El president del Parlament, Josep Rull, ha reunido este miércoles al pleno de la cámara para dar cuenta de la imposibilidad de proponer un candidato a la investidura de la Generalitat dentro del plazo de diez días hábiles que marca la ley con posterioridad a la constitución del Parlament. De esta manera, con un acto equivalente a una investidura fallida, la cuenta atrás para evitar una repetición electoral se ha puesto en marcha y los partidos tendrán que intentar llegar a un acuerdo antes del 26 de agosto para que no haya nuevos comicios el 13 de octubre. Los grupos parlamentarios han podido manifestar su opinión y se ha evidenciado que hay dos candidatos con voluntad de postularse a una investidura si llegan a un acuerdo que lo permitan: por una parte, Salvador Illa ha intensificado su apuesta por un acuerdo con Esquerra Republicana y Comuns; y de la otra, Junts ha defendido un Govern encabezado por Carles Puigdemont de la mano de Esquerra Republicana y la abstención de los socialistas.
🗳️ ¿Cuándo se podrían celebrar nuevas elecciones en Catalunya este 2024 si no hay investidura?
El hecho de que a lo largo del debate se haya hablado sobre estas dos opciones para la presidencia de la Generalitat ha centrado las miradas en la intervención de Esquerra Republicana, que se ha mostrado contundente y dura contra el PSC y Junts per Catalunya. El presidente del grupo parlamentario de los republicanos, Josep Maria Jové, ha instado a las dos formaciones a ir a la investidura "tantas veces como haga falta" y ha situado la presión de la repetición electoral en los de Salvador Illa y Carles Puigdemont: "Asomarnos al 13 de octubre está solo en sus manos".
El PSC y Comuns se conjuran en el mismo mensaje: "O pacto progresista o repetición electoral"
Tal como ya ha ido haciendo en los últimos días, el líder del PSC, Salvador Illa, ha querido aprovechar el pleno de este miércoles para explicar qué quiere hacer a lo largo de estos dos meses para conseguir su investidura y la única fórmula que quiere explorar para conseguirlo: un acuerdo con Esquerra Republicana y Comuns. El primer secretario socialista ha delimitado el terreno de juego y ha situado esta ecuación como "la única políticamente y aritméticamente viable" para evitar nuevos comicios el 13 de octubre. El dirigente del PSC se ha comprometido a intentar "por todos los medios posibles" que esta alianza fructifique tejiendo un pacto "sólido, ambicioso y hecho desde el convencimiento" con ejes como "la mejora con tanta determinación como haga falta y realismo" de la financiación o apelaciones a "desplegar todo el potencial de la cultura catalana" y su lengua. Eso sí, Illa ha dejado claro que lo quiere hacer "sin prisa, pero sin pausa" y dejando claro que solo hay dos opciones: "O pacto progresista o repetición electoral".
En términos similares se ha expresado Jéssica Albiach, la líder de los Comuns, que también considera que solo un acuerdo de los suyos con el PSC y ERC puede evitar nuevas elecciones: "Los números son los que son y no mienten. Aunque algunos no les guste la realidad, o hay un acuerdo entre Esquerra, socialistas y Comuns o hay repetición electoral. Pido no disfrazar la realidad y no generar falsas expectativas". Albiach se ha mostrado "optimista" que esta alianza pueda salir adelante y, a pesar de las discrepancias, ha mencionado aspectos que comparten, como la lengua catalana, la amnistía, el traspaso de Rodalies o que "los más ricos tienen que pagar más". La dirigente se ha dirigido a las otras dos formaciones para trasladarlos que tienen una "obligación en medio de una desafección galopante y de un clima de antipolítica que alimenta los partidos del odio". "No va de cheques en blanco ni tampoco de tacticismos, va de buena voluntad negociadora. Señor Illa, es usted quien aspira a ser president, tiene la máxima responsabilidad de reunir las mayorías suficientes y son los que más se tienen que mover", ha advertido, apuntando a la crisis de la vivienda como principal prioridad con medidas como la regulación de los alquileres de temporada o de las habitaciones.
Junts sitúa como referencia el acuerdo de Bruselas para permitir la investidura de Puigdemont
Por parte de Junts, el presidente de su grupo parlamentario, Albert Batet, ha reivindicado de nuevo la apuesta para que Carles Puigdemont lidere el próximo Govern con una "mayoría independentista" y que, aritméticamente, solo es posible con una abstención del PSC: "El resultado de las elecciones del 12 de mayo hacen posible una mayoría independentista para encabezar el Govern". En este sentido, Batet ha criticado a los socialistas para intentar "deslegitimar" esta opción: "El señor Collboni no ganó las elecciones y es alcalde con los votos de los Comuns y el PP. Sánchez no ganó las elecciones y es presidente, entre otros, por los votos indispensables de Junts".
La receta, para el partido de Puigdemont, es permitir un ejecutivo "de estricta obediencia catalana que defienda los intereses materiales y nacionales de los catalanes sin dependencia de Madrid". En paralelo, Albert Batet ha situado el acuerdo de Bruselas con el PSOE como marco de referencia para este nuevo Govern: "La esencia de este pacto permite que muchos partidos se puedan sentir cómodos, entendemos que también el PSC. Nos permite superar los déficits y limitaciones del autogobierno y avanzar en el reconocimiento nacional de Catalunya". Por último, el presidente del grupo parlamentario de Junts ha admitido que "evitar unas nuevas elecciones es una responsabilidad compartida", pero ha insistido en que harán "todo el posible" para que Puigdemont sea president: "Trabajaremos con seriedad, humildad y discreción". Mientras tanto, Illa ha vuelto a negarse a la posibilidad de abstenerse: "No hay más opciones que un pacto progresista. Así son las cosas, gusten o no".
ERC se subleva contra el PSC y Junts
Lo cierto es que, para que Salvador Illa o Carles Puigdemont puedan ser presidentes, tanto uno como el otro necesitarán los votos de Esquerra Republicana. Los republicanos han elevado el tono y han arremetido contra el PSC y Junts por no haberse presentado a la investidura: "Es de no tomarse el país seriamente especular con nuevas elecciones. Si se esconden y se resisten es por incapacidad e irresponsabilidad", les ha reprochado a Josep Maria Jové, quien también ha hablado de "falta de valentía y coraje" recordando que el president Pere Aragonès sí que se sometió a una investidura que ya sabía que sería fallida.
Jové ha remarcado que hay "varias mayorías" que suman después del 12-M y se ha preguntado por qué no se entienden el PSC y Junts: "Tienen mayoría sobradamente. Se pasaron la legislatura anterior sumando para ir a la contra. Si comparten modelo socioeconómico, ¿por qué no comparten Govern?". Visto que este pacto se avista imposible, el dirigente republicano ha subrayado que ninguno de los dos partidos pueden "dar por hechos los votos de Esquerra": "A Junts, no lo pueden dar por hecho por ser independentistas como lo somos nosotros; y al PSC, tampoco lo pueden hacer por considerarse de izquierdas como nosotros". "Haremos valer nuestros 20 diputados y seremos muy exigentes, no jueguen con el calendario electoral en beneficio propio o para presionarnos porque la responsabilidad les toca asumirla a ustedes", ha advertido Josep Maria Jové, recordando que ponen como condiciones la autodeterminación, la financiación singular, el fortalecimiento y reconocimiento nacional de Catalunya o la lengua catalana.
A su vez, la CUP tampoco ha garantizado su apoyo a Junts porque tienen un "programa antisocial y quiere hacer un Govern con el beneplácito del PSC": "Solo nos podemos entender con quien pretenda hacer del independentismo una propuesta para mejorar la vida de la mayoría de la población, y hoy pasa por la ruptura con el Estado. Junts no nos propone nada en este sentido", ha defendido Laia Estrada. Los cupaires consideran que las alianzas para hacer Govern "pueden cambiar a lo largo de la legislatura" y por eso ha considerado que el PSC y Junts se podrían entender después de una investidura: "No facilitaremos el retorno de la sociovergencia".
El PP sale en tromba contra el PSC
El líder del PP, Alejandro Fernández, se ha lanzado en tromba contra el PSC a lo largo de su discurso. Fernández ha afirmado que el PSC "ha vuelto a engañar" a los catalanes y que "no sirve para nada" votarlos: "Querían abrir una nueva etapa y cerrar la del procés, pero siguen alimentando al procesismo como vimos el 10 de junio con la Mesa del Parlament. No quieren saber nada de los constitucionalistas catalanes y nos aplican un cordón sanitario". Nadie está en disposición de decir hoy si se repetirán elecciones o no, pero nosotros podemos decir que haremos lo contrario al PSC, no engañaremos a nadie y solo investiremos a quien se comprometa a acabar con el procés aquí y en Madrid. Se tiene que enviar al secesionismo a la oposición aquí y quitarles la llave en Madrid", ha sentenciado.
Rull llama la atención a Vox y Aliança Catalana
Por su parte, la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, se ha estrenado en el atril del Parlament celebrando la llegada de su formación a la cámara catalana a consecuencia de que casi 120.000 catalanes han dicho "basta a años de promesas incumplidas y políticas proinmigracionistas que han trinchado el país". "No nos hemos presentado para investir a españolistas ni procesistas. La era de la corrección política y el pensamiento único se ha acabado", ha afirmado. Orriols ha pedido un "control estricto de las fronteras y la restitución del estado catalán" como condiciones para investir a algún candidato y ha instado a "no regalar los recursos a quien ha venido a vivir de rentas, delinquir y cuestionar los valores occidental y nuestro dominio cultural".
Más tarde, Ignacio Garriga, de Vox, también ha centrado su discurso en mensajes contra la inmigración: "Mientras ustedes escenifican carteles y preocupaciones que se remontan 87 años atrás -en referencia a las pancartas que han mostrado varios grupos con imágenes de Aurora Picornell y las Roges del Molinar-, nosotros venimos a hablar de nuestros compatriotas que fueron asesinados recientemente por un marroquí cerca del Parlament". Ante estos dos discursos, Josep Rull ha advertido que no amparará los discursos de odio y que combatirá aquellas expresiones que "transgredan la libertad de expresión", haciendo referencia a jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).