Con menos ruido, Junts pel Sí y la CUP han aprobado este jueves otra de las llamadas leyes de desconexión, la de la Agencia Catalana de Protección Social, que crea un organismo para coordinar prestaciones y servicios que podría asumir nuevas competencias en caso de independencia. Lo han hecho en el pleno de este jueves por la mañana. Han rechazado las enmiendas que habían presentado Ciudadanos, el PSC y Catalunya Sí Que es Pot.
Desde Junts pel Sí, el diputado Chakir el Homrani ha defendido la necesidad de que Catalunya disponga de una "agencia unificada y especializada en la gestión de las prestaciones sociales", bajo los principios "transparencia, predictibilidad, participación y territorialización". También ha destacado el hecho de que el director de esta agencia sea escogido por el Parlamento, con mandatos de cinco años.
Desde la oposición, Joan García (Ciutadans) ha tildado la ley de "chapuza", porque "la mitad tiene voluntad de desconexión y la otra mitad es una agencia autonómica". En la misma línea, Fernando Sánchez (PP) ha criticado que "anunciaron una ley de ruptura y venden con una ley autonómica de segundo nivel".
Por su parte, el portavoz de CSQP, Joan Coscubiela, ha asegurado que la agencia nace con un "doble lenguaje", porque JxSí y la CUP la han presentado "un día como una estructura de estado y el día siguiente como una ley de desarrollo autonómico". La portavoz socialista Eva Granados ha dicho que Catalunya necesita una agencia, pero que "no es ésta".
La ley aprobada por el pleno crea la Agencia Catalana de Protección Social, el organismo que se tiene que encargar de desplegar el sistema de protección social en Catalunya y gestionar en los recursos. En un futuro, si Catalunya se convierte en un estado independiente, podría adoptar nuevas competencias y representar a la Generalitat en las instituciones internacionales en materia de protección social.