Solo 4 días después del batacazo del PSOE en las elecciones gallegas, donde han perdido 5 diputados, pasando de 14 a 9, Pedro Sánchez se muestra tranquilo y confiado en su partido, así como en su gobierno. "Las próximas elecciones son en 2027, ha recordado, así que tengo todo el tiempo del mundo", ha asegurado en una conversación informal con los periodistas que lo acompañan en su viaje a Marruecos, donde será recibido por el rey Mohamed VI. Sánchez ha advertido que habrá "cuatro años de legislatura, como la anterior." Uno de los principales planes del Gobierno de Sánchez es la aprobación de la ley de amnistía, sobre esta cuestión ha admitido que cuando faltaban 15 días para que expire el plazo, no se han producido avances con Junts para sacar adelante la ley de amnistía. Sin embargo, se ha mostrado convencido de que la ley saldrá adelante y que contribuirá a dotar de estabilidad a su mandato.
Sobre la iniciativa del Parlament —apoyada por Junts— para declarar la independencia de Catalunya, le ha restado importancia subrayando que parte de una fuerza extraparlamentaria. Así, ha asegurado que no lo preocupa y ha considerado que "no tiene recorrido". Tampoco se ha mostrado preocupado por las dificultades para sacar adelante los presupuestos y en el impacto que un retraso en la negociación de la ley de amnistía pueda tener.
Cambios en el PSOE
Con los malos resultados de los socialistas en las elecciones gallegas sobre la mesa, Sánchez ha reconocido que el PSOE necesita hacer un proceso de renovación a escala autonómica, donde no consigue los mismos resultados que en las generales o las municipales. Ha recordado que en Galicia su partido está fuerte en elecciones municipales y generales, pero no en autonómicas, un hecho que ha relacionado con que después de nombrar a José Ramón Gómez Besteiro candidato a presidir la Xunta, hubiera 13 imputaciones contra él que acabaron quedando en nada. Considera que el reto ahora es consolidar este proyecto en Galicia porque el electorado del partido está aquí y que hay que hacerlo con Besteiro al frente porque considera que es el líder natural para eso. Sobre la lectura que hace de los malos resultados, Sánchez ha defendido que no afecta a la alianza con los partidos independentistas, y ha añadido que la única interpretación a escala nacional la hizo al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a quien ha recordado que le habían preparado "unas primarias internas y las ha superado".
La lección que extrae el líder de los socialistas es que sin el "PSOE como alternativa el cambio no es posible", y ha añadido que "o la lidera el PSOE o es muy difícil". Además, ha interpretado que el apoyo al BNG se ha producido por la utilidad del voto y porque el PP se ha esforzado en presentarlo como alternativa en lugar de los socialistas. Con todo, Sánchez ha reconocido que el partido tiene que afrontar un proceso de renovación autonómico que el adelanto electoral y la demora de la investidura han impedido hasta ahora, pero que ya se realizará en Valencia. "El partido ha pedido poder territorial y tiene que renovar liderazgos", ha afirmado, incidiendo que este cambio se tiene que llevar a cabo de la mano de las federaciones.