Cerrada de filas de la nueva dirección del Partit Demòcrata Català (PDC), a raíz de la propuesta de ERC de votar la cuestión de confianza del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, antes de la festividad del 11-S. La coordinadora general, Marta Pascal, ha reivindicado que tanto la cuestión como la fecha es una decisión de Puigdemont. Por su parte, David Bonvehí se ha preguntado "qué parte" de una frase del president de "hacer poco ruido" no se entendió.
La questió de confiança i la data la decideix el President de la Generalitat. És temps de fer molta feina i sumar!
— Marta Pascal (@martapascal) July 25, 2016
Quina part de la frase "Ara és temps d'endreça i poca fressa" que va dir el MHP Puigdemont no es va entendre per part d'alguns?
— David Bonvehí (@davidbonvehi) July 25, 2016
Desde la calle Calàbria, en una rueda de prensa esta mañana, se había insistido en que la ciudadanía se merece celebrar el día de la fiesta nacional con "un éxito". Joan Tardà, diputado en el Congreso, ha afirmado que sería "una gran oportunidad para consolidar el proceso y que actúe como catalizador". Pero los demócratas han cortado el debate. El presidente Puigdemont ya anunció hace dos viernes a los grupos que pretendía celebrarla a finales de septiembre, cerca de la Mercè.
Con todo, los republicanos no son los primeros a apremiar a Puigdemont. La CUP, así como toda la oposición, ha reiterado varias veces que se podría haber dado por cerrada este mes de julio. De hecho, los cuperos han forzado un encuentro en que pretenden dejar cerrada, al menos "políticamente", la negociación.
Dos elementos
En las últimas semanas, tanto Junts Pel Sí como la CUP han anunciado o dejado intuir los elementos que pondrían sobre la mesa para dar su confianza a Puigdemont. Los anticapitalistas dejaron claro que sus demandas girarían entorno el Referéndum Unilateral de Independencia (RUI) y el proceso constituyente, las conclusiones de la comisión del cual podrían ponerse a votación al pleno de este miércoles.
Por lo que respecta a Junts Pel Sí, y como consecuencia de mociones del PP, quedó claro que el proyecto reformulado de BCN World no es negociable. Tampoco desvincularlo de los presupuestos de 2017, que tiene que presentar en octubre el vicepresidente, Oriol Junqueras. Tanto para el dirigente de ERC como para la portavoz del Govern, Neus Munté, es "la herramienta indispensable" para sacar adelante la hoja de ruta.