Tras el debate del martes, que tuvo como público a representantes del campesinado y a las puertas del Parlament manifestantes que reclamaban ayudas y medidas al Govern, este jueves la cámara catalana ha abierto la puerta a una renta básica agraria, que el conseller David Mascort ya planteó desde el hemiciclo. Concretamente, el pleno ha votado a favor de presentar durante el 2024 un estudio relacionado con esta renta que priorice las pequeñas y medias explotaciones agroganaderas y que "permita avanzar en la transformación del sector agrario hacia la sostenibilidad económica social y ambiental".
El objetivo de esta propuesta presentada por Esquerra Republicana es asegurar la viabilidad del sector que se ha manifestado en las últimas semanas en Catalunya y también por todo el Estado y fomentar el relevo generacional, una de las principales preocupaciones de los campesinos que ven como los trabajadores se van envejeciendo. Aparte de ERC; el PSC, la CUP y los comuns han votado a favor, junto con Cristina Casol, diputada no adscrita, mientras que Junts y Cs se han abstenido y Vox y PP han votado en contra. Los republicanos han lamentado la abstención de Junts, criticando que en la moción que se presentó hace quince días y que apuntaba en la misma dirección de estudiar la Renta Básica Agraria si que votaron a favor.
Aval al cambio de nombre de la conselleria
Uno otra propuesta que cuenta con el aval del Parlament después de este pleno monográfico de campesinado es la del cambio de nombre de la hasta ahora conselleria de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, para incluir la tradicional fórmula de Agricultura, Pesca i Ramaderia, tal como se había comprometido el mismo David Mascort en una reunión de las reuniones con los representantes del campesinado desde que estallaron las protestas. Tanto Junts como ERC y el PP habían presentado propuestas en este sentido, que han quedado aprobadas.
Reducción de la burocracia: ventanilla única sí, ley no
Otra de las demandas constantes que hacen los representantes del campo es la de reducir la burocracia a la cual tienen que hacer frente y que les quita horas de trabajo en el campo. En este sentido, el Parlament ha instado al Govern a habilitar una ventanilla única y simplificar los trámites burocráticos, tal como ya tenía previsto el Ejecutivo y se había comprometido ante los trabajadores el campesinado. Al ser una de las quejas más habituales del sector, todos los partidos llevaban propuestas en la misma línea, recogiendo las demandas de los campesinos. Con todo, una propuesta de Junts para reclamar que en el plazo de seis meses se presente un proyecto de ley para desburocratizar el sector ha chocado con la oposición de la cámara.
Otra propuesta que no ha salido adelante es la de la distribuidora pública, que defendían ERC, la CUP y los comunes en una propuesta transaccionada. Esta ha chocado con el rechazo del resto de partidos de la cámara que han votado en contra de empezar los estudios para su creación.