Como era previsible, los presupuestos de la Generalitat han superado su primer paso en el Parlament de Catalunya. La cámara catalana ha tumbado este martes por la tarde las enmiendas a la totalidad que habían presentado Junts per Catalunya, la CUP, la extrema derecha de Vox, Ciudadanos y el PP. Marcador: 59 votos a favor y 74 en contra. De esta manera, se impone la mayoría forjada por el Govern en solitario de ERC con el PSC y los comunes. Las segundas cuentas del president Pere Aragonès sigue así su tramitación parlamentaria, que está prevista en un tiempo récord y tendría que culminar con la votación final el próximo 10 de marzo. El debate ha evidenciado nuevamente el abismo entre las formaciones independentistas, con acusaciones cruzadas.
Tanto Junts per Catalunya como la CUP han señalado, por motivos diferentes, el pacto con el PSC de Salvador Illa. Consciente de ello, ya en su intervención inicial, la consellera Natàlia Mas ha dejado claro que solo es un "acuerdo concreto y puntual" y "nada más que eso". Además de reivindicar que son las cuentas "más expansivas de la historia", los republicanos han reiterado su "mano tendida" para que se puedan sumar otras formaciones, con la mirada fijada en Junts per Catalunya, los exsocios de gobierno de coalición. Una "mano tendida" y "toda la predisposición" que también ha ofrecido la portavoz Marta Vilalta.
Pero no han conseguido convencer ni a unos ni a otros. Junts per Catalunya, que escenifica que está en la oposición después de la salida del Govern, ha cargado contra unas cuentas donde denuncian que "gana el autonomismo y pierde el independentismo". La portavoz Mònica Sales ha reprochado que "la mayoría de diputados que aprobarán las cuentas —41, los 33 de los socialistas y los 8 de los comunes— están en contra de la independencia, por lo tanto, los presupuestos son un freno para avanzar hacia el estado propio". En una línea muy diferente, la CUP ha denunciado unos presupuestos donde el PSC ha colado "todas las mierdas de la patronal", en referencia a los macroproyectos. La diputada Eulàlia Reguant ha criticado que el president Aragonès "ha atado la legislatura y el país al PSC más gris, más de derechas y más españolista".
La republicana Marta Vilalta ha respondido a los dos. A Junts per Catalunya les ha reprochado que abandonen constantemente sus responsabilidades: "Su propuesta, más allá de las críticas o el abandono del Gobierno, no sabemos cuál es". Y ha respondido a las críticas: "Dicen que los presupuestos son un freno a la independencia. ¿En qué punto? ¿En qué medida?". En respuesta a los cuperos, Vilalta ha lamentado que no hayan querido ni siquiera sentar, que "hayan decidido replegarse y no dejar huella en las políticas". También ha rebatido que hay "cero euros en estos presupuestos para los proyectos que llaman tóxicos".
Ni PSC ni comunes "apuntalan" al Govern
Los dos socios del Govern en estos presupuestos también se han encargado de recordar que están en la oposición. Lo ha hecho la portavoz parlamentaria del PSC, Alícia Romero, quien ha negado que su partido tenga "ninguna intención de apuntalar al ejecutivo", pese a abrirse a llegar a nuevos entendimientos con los republicanos. Romero lo ha situado en su "oposición constructiva". En nombre de los comunes, su líder Jéssica Albiach ha defendido que es mejor tener un presupuesto "que no tenerlo". En este punto, ante las críticas de Junts, les ha recordado las alianzas que tienen con el PSC en algunas diputaciones, así como en algunos municipios de Catalunya. "Un poco de solidez en sus argumentos", ha pedido. Y también se ha dirigido a la CUP. Ante la petición reiterada de que rompan el pacto, les ha rebatido ellos hicieron president a Pere Aragonès y vicepresident a Jordi Puigneró.
Solo un sobresalto
El debate a la totalidad de los presupuestos en el Parlament ha salido casi según el guion previsto. Excepto cuando ha acabado la intervención de la portavoz republicana Marta Vilalta. En este momento, varios activistas sentados en la tribuna han desplegado una gran pancarta contra los macroproyectos pactados entre el Gobierno y el PSC, convocando a la manifestación que tendrá lugar el próximo 4 de marzo en la Plaza Catalunya de Barcelona. Los ujieres han hecho retirarla en pocos segundos.