Después de que el pasado miércoles el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell declarara en el juzgado de instrucción 13 de Madrid para ratificar la querella como afectado por la Operación Catalunya, su abogado, Pau Molins, ha hablado del caso. Molins celebra que finalmente un juzgado acepte a trámite la querella, ya que apunta que "es una querella que no despertó demasiado entusiasmo a la justicia española". Sin embargo, ha reconocido que la situación de Rosell y su defensa depende mucho de una de las figuras claves de la misma Operación Catalunya: José Manuel Villarejo, excomisario de policía. Estamos en manos de Villarejo. Y eso me hace tener dudas sobre que Villarejo pueda acreditar lo que dice", ha remarcado Molins en una entrevista en Catalunya Ràdio.
🔴 Villarejo señala a Rajoy como cerebro de la Operación Catalunya
Molins ha destacado el papel clave que ha tenido Villarejo y los medios de comunicación en el caso de Rosell. "Cuando hay una conducta delictiva, normalmente, la víctima se da cuenta de ello al momento. Aquí, toda esta gente afectada por la Operación Catalunya no lo sabía", ha explicado el abogado, quien ha subrayado que solo identificaron el delito cuando la prensa hizo públicos los audios y las agendas del excomisario.
"Sandro Rosell sabía que pasaba alguna cosa extraña porque una prisión preventiva de dos años no era normal. Todos veíamos que había algo extraño, pero ciertamente no lo supimos hasta el año pasado, cinco años después, cuando empezaron las filtraciones de la prensa de los audios y las agendas de Villarejo", explica a Molins, quien ha recordado que, lo más importante, es que el excomisario pueda apoyar sus acusaciones con pruebas.
Villarejo en el Congreso de los Diputados
El pasado miércoles, Villarejo defendió en el Congreso que la Operación Catalunya la dirigió el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y fue ideada desde las entrañas de Presidencia del Gobierno a la etapa de Mariano Rajoy. Según Villarejo, las "directrices fundamentales" las daba directamente el CNI, entonces liderado por el general Félix Sanz Roldán. "Ni el CNI ni la Guardia Civil aparecen en esta causa. En mi caso no hay ningún carcamal volador, ninguna 'coca', ningún general que se lleva el dinero y, no obstante, soy aquí, que me piden 1.200 años, imagínese el absurdo", lamentó. Viillarejo ha apuntado que todo empezó el año 2012 y que se pretendía cargar contra el movimiento independentista.
La Operación Catalunya no se entiende sin que le pregunten al CNI. Es una de las muchas operaciones en que en mi condición de agente de inteligencia trabajé para el Gobierno", sentenció Villarejo, quien calificó de "esperpento" que pidan más años de prisión a él por la pieza Kitchen que para lo que fue ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.