El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido abucheado a su llegada al Palau de la Generalitat, donde se reúne este jueves con el president Pere Aragonès. En la Plaza Sant Jaume se han concentrado dos grupos para recibir con silbatos en Sánchez: por un lado el independentismo, con Dolors Feliu la presidenta de la ANC al frente y por el otro un grupo de españolistas vinculados con Vox y Revuelta, los organizadores de las manifestaciones en la calle Ferraz de Madrid. Aragonès ha recibido Sánchez en la entrada del Palau de la Generalitat entre gritos y silbidos, aunque los dos presidentes ya habían visitado juntos en la inauguración del Supercomputador Marenostrum 5.
La ANC, que ha sido muy crítica con los pactos de los partidos independentistas con el PSOE para investir a Pedro Sánchez y ha rechazado la negociación con el Estado apostando por conseguir la independencia por la vía unilateral, convocó esta manifestación contra la presencia de Pedro Sánchez en la capital catalana coincide con el sexto aniversario de las elecciones del 21 de diciembre del 2017, celebradas después de la aplicación del artículo 155 por parte del gobierno de Mariano Rajoy y al cual Pedro Sánchez dio apoyo. Por su parte, los grupos españolistas no habían sido convocados por ningún partido ni entidad, pero una treintena de personas equipadas con megáfonos, banderas de España (algunas con el escudo recortado para demostrar su descontento con la monarquía) y carteles con insultos dirigidos tanto al mismo Pedro Sánchez como el president Puigdemont.
Cánticos cruzados entre los manifestantes
Los Mossos han separado en los dos grupos, que durante unos minutos han estado muy cerca los unos de los otros, situando a los independentistas en lo tocante a la calle Ferran y a los españolistas al lado del árbol de Navidad que decora la plaza Sant Jaume. Con todo, buena parte de la plaza estaba protegida por vallas, y muchos turistas que paseaban por el centro de la ciudad no entendían el motivo de las dos concentraciones. A pesar de estar situados a ambos lados de la plaza los manifestantes se iban respondiendo entre ellos: si los independentistas convocados por la ANC entonaban Els Segadors, los españolistas respondían reproduciendo el himno de España. Y si estos recitaban uno de los cánticos más habituales en las manifestaciones contra la amnistía, "Puigdemont, a prisión", los independentistas no dudaban a responderles con el habitual "Puigdemont, el nostre president".
La esquina de la plaza Sant Jaume se ha convertido durante media hora con una calle Ferraz en miniatura. La mayoría de españolistas eran chicos muy jóvenes que imitaban los cánticos que habían popularizado los jóvenes de Vox, organizados bajo el nombre Revuelta, en la capital española delante la sede del PSOE, como "estas vallas en Melilla", "Policía, defiende tu nación", que han dirigido a los Mossos que controlaban la concentración. Los gritos contra Pedro Sánchez, entre "traidor" e "hijo de puta", se han intensificado cuando el presidente del Gobierno ha llegado a la reunión con Aragonès, la primera con un líder independentista desde su investidura, aunque él mismo ha avanzado que se encontrará tanto con Carles Puigdemont como Oriol Junqueras cuando se apruebe la amnistía.