Para conmemorar los 90 años de la constitución del Parlament de Catatalunya han asistido casi todos los expresidents de la Generalitat contemporánea. Excepto Quim Torra, que ha excusado sus ausencia por motivos familiares, y Pasqual Maragall, que ha delegado a la representación en una hija suya. Sí que han ido el president Artur Mas, el president José Montilla y, también, el president Jordi Pujol, recién recuperado de un ictus. La última vez que pisó la cámara catalana fue en 2016, hace seis años, donde sin ser invitado fue al acto institucional de despedida a Muriel Casals, y se sentó discretamente en las últimas filas del auditorio. El anterior ya fue para declarar en una comisión de investigación, la que investigaba el fraude y la evasión fiscal, en febrero del 2015. Mas y Montilla han ocupado hoy la primera fila de la tribuna de invitados, mientras Pujol ha acabado relegado a un segundo plano y solo le han acompañado su hijo Pere, Albert Batet y Laura Borràs. Más allá de su presencia, ha sido un acto de conmemoración sin sobresaltos, más allá del plantón de Vox y el discurso incendiario de Carlos Carrizosa (Ciudadanos) contra todo el mundo.
El acto, con 600 invitados, ha empezado con el visionado del discurso que pronunció el president provisional de la Generalitat, Francesc Macià, aplaudido por la gran mayoría del hemiciclo. Y la vicepresidenta en funciones de presidenta, Alba Vergés, ha recogido al testigo, asegurando que "hoy y desde hace noventa años" el Parlament ha pasado a ser "la cuna de la soberanía popular". No obstante, también ha recordado cómo "en 1936 el fascismo se alzó abocándonos de nuevo a una época oscura y tétrica que claursuró este hemiciclo". Y ha concluido, citando a Pau Casals ante la ONU: "Somos el primer país que tuvo un Parlamento. Y sabemos el valor que tiene la democracia, porque nos lan quitado demasiadas veces".
En su parlamento, como la mayoría de intervinientes, el president Pere Aragonès ha evitado saludar específicamente a Pujol y ha utilizado la fórmula "expresidents de la Generalitat". Su discurso ha servido para recordar cómo "estos 90 años no han sido fáciles", desde los 40 años de dictadura franquista hasta el recorte del Estatuto y el encarcelamiento de dirigentes independentistas por el 1-O. Sin embargo, ha contrapuesto el jefe del Govern, "hace noventa años empezó a abrir un camino de democrática y libertad", un camino que "nunca tenemos que dejar de abrir, con voluntad inequívoca de avanzar, de impulsar el país entero." Y ha remachado: "Así se construye un país de ciudadanos libres, así construiremos un país plenamente libre".
📝 90 años del Parlamento, la herencia democrática que ha llegado a nuestros días
También han intervenido los jefes de filas de los grupos parlamentarios. Albert Batet, de Junts per Catalunya, ha sido el único que se ha dirigido directamente al president Pujol para saludarlo, así como a todo el resto. El dirigente juntero ha reivindicado que "la libertad de los diputados es la libertad del Parlament y el respeto a la soberanía de Catalunya" y que "solo tendremos un Parlament plenamente democrático cuando tengamos un país libre". El líder de la oposición, el socialista Salvador Illa, ha mantenido el tono institucional y ha hecho una serie de consideraciones en torno al autogobierno de Catalunya, para valorarlo y "utilizarlo bien", en lugar de "fijar horitzonts imposibles, que es el camino seguro en la fustració". Illa ha reclamado que "estos noventa años sean un estímulo fructífero".
Por su parte, la CUP ha hecho un llamamiento a la desobediencia: "Si hay una cosa que se constata en 90 años es que el Parlament quiere hacer cosas para mejorar las condiciones de vida de la gente pero las instituciones del Estado se ponen a favor de los privilegiados". La diputada Montse Vinyets ha puesto el ejemplo de la ley de contratos de cultivo del 34, que la cámara catalana volvió a aprobar después de ser suspendida por el Tribunal de Garantías republicano. Ha exigido hacer lo mismo con la ley de contención de rentas de alquiler, suspendida hoy por el Tribunal Constitucional. En nombre de los comunes, Jéssica Albiach ha defendido con orgullo el tratamiento que da hoy la cámara a la extrema derecha, que "tendría que ser referente e inspiración para otras instituciones del Estado y del mundo". Y también ha advertido: "En el Parlament se tiene que poder hablar de todo, dentro de los márgenes de los derechos humanos. No puede haber ni censura ni autocensura".
El unionismo lo enfanga y Vox planta el acto
El españolismo, en cambio, ha intentado enfangar el acto de conmemoración. La extrema derecha de Vox directamente lo ha plantado y no ha asistido. Y el portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha protagonizado un discurso incendiario. Se ha dirigido al expresident Jordi Pujol para acusarlo de "instaurar una dictadura blanca" en Catalunya y se ha referido a los también expresidentes Artur Mas y José Montilla como "santones nacionalistas". También se ha referido a la figura de Macià, que "asentó las bases del golpismo"; de Lluis Companys, que "se alzó contra la República", y de Puigdemont y Junqueras, que "encabezaron un golpe". Un tono más diplomático ha mantenido Alejandro Fernández, del PP, que sí ha sido crítico con el independentismo por "desprestigiar el parlamentarismo y degradar la democracia".
Noventa años
El pasado 6 de diciembre se cumplieron noventa años de la sesión constitutiva del Parlament, fruto de las elecciones del 20 de noviembre de 1932, en que ERC obtuvo una mayoría absolutísima de 56 de los 85 escaños de la cámara catalana. Aquel día fue elegido Lluís Companys como presidente de la Mesa interina, y una semana más tarde, el 14 diciembre, sería elegido Francesc Macià como primer president de la Generalitat republicana. "Honramos este Parlament catalán, el cual al darnos las leyes nuestras será el impulsor de las libertades catalanas", proclamó Macià durante aquella sesión constitutiva, que fue declarada día festivo en Catalunya. Aquel discurso se ha proyectado en la sala de sesiones. Una exposición recordará hasta marzo esta efeméride en la sala de pasos perdidos.