El mundo independentista no quiere oír hablar de nuevas elecciones. Ni lo quiere ERC ni lo quiere el PDeCAT, a pesar de que desde Junts per Catalunya se insiste en que sólo contemplan la investidura de Carles Puigdemont y no se descarta que en caso de que sea inviable se repitan los comicios.
Las reticencias de los demócratas a plantear esta posibilidad han quedado claras durante la reunión del comité nacional del PDeCAT convocada este lunes. El presidente del partido, Artur Mas, ha advertido durante su intervención que lo que hace falta ahora es restablecer el Govern y poner en marcha la legislatura y esta opinión ha recibido un apoyo muy mayoritario de los presentes, empezando por la coordinadora general, Marta Pascal.
"No nos podemos permitir el lujo de repetir las elecciones", asegura uno de los asistentes al encuentro de la cúpula del partido que destaca que el acuerdo con ERC es imprescindible.
Durante la reunión el diputado en el Congreso Carles Campuzano ha señalado la necesidad de conseguir el levantamiento del artículo 155 tan pronto como sea posible para acabar con la suspensión del autogobierno, mientras otros de los asistentes han subrayado la dificultad de explicar al electorado una nueva convocatoria a urnas o el riesgo de un castigo.
ERC: aprovechar la oportunidad
También el dirigente republicano Roger Torrent ha apuntado esta mañana que el independentismo tiene que aprovechar "la oportunidad que tiene para hacer efectivo el mandato del 21-D" y tiene que situar al frente del Govern a un president que "desde el minuto 1" trabaje para desplegar la República.
La opinión del diputado electo en la habitual rueda de prensa de los lunes en la sede republicana era la mismo que los dirigentes de ERC muestran en privado, absolutamente contrarios a plantear unos nuevos comicios. De hecho, Esquerra no ve tampoco con buenos ojos forzar el Reglamento de la Cámara para garantizar la investidura de Puigdemont, ya sea por vía telemática o con una presidencia desde Bruselas.
Al ser interrogado sobre esta cuestión, Torrent evitó pronunciarse, a pesar de las reiteradas preguntas de los periodistas. El portavoz republicano dejó en manos de los letrados del Parlament la decisión sobre lo que describió como aspectos "técnico-jurídicos" relativos a la investidura.
El president en funciones tendrá oportunidad de informar a sus diputados de los aspectos relativos a la investidura este viernes durante la reunión del grupo parlamentario que ha convocado a Bruselas, cinco días antes del pleno de constitución de la Cámara donde se tendrá que escoger la nueva Mesa.
De momento, la presidenta, Carme Forcadell, todavía no ha aclarado cuál es su decisión final en relación a la presidencia de la Cámara aunque había comunicado a ERC la voluntad de no repetir. Tampoco lo ha hecho el vicepresidente primero, Lluís Guinó, del PDeCAT que también está siendo investigado por el Tribunal Supremo.
El acuerdo entre JuntsxCat y ERC es que cada uno de estos grupos dispondrá de dos miembros de la Mesa, uno de los cuales será la presidencia, que corresponde a Esquerra, mientras que Ciutadans tendrá dos más y el PSC 1. Este reparto, sin embargo, puede variar en función de los acuerdos para la constitución de la Cámara con otros grupos, como los Comuns de Xavier Domènech, o la CUP a quien se podría ceder algún sitio en la Mesa.
El president ha abordado este lunes la situación con los responsables de la Assemblea y Òmnium con los cuales ha coincidido en la necesidad de garantizar la mayoría independentista de los órganos parlamentarios.