Santiago Abascal ha asegurado que Europa tiene que volver a ser reconquistada enfrente del dominio musulmán, como en la Reconquista que concluyó con la Toma de Granada en 1492. Así de contundente se ha mostrado el líder de Vox y presidente de Patriots.eu, también conocidos como Patriotas por Europa, el grupo político de extrema derecha en el Parlamento Europeo, que actualmente es la tercera mayor fuerza de la cámara europea, con 86 eurodiputados, solo superada por el Partido Popular y los socialistas. Abascal es este fin de semana el anfitrión en la cumbre que se celebra en Madrid y que reúne a los 14 partidos de 12 países europeos, y en su discurso, ha rememorado esta "Reconquista" y ha prometido que "España volverá a ser el muro de Europa ante el avance del islamismo. Estamos dispuestos a volver a hacerlo", ha remachado el presidente de Vox. Matteo Salvini, Viktor Orbán, Marine Le Pen y el mismo Abascal, entre otros líderes, también han alabado el presidente norteamericano Donald Trump, su líder de referencia y la figura en la cual se reflejan, en contraposición a la "burocracia" y la "corrupción" de Bruselas.
Una Europa cristiana y sin inmigrantes
Los constantes "vivas" en España por parte las 2.000 personas que han llenado el Hotel Marriott Auditorium de Madrid, han sido el preludio de esta cumbre del tercer grupo del Parlamento Europeo, estos Patriots, que defienden una Europa "cristiana" basada en la "identidad" y los "valores", y que clama contra la inmigración, la agenda medioambiental, y las políticas 'woke' y de género. Para conseguirlo, según han coincidido los líderes ultraderechistas, hay que poner punto final a la inmigración "masiva", que han vinculado a la delincuencia y la inseguridad.
Los líderes de Patriots han querido que el acto lo abriera un vídeo de la líder opositora venezolana María Corina Machado, que ha pedido nuevamente apoyo|soporte internacional para "sacar el régimen" de Nicolás Maduro del poder y ha agradecido el apoyo|soporte del partido ultraderechista. En un mensaje grabado|gravado emitido al inicio de la cumbre, Machado ha acusado Maduro de ser "ninguna de redes criminales" y ha asegurado que su Gobierno "está aislado internacionalmente, abandonado dentro del país y fracturado". "Tenemos que hacerlo quiebra|bancarrota" y "por eso se lo necesitamos", ha pedido Machado, insistió. "Nuestra fuerza no está en las armas de fuego, es a la organización social, la inteligencia y el amor," ha añadido la dirigente opositora venezolana.
El mensaje de esperanza de Trump
A continuación, y después de la interrupción del acto por parte de una activista de las Estercolan, los diferentes líderes han tomado la palabra y han ido pasando por el gran escenario azul. En todos los discursos ha emergido la figura de Donald Trump, casi un salvador del mundo. El presidente norteamericano envía un "mensaje de esperanza" y transmite un "valor" que se contrapone al de los "burócratas de Bruselas". Abascal ha querido introducir la clave|llave española con un discurso donde ha afirmado que mientras Sánchez está con "Maduro y Hamás" y Feijóo "con Von der Leyen", Vox está "con el futuro de Europa y del mundo".
Para|Por Abascal, "hay que aprovechar la oportunidad que dan los tiempos presentes" con la llegada de Trump a la Casa Blanca. "Seremos protagonistas de una victoria histórica y la herramienta para una victoria histórica de las ideas de la libertad y de la soberanía. Adelante patriotas de Europa, sin miedo de nada ni de nadie", ha arengado Abascal a los líderes de los partidos de ultraderecha asistentes. En este sentido, el líder de Vox ha hecho bandera de la nueva alianza de los ultraderechistas europeos con Trump. No es por casualidad, no es un cálculo. Estamos vinculados por lazos muy estrechos, y nos une el amor a nuestras patrias, la defensa de nuestras fronteras y contra el globalismo".
Le Pen, Salvini y Orban
La líder de Agrupación Nacional en Francia, Marine Le Pen, ha asegurado que con la victoria de Trump, el mundo "ha cambiado" mientras Europa continúa con una política energética y migratoria "desastrosa". Trump, ha afirmado, "no solo es alternancia, sino que representa un cambio mundial", mientras que la Unión Europea "no hace política, hace moral".
Siguiendo el discurso de homenaje con Trump, Matteo Salvini, líder de la Liga en Italia y vicepresidente del gobierno italiano, ha advertido que es el momento de decir "lo suficiente", y ha defendido el desmantelamiento de organización como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha cargado contra el Tribunal Penal Internacional (TPI) para perseguir Netanyahu, después de que Trump haya sancionado en el tribunal de La Haya alegando conducta recela contra Israel. Salvini –que ha hecho bandera de su procés|proceso penal por haber impedido el desembarque de inmigrantes- ha querido cambiar las acusaciones a la extrema derecha. "Nos han calificado de nazis, han cambiado las reglas de juego para cancelarnos, pero somos más fuertes que nunca", ha afirmado.
Por último, Viktor Orbán, primer ministro de Hungría y líder del partido Fidesz, también se ha cogido al llamamiento a la "reconquista" y ha recordado que después de la victoria de Trump, las fuerzas de la ultraderecha ya no son los "herejes", sino "el mainstream". "Decían que somos el pasado, y ahora somos el futuro", ha sentenciado. Ha recordado que Hungría hoy es "el laboratorio de la política conservadora" porque lleva|trae "quince años construyendo una Hungría libre, conservadora y cristiana". Orbán ha asegurado que contrariamente a lo que pasa a otros países de Europa Hungría registra "cero" entradas de inmigrantes irregulares, y ha culpado a Bruselas de estar "hundiendo" Europa. El primer ministro húngaro, a quien se acusa de mantener vínculos con Putin, también ha hecho referencias a la guerra de Ucrania y ha acusado a la Comisión Europea de estar destinando dinero de los europeos a una "guerra sin esperanza".
Además de Le Pen, Orban, Salvini y Abascal, a esta cumbre han intervenido Martín Helme (Estonia), Afroditi Latinopoulou (Grecia), Krzysztof Bosak (Polonia), André Ventura (Portugal), Andrej Babis (Chequia) y Geert Wilders (Países Bajos). El presidente argentino, Javier Milei, se ha limitado a enviar un vídeo corto donde básicamente ha transmitido su grito de guerra: "Viva la libertad, carajo"!.