"Cierren los ojos por un momento". Con estas palabras se ha pronunciado Josep Maria Llop desde el atril del Parlament para intentar hacer sentir a los diputados presentes en la sala que comporta ser ciego. "Cojan el móvil, toquen la pantalla y seguramente se darán cuenta de que no saben qué tienen que hacer". Para una persona nada acostumbrada a sufrir esta discapacidad, la vida es prácticamente imposible, pero también para aquellos que la han sufrido toda la vida hay dificultades. Y las personas ciegas catalanohablantes aún tienen más.
Llop, que fue diputado de Convergència entre 2011 y 2012 y es invidente, ha comparecido ante la cámara para denunciar la problemática a la cual se deben enfrentar. Si el catalán ya se encuentra en una situación preocupante en el ámbito social, en el tecnológico tampoco la realidad es mucho más optimista. "Sufrimos una discriminación injustificable e intolerable", ha lamentado. "La lengua catalana no forma parte, en muchas ocasiones, de las síntesis de voz disponibles en los dispositivos móviles, en las tabletas y en los ordenadores". Eso complica sus capacidades a la hora de trabajar, disfrutar de la cultura, o aprovechar los ratos de ocio. Una realidad que no tendría que producirse teniendo en cuenta que el mundo de la tecnología ha adelantado tanto en los últimos años que el coste de incluir el catalán, lengua que hablan cerca de 10 millones de personas, es hoy "prácticamente irrisorio", según ha recordado Llop.
Para solucionar esta discriminación, el exdiputado ha apelado a los grupos políticos que se pongan al trabajo y garantizan la igualdad de oportunidades de invidentes y el resto de la sociedad. Para hacerlo posible, ha instado a las instituciones a tomar "todas las acciones necesarias" con el fin de forzar las empresas a incorporar el catalán en todos los programas de aquellos productos que incorporan la síntesis de voz, como aspiradoras, lavadoras o cajeros automáticos. Algunas empresas, como Microsoft y Apple, ya han actuado por pie propio, y el proyecto Aina del Govern ayuda, pero el camino que queda para recorrer si se quiere igualar el catalán con el resto de lenguas con una cifra similar de usuarios es aún largo. Ahora bien, este objetivo es plenamente posible, según Llop. "Solo hace falta voluntad política", ha señalado.
PSC, ERC, Junts, CUP y comuns, a la una
Una voluntad política que sí que han evidenciado algunos partidos de la cámara. El PSC, ERC, Junts, la CUP y los comuns han presentado una propuesta de resolución conjunta en defensa de las personas ciegas catalanohablantes y lamentando la "ausencia" del catalán de los principales asistentes de voz, lectores de pantalla parlantes y sistemas de conversión a la grafía braille más usados. "Por consiguiente, las personas ciegas no disfrutan de los mismos derechos lingüísticos que el resto de la ciudadanía", critican. Para hacer frente, subrayan la necesidad de que el Govern actúe de forma "contundente" para asegurar el pleno disfrute de los derechos lingüísticos de los afectados, que se ven "doblemente discriminados".
La iniciativa pretende generar un plan interdepartamental que vele para garantizar los derechos lingüísticos de las personas ciegas catalanohablantes con un puñado de acciones. Entre ellas, se quiere solicitar a las empresas desarrolladoras de dispositivos inteligentes la incorporación del catalán "en el menor tiempo posible"; fomentar los derechos lingüísticos de los ciegos catalanohablantes asegurando que los productos y servicios que reciban contratación pública utilicen el catalán en su tecnología digital; garantizar la promoción y el despliegue de recursos para proyectos que contribuyen a hacer efectiva la presencia del catalán en los sistemas de reconocimiento de voz y lectura de pantalla; y asegurar que esta sea la lengua de configuración por defecto de los dispositivos digitales de la administración pública catalana. Una enmienda de la CUP también ha servido para hacer extensivos todos los acuerdos de esta propuesta de resolución al aranés. Solo Vox ha votado en contra de todas las propuestas.