En plena segunda sesión de la investidura —fallida— de Alberto Núñez Feijóo, el Parlament ha aprobado una propuesta de resolución clave para la partida que se intensificará a partir de la próxima semana: la eventual investidura de Pedro Sánchez. El jueves por la tarde, Esquerra Republicana y Junts per Catalunya recosían una tibia unidad para buscar collar las negociaciones con el socialista: si no hay avances en el referéndum, no hay investidura. Y así lo ha validado la cámara catalana este viernes con los votos a favor de los dos grupos independentistas y la abstención de la CUP. Concretamente, la propuesta de resolución ha obtenido 65 votos a favor, 54 en contra, 9 abstenciones y seis diputados que no han votado (los de Ciutadans).
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En concreto, el texto transaccionado por los republicanos y juntaires subraya que la resolución del conflicto político entre Catalunya y el Estado "pasa por la vía política y democrática" y que eso quiere decir reafirmarse en la "defensa del ejercicio del derecho a la autodeterminación, es decir, que Catalunya pueda decidir su futuro colectivo a través de un referéndum". Es más, añaden que el mandato que "salió" del 1-O solo puede ser sustituido por un referéndum acordado con el Estado. Es justamente este punto el que ha hecho que los cupaires no voten favorablemente. Para los anticapitalistas, no se puede aceptar como única estrategia que el ejercicio del derecho a la autodeterminación se haga con un referéndum acordado.
Y sobre la investidura, el escrito explicita que el Parlament se pronuncia a favor que "las fuerzas políticas catalanas con representación en las cortes españolas no den apoyo a una investidura de un futuro Gobierno que no se comprometa a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración de un referéndum". El jueves por la noche, el PSC y el PSOE advertían que, por este camino, "no hay avance posible", pero reiteraban la apuesta por el diálogo. El enfado entre los socialistas por esta propuesta de resolución es notorio y este viernes ellos también han querido elevar el tono para advertir que, si se mantiene como exigencia, no temen ir a elecciones el 14 de enero.
Reproches del PSC y los comunes
A pesar de esta tensión generada por la resolución, tanto desde Esquerra como desde Junts consideran que esto no dificulta más la negociación, ya que sostienen que estas condiciones ya las conocían los socialistas. Ahora bien, ello no ha evitado reproches en público desde el atril del Parlament por parte del PSC y de los comunes. La portavoz de los socialistas, Alícia Romero, ha querido enfatizar que en las elecciones del 23 de julio los catalanes apostaron por el "diálogo que hace llegar a acuerdos, por el progreso y la convivencia y para superar la división". "No hay otro camino posible, el arrebato no puede ganar al 'seny' y la necesidad de protagonismo y gesticulación no puede ganar al trabajo", ha lanzado. El PSC ha lanzado un nuevo aviso ante la propuesta de autodeterminación: "Poner la directa no puede ser nunca la mejor opción". No obstante, Romero ha dejado un mensaje que abre la puerta a seguir explorando el acuerdo: "Pondremos todos los esfuerzos para alcanzarlo".
David Cid, portavoz del grupo que lidera Jéssica Albiach, ha alertado a los grupos independentistas que "una negociación no puede ser una competición" y los ha instado a "respetar la interlocución y las confianzas construidas". "Hace falta altura de miras y responsabilidad, no podemos dar una segunda oportunidad a quien quiere incendiar Catalunya", ha afirmado Cid, destacando que tampoco piden a ERC y Junts que voten "gratis" la investidura. Para los comunes, "no hay que quitar valor a las victorias conseguidas", entre las cuales ha mencionado el uso del catalán en el Congreso, la probable futura oficialidad del catalán en la Unión Europea y, como futurible, la amnistía.
Los independentistas cargan contra el PSC: "Niegan la democracia"
Desde Esquerra Republicana, la portavoz Marta Vilalta ha avisado al PSC que "si quieren gobernar su país", hará falta que respeten los "grandes consensos de Catalunya": "El referéndum no es división, ni ruptura, ni discordia; es democracia y está en sus manos". También Mònica Sales, portavoz de Junts, ha señalado durante su intervención que "la democracia nunca divide" y ha recalcado que solo se puede sustituir el mandato del referéndum del 1 de octubre por uno "pactado" con el Estado.
Por parte de la CUP, Dolors Sabater ha insistido en que la amnistía y la autodeterminación son "indiscernibles". Ante la oposición del PSC a la autodeterminación y el escenario que ha abierto Illa de una repetición electoral, Sabater ha afirmado que los socialistas representan el "antes facha que rota". "Negar el anhelo de un 80% de la población rompe la convivencia y la concordia, votar no divide ni es un delito, sino que es la mínima expresión de la democracia, están negando la propia democracia", ha indicado la cupaire.