La catástrofe electoral que el PP vivió el domingo será un problema económico y laboral cuando se constituya el Congreso de la XIII Legislatura, ya que la cuantía de la subvención que recibirá, supeditada al número de escaños, sufrirá una reducción considerable que podría abocarle a prescindir de parte de su personal.
Los populares, al sumar el domingo 66 escaños, muy por debajo de los 134 logrados en 2016 (sin incluir los dos de UPN y el de Foro Asturias), recibirán casi 112.000 euros menos al mes.
El reglamento del Congreso permite que los grupos que se formen como tal a partir del día en que se creen las Cortes perciban una subvención mensual fija de 28.597,08 euros, a la que se añade, también al mes, otra de 1.645,49, pero ésta depende del número de diputados.
Además, las fuentes de financiación se extienden a la Ley Electoral, artículo 175.1. El Boletín Oficial del Estado recordó el pasado 9 de marzo las cuantías que recibirán los partidos por sus resultados en las elecciones de ayer, siempre de acuerdo con una serie de parámetros.
Estas cantidades, las mismas que en los comicios de 2016, son 21.176,64 euros por escaño y la que resulte de multiplicar un promedio de 0,81 a la cifra de diputados lograda (para el Senado es la misma cuantía fija según escaños, pero el promedio por voto es 0,32).
El éxito obtenido por Mariano Rajoy en el Congreso hace tres años se tradujo en 7,9 millones de votos y en 134 escaños (sin incluir los dos de UPN y el de Foro Asturias). Sobre esta base, el PP percibió 9,3 millones de euros.
Cabe añadir la asignación mensual de las subvenciones fija y variable que da la Cámara Baja, tal y como estipula su régimen económico. En total, los populares recibieron 249.092,74 euros al mes durante la legislatura anterior.
Los resultados de las elecciones del pasado domingo arrojan al partido de Pablo Casado a una realidad muy diferente. Los 7,9 millones de votos para el Congreso conseguidos hace tres años se han reducido hasta los 4,3 millones, y en consecuencia, la horquilla de los 137 escaños se ha estrechado a 66.
Consecuencias económicas y laborales
La consecuencia es política, pero también económica y laboral. Si el Congreso dio al PP durante la legislatura pasada 249.092 euros al mes, a partir de junio le dará 137.199,42 euros.
Asimismo, la cantidad que provendrá de la ley electoral menguará considerablemente porque los 9,3 millones provenientes de los escaños y los votos del Congreso logrados en 2016 bajan a 4,9, es decir, unos cuatro millones y medio menos.
El golpe a las arcas del Partido Popular será considerable y es probable que afecte a parte de la plantilla con la que ha venido trabajando estos años en el Congreso.
Tal y como recuerdan fuentes parlamentarias, los grupos disponen de un cupo de asistentes que ayudan a los diputados en su día a día. Ese cupo se establece según una ratio vinculada al número de escaños.
Así, el grupo popular de la anterior legislatura contó con 103 asistentes gracias a sus 134 parlamentarios, pero en la próxima, con 66 diputados, es probable que se le asignen entre 50 y 53 ayudantes.
Los asistentes cobran del Congreso
Las nóminas de estos asistentes corren a cargo del Congreso, por lo que las consecuencias, en este caso, se manifestarán en que al PP le asignen menos despachos y menos superficie de trabajo.
Pero los grupos contratan también con la subvención variable que concede la Cámara, pues no hay regla que lo impida. Aquí decide la dirección de cada grupo, apuntan las fuentes consultadas.
El efecto en la plantilla de la Cámara se podría notar fundamentalmente en este grupo, puesto que la reducción será de casi 112.000 euros mes tras mes.