La presión redobla sobre los hombros del PSOE para que ceda y facilite la investidura de Mariano Rajoy. El PNV y ERC no darán su apoyo al candidato del Partido Popular y los vascos emplazan a Ferraz a que colabore. El PP se muestra confiado y ha extendido el temor sobre los partidos autonómicos de que se podría llegar a finales del verano sin presupuestos generales. Convergència tampoco parece que vaya a ceder y Génova ya sólo apunta en dirección al PSOE. Estos no se dejan presionar y dos barones han abierto la puerta a que Pedro Sánchez intentase la investidura, si fracasa Rajoy.
"No hay que correr más que el futuro," indicó el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Puig se reunió con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante la ronda de encuentros con las federaciones valenciana, balear y catalana este miércoles. A juicio de Puig, existen suficientes fuerzas "conservadoras" en el arco parlamentario con quienes el PP se podría entender. Hacía referencia a CDC, PNV y Ciudadanos.
El PSOE prevé incierto el escenario que se abrirá si el rival fracasa y hacen un llamamiento para que no les toque pronunciarse. "Confiemos en Rajoy, tengamos confianza", dijo Puig. No parece que Rajoy vaya a conseguirlo sin ellos. Se esperaba el 'no' de ERC, pero la negativa del PNV ha extremado la presión sobre Ferraz. Los nacionalistas vascos colocan a la segunda lista en el centro de la diana y le piden que asuma el papel de no "bloquear", como afirmó el portavoz Aitor Esteban tras visitar la Moncloa.
La vía de los 175 parece agotada (PNV, Coalición Canaria, Ciudadanos, PP) y hará falta más de una abstención socialista para que Rajoy sea investido. Todas las miradas apuntan a Pedro Sánchez y Ferraz está molesto por ello. Consideran que la lectura no es "soportar la carga de la prueba", sino que los populares busquen apoyos para formar gobierno. El secretario general lleva días sin hablar en público y sólo lo hacen sus barones por él. No quieren oír hablar de abstenerse.
"Los ciudadanos quieren que los socialistas estén en la oposición" es el clamor que reiteran. Las federaciones madrileña y vasca habían dejado en el aire la posibilidad de un segundo comité federal donde se podría replantear la postura del partido. Sería posterior al de este sábado 9 de julio y tendría que servir para valorar la abstención al PP y que éste gobernase en minoría. Hasta entonces reinará el 'no'.
Ahora dos barones han abierto la puerta para que el secretario general lo intente: la federación de Catalunya y la de las Illes Balears. "Si el PP lo intenta y fracasa, nuestro sistema democrático dice que lo tiene que intentar Sánchez" dijo Francina Armengol, líder de los socialistas baleares. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, comparte este posicionamiento, aunque no está claro de qué apoyos se podría valer Sánchez. Iceta se ha mostrado dubitativo al señalar los partidos que podrían colaborar.
La tentativa de las secciones catalana y balear contrasta con el pensamiento de los valencianos. "¿Con qué votos?" decía Puig. Podemos ha irrumpido en escena asegurando que si el PSOE da un paso adelante, ellos pensarán su apoyo. Sin embargo, la experiencia de los cuatro meses de negociaciones ilustra que es difícil poner a Ciudadanos y podemitas de acuerdo. La presión es elevada sobre los socialistas, que ahora sólo quieren esperar a que Rajoy mueva ficha.
Así las cosas, el gesto de Ferraz podría inscribirse en la lógica de disipar la atención, o en un indicio claro de que a Pedro Sánchez todavía le quedan algunas vidas extra. Y podría estar en disposición de usarlas, en caso de que el veto a Rajoy no se levante.