo de Salamanca que algún día estos papeles volverían a sus manos
Pero eso fue lo de menos dentro de la gravedad del asunto. Sería solo el inicio de una lucha que se alargaría casi 14 años -hasta noviembre de 2016- para recuperar todo aquello que pertenecía, y pertenece, a su familia, eso es, asegura, "para recuperar algo que era mío". Ella lo tenía claro y así se lo fue repitiendo a lo largo de los años: "Estos papeles volverán a mis manos algún día". Se lo dijo al director del archivo, pero también se lo dijo a ella misma.
Firme y convencida, y después de que el geógrafo Oriol Nel·lo se comunicara con ella en 1995 para publicar un libro sobre su padre, en 2006 se puso en contacto con el abogado y portavoz de la Comissió de la Dignitat, Josep Cruanyes, y se encontró con él cuando vino a realizar un documental sobre la vida de su padre con TV3 y la cooperativa Manual. Lamentablemente, en aquel momento, Cruanyes le dijo que no tenía nada sobre el tema y le aseguró que estaban investigándolo, pero le dejó claro que cualquier cosa que supiera, se la haría saber.
...¿política?
María del Carmen no tardó en tener notícias de Cruanyes. El 26 de diciembre de 2008, el gobierno de Zapatero estableció en el Real Decreto 2134/2008 el plazo de un año para recuperar los papeles y, además, acordaba que el retorno lo tenían que hacer las comunidades autónomas.
Solo una persona tuvo conocimiento de la existencia de la ley que permitía a los particulares recuperar los papeles de Salamanca
Solo una persona tuvo conocimiento de la existencia de este decreto, que fue publicado en el BOE durante las vacaciones navideñas sin ningún anuncio de ningún tipo por parte del gobierno socialista. Esa persona fue María del Carmen y lo descubrió porque la avisó Cruanyes, quien, desde entonces, fue su abogado de manera totalmente altruista, por, como dice él mismo, gratia et amore, aunque ha asegurado que "lo he hecho con mucho gusto".
"Si yo no hubiese hablado con él [con Cruanyes], no me hubiera enterado, hubiera pasado el año y ahí queda"., quiere poner de manifiesto María del Carmen.
Cruanyes ya se lamento el año pasado en este diario de que "si la gente no tenía conocimiento de los papeles, y no les informaban, difícilmente se les podía hacer el retorno". Pero la nieta de Reparaz tenía la sartén por el mango y disponía de tiempo de sobras para hacer todos los trámites correspondientes para recuperar sus papeles de Salamanca.
La Comunidad de Madrid, el Ministerio de Cultura y el TSJM se lavaron las manos
Las distintas administraciones públicas, sin embargo, no se lo pusieron nada fácil. Primero lo pidieron a la Comunidad de Madrid puesto que la biblioteca de su abuelo salió de allí -donde tenían la casa familiar que tuvieron que abandonar- pero, como aseguró Cruanyes a El Nacional, "como el PP estaba en contra del retorno, contestaron que ellos no querían esta competencia y los enviaron al Ministerio de Cultura, que también se lavó las manos diciendo que era competencia de las comunidades".
Entonces decidieron probar suerte con el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Pero la respuesta también fue negativa. Lo peor de todo, cuenta María del Carmen, fue que "tardaran varios meses en contestar para acabar diciendo que no" y aún más teniendo en cuenta que ella fue la única persona que reclamó que se le devolvieran sus documentos. "Es anticonstitucional", le insistía Cruanyes para que no desfalleciera.
Finalmente, después de años de negativas, de viajes de ida y vuelta de Perú a España y de investigación, y de que incluso "desgastada y pareciéndome que hacía el ridículo un diario de Madrid publicara una nota sarcástica diciendo que yo era la única que reclamaba eso" -El País-, el Tribunal Supremo le dio la razón en marzo de 2016 y ordenó al Ministerio y a la Comunidad de Madrid que le devolvieran su fondo.
"Yo hubiese hecho un acto en Salamanca para tapar la boca a los catalanes que decían que no entregaban los papeles, pero no fue así"
Ella lo hubiese hecho diferente. "Por por un solo reclamo, yo hubiese hecho un acto en Salamanca, hubiera hecho entrega y hubiera sido motivo marquetero para decir: ‘Somos generosos’". De esta manera, pone encima de la mesa, "se hubiera tapado la boca a muchos, también a los catalanes que decían que no entregaban los papeles, pero no fue así".
La dama de oro
Como la historia de la Dama de oro, que cuenta que una anciana judía se pasó diez años luchando con el gobierno de Austria para reclamar el retrato de su tía Adele Bloch-Bauer pintado por Gustav Klimt, María del Carmen ha tardado más de una década en recuperar lo que le pertenecía a ella y a su familia.
"¿Dónde está la humanidad? Yo no entendía nada..."
"Solo me quedaba ponerme a llorar y pedir justicia", relata visiblemente emocionada, y lo justifica poniendo de relieve que su cargo como viceministra de Turismo no le permitía posicionarse demasiado en el asunto, "no me podía exponer", aseguraba. "¿Dónde está la humanidad?", se cuestionaba también, al mismo tiempo que se lamentaba de que "yo no entendía nada", aunque lo único que tenía claro era que "hecha la ley, hecha la trampa", así como que "tenía que haber algún interés político porque, sino, no se entiende". "Había motivos de sobras para desistir", sostiene.
Que el Supremo fallara a su favor, no implicó que se le devolvieran las costas de los abogados y de todos los gastos que María del Carmen tuvo que cubrir a lo largo de todo este viaje en el tiempo. Aun así, en medio de toda esta odisea, la nieta de Gonzalo de Reparaz vio cómo el universo se conjuraba, finalmente, a su favor.
La incompatibilidad de su cargo en Perú con esta búsqueda y reclamación le preocupaba bastante, pero en julio el gobierno peruano cambió. "A Dios doy gracias que me salí del cargo porque si a mí me hubieran dicho para entregarlo mientras ocupaba el puesto, no hubiese sido bien visto políticamente" y, además, explica, "no sabía cuál era la posición del gobierno peruano y hubiera tenido que dimitir".
Fusión de vidas
"Todo coincidió", asegura María del Carmen, que además cuenta que precisamente para la fecha que la citaron para devolverle el fondo de su abuelo, ella estaba en España. Fue el 4 de noviembre, un día después de que Mariano Rajoy jurara el cargo como presidente de España, y justo el mismo día en que lo hacían los nuevos ministros.
Después de darle muchas vueltas y de reflexionar muy bien, María del Carmen ha decidido que los documentos "tenían que estar con los de su hijo como un gesto simbólico". La historia, pues, de un padre y de un hijo que se separaron para irse al exilio, cada uno en una punta del mundo, para no volverse a ver, se unirá este lunes 29 de mayo en el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya, en un acto presidido por el conseller de Territori, Josep Rull, donde se juntaran las bibliotecas de sus dos antepasados.
El padre y el hijo se encuentran a través de sus papeles 78 años después en la ciudad de donde salieron al exilio
"El padre y el hijo se encuentran a través de sus papeles 78 años después en la ciudad de donde salieron al exilio", narra su nieta y su hija, al mismo tiempo que, con un aire de paz y de tranquilidad, asegura que "con eso cerré un círculo".
Internacionalizar Catalunya
Catalunya ha sido muy importante para su abuelo, también para su padre y, desde que empezó esta búsqueda, lo es -y mucho- para ella. Nos cuenta que su estancia en el territorio catalán "termina siendo un momento importante en el desarrollo intelectual de mi padre para la aplicación de trabajos que hizo posteriormente en Perú".
Cambó pidió por carta a su abuelo cómo podían internacionalizar Catalunya y el comercio exterior desde Suiza
De hecho, Cambó pidió por carta a su abuelo -que en ese momento vivía en Ginebra- cómo podían internacionalizar Catalunya y el comercio exterior desde Suiza. Y es que Gonzalo de Reparaz padre había estado (también) muy vinculado a la vida política catalana. Todas sus cartas con personalidades relevantes del momento político se encuentran en el fondo devuelto a su nieta en noviembre del año pasado.
Ésta es la historia de un padre y un hijo que "sin ser catalanes estuvieron involucrados en la vida catalana" y, precisamente por eso, María del Carmen asegura que "no puedo dejar de tener ese afecto por Catalunya". Por eso, porque "la vinculación que han tenido con Catalunya ha sido muy fuerte y a mí me ha permitido conocer este pasado que no había sido para mí tan claro como lo tengo hoy" y, además, porque, subraya, "han sido muy amables y cariñosos mis amigos catalanes, que me han permitido en el transcurso de estos 14 años ir armando mi historia".
Una historia que nada tenía que ver al principio con la política para María del Carmen pero que, finalmente, vio cómo el Gobierno español le puso todo tipo de trabas para impedir que recuperara sus archivos, sobretodo aquellos relacionados con Catalunya.