El voto del Partido Popular determinará este martes si se acepta o se rechaza la propuesta de destitución del presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne, de Vox, presentada por los diputados de la izquierda después de que el pasado junio protagonizara una lamentable escena en la cámara, cuando rompió una foto de Aurora Picornell, fusilada por el franquismo, además de expulsar dos miembros de la Mesa que tenían imágenes de víctimas de la dictadura. Por esta acción, el presidente ultra ha sido imputado por un presunto delito de odio, por una denuncia presentada por la Associació Memòria de Mallorca y las familias tanto de la misma Picornell como de Antònia y Maria Pascual, y está citado a declarar el próximo 27 de septiembre.

La solicitud de remoción presentada por las fuerzas de izquierdas baleares considera "extremadamente grave e inédita en la cámara autonómica" la situación que se produjo en el pleno del pasado 18 de junio, en el que se debatía la toma en consideración de la derogación de la Ley de Memoria, cuándo Le Senne rompió de una tirada, arrugó y tiró al suelo, las fotos de las conocidas como 'les Roges del Molinar', entre ellas Aurora Picornell, hija ilustre de Mallorca. Las fotos que rompió Le Senne estaban enganchadas a los ordenadores portátiles de la vicepresidenta y la secretaria segunda del Parlamento, las socialistas Mercedes Garrido y Pilar Costa.

Según el escrito de solicitud de remoción de Le Senne, este ordenó a ambas que retiraran las fotos, las arrancaron "de manera violenta" y expulsó del pleno a las dos diputadas, todo eso sin aval reglamentario ni fundamentación jurídica. La petición de remoción indica que la actuación del presidente del Parlamento "va en contra de los principios de respeto, orden, disciplina parlamentaria, democracia y pluralismo que siempre tienen que regir la actuación de la Mesa y que emanan del Reglamento del Parlamento" y lo considera una actuación "claramente arbitraria, de una violencia inaceptable y una falta evidente de neutralidad e imparcialidad".

La moción contra Le Senne necesita al PP

Hoy por hoy, el gobierno y el Partido Popular siguen haciendo juegos de malabares para no dejar claro su posicionamiento, y dejan entrever que incluso podría haber un acuerdo de mínimos con Vox, que haría muy probable que Le Senne continúe en su cargo, con el objetivo que el ejecutivo pueda sacar adelante las medidas de la legislatura. Todo eso, aunque la presidenta Marga Prohens insinuó en julio, que como la extrema derecha había roto el pacto de gobierno con el PP, Le Senne tenía que abandonar el cargo.

El portavoz y vicepresidente del gobierno balear, Antoni Costa, apuntaba el pasado viernes qué "el PP nunca ha dicho que se tenga que cesar Le Senne", y que la decisión la tendría que haber tomado el mismo presidente del Parlamento cuando estalló el escándalo. A pesar de las constantes negativas a un posicionamiento claro, Costa dice que ahora hay una remoción sobre la mesa, su grupo tomará una decisión el mismo martes. La propuesta de destitución de Le Senne está formulada por 12 diputados, los de los grupos Socialista y Més per Mallorca, así como los dos de Més per Menorca y la de Podemos que están en el Grupo Mixto, y necesita si o si el posicionamiento a favor del grupo parlamentario del PP, para que la moción pueda prosperar.