La exconsellera de Salut y actual diputada de ERC Alba Vergés ha sido escogida este jueves vicepresidenta primera del Parlament en sustitución de Anna Caula, que ha dejado su escaño para ser la secretaria general del Deporte de la Generalitat.
Alba Vergés ha sido escogida vicepresidenta primera mediante el tradicional sistema de papeletas en las cuales los diputados escriben un nombre y lo depositan en una urna, siendo el nombre del diputado que obtiene más votos lo que queda designado para ocupar el cargo.
La nueva vicepresidenta primera ha contado con 69 votos favorables de la mayoría parlamentaria independentista, de acuerdo con el pacto para escoger los miembros de la Mesa, con lo que ha sido avalada por los diputados de su grupo, ERC, y también los de Junts y de la CUP. El resto de formaciones, han votado en blanco, a excepción de Vox, que ha votado a su diputada Maria García Fuster.
Después de la votación, Vergés ha ocupado su nuevo lugar en la Mesa del Parlament, y el pleno ha continuado en una formado reducido de unos 70 diputados en el hemiciclo, a causa de las medidas sanitarias por la pandemia de coronavirus.
Retorno a la Mesa
Vergés volverá a estar en la Mesa del Parlament, ya que anteriormente formó parte como secretaria cuarta durante los primeros meses de la anterior legislatura, hasta que fue nombrada consellera de Salut y tuvo que encabezar la lucha contra la Covid-19 desde la Generalitat.
La hasta ahora vicepresidenta primera del Parlament, la republicana Anna Caula, ha sido nombrada secretaria general del Deporte por el nuevo Govern, y ya anunció días atrás su voluntad de abandonar la Mesa y también su escaño como diputada.
Cuando justo hace dos meses que ha empezado a caminar la legislatura, ya se han producido dos bajas en la Mesa del Parlamento. A diferencia de la marcha de Caula, la de Jaume Alonso Cuevillas fue conflictiva. Unas declaraciones del abogado de Junts poniendo en duda la utilidad de impulsar declaraciones simbólicas forzaron su dimisión.
Su relevo como secretario de la Mesa fue motivo de polémica, porque se produjo en llena agitada negociación entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana por la investidura de Pere Aragonès. Los republicanos amagaron con no dar apoyo a la candidata propuesta por Junts, Aurora Madaula, como mecanismo de presión. Finalmente, sin embargo, ERC garantizó su apoyo.