El estado español sigue pagando la vida del rey emérito Juan Carlos I fugado a Abu Dhabi y también los extras de Felipe VI que son excluidos del presupuesto general marcado. El último ejemplo es que Patrimonio Nacional ha fijado gastarse este 2021 hasta 500.000 euros en el mantenimiento de tres piscinas de la Casa Real. Este dinero sale del Ministerio de Presidencia. Un órgano que tiene, oficialmente, la finalidad de preservar el patrimonio histórico y cultural, pero no una piscina particular sin ningún tipo de atractivo arquitectónico.
Más allá de las piscinas, Patrimonio Nacional también ha adjudicado contratos para la conservación de los edificios del complejo de la Zarzuela. En el caso de las piscinas, son dos de verano y una climatizada para la temporada de invierno. La información la publica ElDiario.es y el Estado justifica la partida como "trabajos específicos de mantenimiento de piscinas", así se puede constatar en el epígrafe de contratación estatal de Patrimonio Nacional. Se excusa con que cumple el decreto marcado por el Ministerio de Sanidad que establece "el cuidado de espacios públicos y privados". A efectos prácticos, en estas piscinas tan sólo se pueden bañar Felipe VI, su familia y los invitados.
Gastos fuera del presupuesto general
Los 500.000 euros anuales se destinan a tareas como una limpieza diaria de los filtros y el vaso o el control higiénico de la calidad del agua. El contrato se ha adjudicado a Multiservicios Tecnológicos SA, empresa especializada en instalaciones, climatización o cámaras frigoríficas. Además, se tienen que sumar 240.000 euros adicionales para el mantenimiento del edificio y sus dependencias a la empresa Teodoro SA, tareas de limpieza del palacio por 893.000 euros y servicios forestales de El Pardo por 140.000. Por lo tanto, prácticamente hay 2 millones de euros extras que se tienen que sumar a los 8,4 millones oficiales que los españoles pagan anualmente con sus impuestos para mantener la monarquía.
Patrimonio Nacional dedica dinero y personal a la Casa Real. Según los últimos datos públicos del 2015, se destinan 122 trabajadores a la Zarzuela. Hay varios perfiles, entre ellos un arquitecto técnico y una ingeniera, pero también especialistas en protocolo para saber cómo actuar dentro de las dependencias del palacio.
En definitiva, los objetivos no van en la misma línea que lo que pregona públicamente Patrimonio Nacional. Si echamos una ojeada en su portal web, podemos leer que se centran en unos "talleres necesarios para poder atender tanto la restauración de las obras de arte como para dar apoyo a los actos oficiales que en los diferentes palacios se organizan por representación de la Jefatura del Estado".
Los proyectos que actualmente aseguran que están en marcha son dos. El primero, digitalizar los fondos del Convento de Santa Clara de Tordesillas en Valladolid. El otro, ordenar un amplio volumen de documentación sin clasificar sobre la Primera Guerra Mundial y el papel de Alfonso XIII en la Gran Guerra, de quien consideran que tuvo "un carácter muy solidario de ayuda humanitaria". Pero sobre piscinas, limpieza o tareas forestales, ni rastro.