Pedro Sánchez sigue aplicando su "Manual de resistencia". Aun sufriendo en votaciones in extremis y viendo caer algunos de sus decretos en reveses parlamentarios por su minoría en el Congreso de los Diputados, sin los apoyos por el momento para aprobar los presupuestos generales del Estado. Y aun rodeado de los casos judiciales que salpican a su entorno familiar, por el caso de la cátedra de Begoña Gómez y del puesto de trabajo en la Diputación de Badajoz de su hermano; y a algunos de sus ministros y barones territoriales, por la compra de mascarillas a Koldo García. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha asegurado este martes que no habrá adelanto electoral y que su intención es agotar el mandato hasta 2027. El mandatario socialista se ha reafirmado este miércoles al frente del Ejecutivo en una arenga a los diputados de su grupo parlamentario en el Congreso y en el Senado, a quienes ha instado a perseverar y a "no perder el objetivo y el horizonte". "Estamos a mitad del maratón", ha remachado Sánchez en su intervención.
Sánchez, que se ha reunido junto con los diputados y senadores socialistas para fijar las líneas de actuación ante el nuevo período de sesiones parlamentarias, ha aseverado también que el PSOE volverá a vencer en las urnas, donde obtendrá "más gobiernos municipales, autonómicos y un gobierno progresista al frente del país". Pese a la notable pérdida de poder territorial en las últimas elecciones municipales y autonómicas en favor del PP, habiéndole pasado factura sus pactos con el independentismo catalán y después de ser especialmente señalado desde los sectores más críticos por la amnistía, y con su entorno personal y político bajo sospecha judicial, el presidente ha insistido en este sentido que el proyecto del Gobierno de coalición que lidera todavía está "a mitad de camino".
"Ahora lo que nos toca es hacer lo que nos dicen que es imposible, pero eso se nos da muy bien a los socialistas y al grupo parlamentario socialista, ofrecer un horizonte de optimismo, de esperanza y nunca volver atrás", ha añadido Pedro Sánchez. En ese sentido, ha argumentado que el Ejecutivo de coalición de PSOE y Sumar —con Unidas Podemos en la anterior legislatura— ha acometido una "modernización social, económica, medioambiental" que "no tiene parangón en la historia democrática reciente de nuestro país", aunque también ha reconocido que aún "queda mucho por hacer". Además, ha instado a los parlamentarios socialistas a "sudar tinta" en cada negociación y a "buscar apoyos hasta debajo de las piedras" para continuar con la labor. "Cintura para dialogar, negociar y construir acuerdos. Ley a ley, iniciativa a iniciativa, mejorar la vida de la gente no entiende de imposibles, es cuestión de trabajo y de voluntad", ha apuntado.
Al hilo, y en su línea discursiva habitual, Pedro Sánchez ha contrapuesto este "horizonte" socialista a la "coalición negacionista" de neoliberales y ultraderecha, ha dicho, que está en auge en el mundo a modo de "multinacional ultraderechista". Asimismo, ha emplazado a sus diputados y senadores a "contar la realidad más allá del bulo y de la desinformación": "Haced pedagogía porque es más necesario que nunca, porque cada vez tendréis más audiencia. Los resultados de las políticas de esta multinacional ultraderechista ya comienzan a verse, por desgracia". A su vez, Sánchez ha dado orden a los suyos de responder a los "insultos" con "buena educación y con la convicción de que si gritan, es que vamos por el buen camino y hay que perseverar".
Contra "la ley del más fuerte" de Trump
Pedro Sánchez también ha aprovechado la intervención ante los suyos para asegurar que defenderá, junto con la Unión Europea, los intereses de las empresas y los trabajadores españoles ante la "guerra comercial" abierta por el Gobierno de Estados Unidos, que, a su juicio, no va a beneficiar "a nadie". Sin citar expresamente a los Estados Unidos ni al presidente Donald Trump, Sánchez ha cargado contra quienes "quieren desmantelar el comercio global y debilitar el sistema multilateral que tanta prosperidad y estabilidad ha permitido" para poner en su lugar "un sistema basado en la belicosidad, la ley del más fuerte, y unas guerras comerciales en las que solo ganan unos pocos y las clases medias y trabajadoras siempre pierden". Según ha subrayado, los socialistas españoles no van a "aceptar ese retroceso" sino que van a seguir apoyando el orden multilateral y trabajando por la cooperación entre naciones, "desde el respeto y desde el entendimiento". "Quiero decirlo alto y claro, una guerra comercial no beneficiaría a nadie", ha concluido.