Ha sido una jornada larguísima y pesada pero el pleno del Parlament ha conseguido aprobar esta noche la ley del Referéndum. La proposición de ley ha quedado ratificada con los 72 votos de JxSí y la CUP y la abstención de los 11 diputados del grupo de CSQP -roto durante el debate-, mientras Cs, PSC y PP han abandonado el hemiciclo a la hora de la votación. La aprobación se ha visto precedida de un maratón de casi doce horas de aquello que en el lenguaje parlamentario se conoce como filibusterismo y que consiste en utilizar todos los mecanismos que ofrece el reglamento de la Cámara para dilatar el debate. Todo ello, observando constantemente los movimientos y la respuesta política de Madrid.
La Mesa había aceptado a trámite la proposición de ley en una reunión previa al pleno, a las nueve de la mañana. A las diez y cuarto, antes de empezar la sesión de control, JxSí ha pedido incluir este punto en el orden del día. Pero este movimiento ha desatado una avalancha de réplicas de la oposición que ha obligado a interrumpir el pleno hasta cinco veces para reunir la Mesa y la Junta de Portavoces. Aparte de una hora para comer que la Mesa ha intentado evitar. Finalmente, el debate de la proposición de ley ha podido empezar a las siete y media de la noche.
Los grupos de la oposición han participado en el debate, pero tan pronto como ha empezado la votación han abandonado el hemiciclo los diputados de Ciudadanos, PP y PSC. Los populares, aunque habían pedido votación separada del capítulo referido a la Sindicatura Electoral, se han marchado del pleno, pero antes han depositado banderas españolas y senyeres en su escaño. La diputada de CSQP Àngels Martínez se ha levantado de su escaño para retirar las banderas españolas, a pesar de las protestas de la presidenta.
Nos ha tocado defender la democracia
Los primeros en intervenir han sido los dos grupos que impulsaban la proposición. El presidente de JxSí, Lluís Corominas, ha querido hacer un reconocimiento del trabajo de la Mesa, "porque han defendido una vez más el parlamentarismo", y ha denunciado que grupos de la oposición habían ofrecido aceptar este debate si se dejaba para el mes de noviembre.
"La dureza de la actuación del Estado, el abuso de los instrumentos que tiene a su alcance, la falta de empatía con Catalunya, es lo que nos ha llevado a esta situación", ha denunciado Corominas, que ha asegurado que las formaciones independentistas han ido con la mano tendida y ha acusado al PP de no estar al lado de la democracia.
"Pensábamos que hoy votaríamos la independencia y hoy nos ha tocado defender la democracia", ha remachado. Corominas ha advertido que hoy no acaba nada sino que empieza todo y ha emplazado a ser "dignos" del momento. "Pulsamos el botón del sí con la cabeza alta y con el orgullo de votar por una Catalunya libre e independiente", ha concluido en una emotiva intervención que ha sido recibido con aplausos de pie de los diputados de su grupo.
Menos mal que éramos nosotros los antisistema
La portavoz de la CUP, Anna Gabriel, ha lamentado la "falta de respeto" que, según ha denunciado, hoy se ha mostrado a la presidenta del Parlament, lo cual "sorprende viniendo de quién defiende el derecho de los diputados". "Eso hoy no es un debate de legalidades, es de legitimidades", ha subrayado después de acusar a la oposición de ser cómplice de que esta ley pueda ser suspendida. "¡Menos mal que éramos nosotros los antisistema!", ha exclamado.
Gabriel ha advertido que "este no es un debate jurídico" y que lo que se está haciendo hoy es sacar adelante "la herramienta para hacer posible" lo que se han propuesto y con la cual se abre la puerta a "muchos cambios". "Significa que el Parlament da hoy un paso muy importante, pasan de la autonomía a la soberanía", ha proclamado asegurando que con este texto dan por conseguido su principal mandato parlamentario.
Una mayoría absolutista
Acto seguido ha empezado el turno de la oposición. La líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, ha denunciado los trámites seguidos por JxSí y la CUP para sacar adelante la proposición, así como las decisiones de la presidenta, Carme Forcadell. "La presidenta del Parlament ha actuado hoy como la gestoría del gobierno de Junqueras y Puigdemont. Con un único objetivo, el separatismo, ha sido vergonzoso tener que recordarle que ya no es la presidenta de la Assemblea, sino del Parlament", ha denunciado.
Arrimadas ha acusado a los diputados independentistas de actuar como una mayoría absolutista y de apostar más por la división que por la discrepancia legítima. "Me pregunto cuál es el concepto de democracia que tienen ustedes", ha reprochado.
Acto seguido, la líder de la formación naranja ha desplegado las críticas contra las garantías del referéndum. "Ni por activa ni por pasiva participaremos de esta ilegalidad y esta vergüenza", ha advertido.
No en nuestro nombre ni en nuestra presencia
El socialista Miquel Iceta ha empezado su intervención reclamante respeto al debate. "Es buena la exitencia de un combate democrático", ha asegurado, pero ha advertido que sería "terrible" que haya ciudadanos de Catalunya que no reconozcan sus instituciones como tal, por lo cual ha agradecido el trabajo de los miembros de la Mesa que han favorecido el debate.
"Pretenden en un solo día liquidar una relación de más de cinco siglos, sin miramientos, un proceso sin amparo legal que o no lleva a ningún sitio o comportará consecuencias muy negativas", ha advertido Iceta que ha citado el Tribunal Constitucional y la Comisión de Venecia, pero también los letrados de la Cámara para acusar a los independentistas de erosionar las instituciones y recortar los derechos de los diputados. "No en nuestro nombre, no en nuestra presencia", ha anunciado Iceta para dejar claro que sus diputados abandonarían el hemiciclo a la hora de votar para denunciar lo que ha descrito como "irresponsabilidad"
Enfrentamiento de los diputados de CSQP
En nombre de CSQP ha intervenido Lluís Rabell. Ha sido así aunque al empezar su intervención los diputados de Podem han pedido dividirse el tiempo de intervención y el portavoz del grupo, Joan Coscubiela, se ha negado. Eso ha provocado que los cuatro diputados podemitas, incluido el secretario de la Mesa, Joan Josep Nuet, que ha contestado a gritos a Coscubiela desde la Mesa, abandonaran el hemiciclo mientras intervenía al responsable de su grupo. Al final del debate, la cupaire Anna Gabriel ha cedido a Albano-Dante Fachin unos minutos del tiempo de que disponia para explicar el voto. "Nos vemos el 1 de octubre", ha proclamado Fachin.
Rabell ha descrito el debate que hoy se ha sustanciado en el Parlament como "un golpe gravísimo a la democracia representativa en nuestro país". "Hemos asistido a una degradación sin precedentes de la democracia que acabará teniendo consecuencias", ha reprochado.
El diputado de CSQP ha asegurado que JxSí y la CUP no disponen de la mayoría social necesaria para sacar adelante el referéndum y ha denunciado la falta de pluralidad de los medios de comunicación. A pesar de todo, Rabell ha ratificado la decisión de abstenerse a pesar de las reticencias.
El referéndum no se celebrará
El presidente del PP, Xavier García Albiol, también ha querido hacer una expresión de "reconocimiento y orgullo" por el trabajo hecha por sus diputados. "Han hecho una defensa de la democracia y de la libertad", ha asegurado.
Albiol que ha citado el president Josep Tarradellas, ha responsabilizado Carles Puigdemont y Oriol Junqueras de haber acabado con la tradición de espíritu de pacto y juicio que había caracterizado Catalunya. "La ley del referéndum que hoy nos presentan es un engaño político de primera magnitud y una gravísima irresponsabilidad", ha denunciado además de describir la respuesta de los dos máximos responsables del Gobierno de "cobarde", "soberbio e irresponsable". Con todo ha asegurado que el Estado de derecho tiene la capacidad de pararles los pies y que el referéndum no se celebrará porque es un ataque a la democracia.
También el diputado no adscrito, Germà Gordó, el primero a intervenir en el debate, ha empezado su breve intervención pidiendo perdón a los ciudadanos.