El día después de que la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal, asegurara que usaría todos los mecanismos al alcance para combatir el proceso soberanista, el Partit Demòcrata ha presentado una solicitud de comparecencia en el pleno del Congreso para Mariano Rajoy. El portavoz del partido, Francesc Homs, y la portavoz de Justicia, Lourdes Ciuró, han manifestado su indignación por el "modelo venezolano de persecución de los adversarios políticos del Partido Popular". Homs ha acusado al gallego de ser "el Señor X" de la Operación Catalunya, es decir, "orquestrador y conocedor" de la misma. Esta expresión que se empleó en su momento con los GAL y el expresidente Felipe González.
"Tiene efectivamente el presidente del Gobierno en funciones una Operación Catalunya diseñada. La fiscal hizo de vocera jurídica y no de voz democrática", ha explicado Ciuró tras registrar en la cámara baja la petición. El PDC buscará este jueves apoyo en la Junta de Portavoces prevista para sacar adelante su petición. La comparecencia de Madrigal, según explicó la diputada, se hará una vez estén constituidas las comisiones. La portavoz cree que el discurso de la fiscal también se enmarca indirectamente en el contexto de la trama.
La diputada ha relatado el conjunto de actuaciones que constituirían el envite del que acusan a Rajoy. Entre éstas se encontrarían los intentos del Ministerio de Asuntos Exteriores "de acoso y derribo contra una competencia contemplada en el Estatut de hacer actividad política en el extranjero". También ha sumado a la secuencia las escuchas del titular en funciones de Interior, Jorge Fernández Díaz, sobre "afinar expedientes" sobre partidos independentistas. Homs ha añadido las presuntas gestiones del jefe de gabinete de la presidencia, Jorge Moragas, y los "intentos de extorsión" a la banca andorrana para obtener secretos bancarios sobre la familia Pujol.
El cabeza de lista del PDC en Madrid se ha defendido que toda la cuestión quedaba al margen de la independencia y el procés, "que seguirán su curso". Homs ha explicado que estaba en juego la calidad democrática de España, en relación con el caso Madrigal y la independencia de la justicia. "Es el corolario de una forma de entender la democracia, que parece más un accidente o un complemento [en el Estado]". El exconvergente ha reprochado que el gobierno del PP hubiera conseguido hacer cambiar el calendario de plenos del Tribunal Constitucional para abordar la votación de las conclusiones de la comisión del proceso constituyente. "Se ven estropeadas instituciones que tendrían que velar por la calidad democrática", ha sentenciado con indignación.