El presidente del Gobierno tiene este miércoles una cita con el Congreso de los Diputados. Pedro Sánchez comparecerá a petición propia para informar sobre el último Consejo Europeo, la guerra de Ucrania y la relación entre España y Marruecos. Lo hará justo un año después de que el PSOE se doblara a Rabat enviando una carta al rey marroquí Mohamed VI en la que defendía la autonomía del Sáhara Occidental como mejor opción para resolver el conflicto territorial en el norte de África. Es decir, que enterraba la independencia de los saharauis.
El PSOE es la única fuerza parlamentaria que ahora mismo avala este cambio de posicionamiento por parte del Gobierno. El PP de Alberto Núñez Feijóo ha pedido explicaciones al jefe del ejecutivo en más de una ocasión, pero nunca se ha podido concretar de forma oficial cuál ha sido el intercambio real de cromos entre Rabat y Madrid. ¿Qué deuda tiene Pedro Sánchez con Marruecos? El presidente socialista llegará este miércoles a la cámara baja sin haber respondido a esta pregunta.
Aunque desde La Moncloa se intente asegurar que la relación entre España y Marruecos es excelente, un gesto del rey marroquí en el viaje que hizo Sánchez al país el pasado mes de febrero hacía indicar que no todo es coser y cantar. Mohamed VI plantó al presidente español y no lo recibió en Rabat. De todos modos, en la declaración conjunta que firmaron las dos delegaciones hace dos meses se ponía de manifiesto que España considera la iniciativa marroquí de convertir el Sáhara Occidental en una autonomía suya como la opción más "seria, realista y creíble" para resolver el conflicto político y territorial. Para entender cuál es la situación actual del Sáhara Occidental y qué implica el giro de guion histórico de España en este territorio, puedes hacer click aquí.
El giro de Sánchez ante Marruecos también se certificó en una intervención del presidente en la cumbre hispanomarroquí celebrada en Rabat. No mencionó el Sáhara Occidental, pero hizo referencia de forma clara: "Evitaremos todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte, especialmente lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía," señaló en la sesión plenaria de la reunión de alto nivel.
La relación entre ambos países volvió a tensarse hace pocos días, cuando el presidente del Senado marroquí, Enaam Mayara, hizo un llamamiento a recuperar las "ocupadas" ciudades de Ceuta y Melilla a través de la negociación y "sin recurrir a las armas". Así y todo, puntualizó que las ciudades autónomas "no serán objeto de chantaje". Ante estas declaraciones, la ministra de Defensa, Margarita Robles, estuvo tajante y afirmó que España no tiene nada que discutir sobre la españolidad de Ceuta y Melilla. "Con absoluta y total contundencia, Ceuta y Melilla son españolas; no hay más que discutir", dijo.
El Congreso, pendiente de las explicaciones
Sánchez debe una explicación sobre el motivo real del giro de guion. El pasado mes de enero, la diputación permanente rechazó una comparecencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para que explicara las relaciones con Marruecos antes de que se celebrara la cumbre hispanoamericana. El rechazo a la comparecencia se hizo justificando que al día siguiente Sánchez aparecería en el Congreso, y que serviría para desvanecer las dudas sobre la cuestión del Sáhara. No fue así.
Diferencias dentro del Gobierno sobre Marruecos
Podemos, pues, es también una de las formaciones que más condena el cambio de hoja de ruta de España respecto de Marruecos y el Sáhara Occidental, sobre todo en relación con el pueblo saharaui. De hecho, la vicepresidenta Yolanda Díaz —a pesar de estar últimamente enfrentada con Podemos a causa de la creación de su nuevo partido, Sumar— manifestó este domingo en una entrevista en La Sexta que Marruecos es una dictadura.
"No es la posición del Gobierno", dejaba bien claro este martes a la portavoz del ejecutivo, la socialista Isabel Rodríguez. La también ministra de Política Territorial ha insistido en que la posición de Díaz es "de ámbito personal" y ha enviado un dardo a quien también ejerce de ministra de Trabajo: "En diplomacia, la responsabilidad es muy importante". De hecho, este lunes el PSOE desautorizó la vicepresidenta segunda del ejecutivo de coalición en una rueda de prensa, en la que recordó que las relaciones con el país norteafricano son demasiado complejas como para ponerlas en riesgo.