Este martes tienes dos tipos de portadas. Las que buscan excusas para no abrir ni hablar mucho de las elecciones del 28-M y las del Trío de la Bencina que, en destacable coincidencia de palabras, obras y omisiones, venden que Pedro Sánchez es ETA porque EH Bildu, uno de sus socios parlamentarios en Madrid —y en el Gobierno de Navarra—, presenta a 44 condenados por terrorismo en las elecciones municipales. Es feo. Cuando menos por los siete que participaron en atentados en que asesinaron a varias personas. El resto tienen condenas menores por actos de kale borroka y cosas por el estilo. Todos han cumplido sus condenas, sin embargo, y son ciudadanos con plenos derechos civiles y políticos.
El escándalo de los diarios de la derecha nacionalista española es farisaico. Ninguno reacciona igual con la candidatura de Carlos García Juliá, que encabeza la lista de La Falange en Bilbao. García Juliá es uno de los ultras que asesinaron a cinco abogados laboralistas del sindicato CC.OO. en la calle de Atocha de Madrid en 1977. En 1980 fue sentenciado a 193 años. Cumplió 14. El director del diario Noticias de Navarra, Joseba Santamaria, recuerda que esa candidatura es tan legal como el ascenso a teniente general de la Guardia Civil de Arturo Espejo, uno de los agentes implicados en el interrogatorio y las torturas que acabaron con la muerte de Mikel Zabalza, en 1985, en el cuartel de Intxaurrondo.
EH Bildu tilda de inaceptable la lista de La Falange y cuestiona el ascenso de Espejo. Es una hipocresía análoga a la que gastan los diarios del Trío de la Bencina para cuestionar las listas abertzales un día sí y el otro también. Da la impresión que a unos y otros les importan las víctimas si pueden arrojárselas por la cabeza y perjudicar al adversario político. O mejor decir enemigo. Es cansadísimo. María José Suárez lo resume en un tuit: "Desde que no nos matan no tenemos proyecto". También el filósofo Daniel Innerarity en otro:
El sufrimiento y la humillación de las víctimas de ETA al ver en las listas electorales a condenados por terrorismo, algo legal pero no decente, debe de ser similar al que padece la familia de Mikel Zabalza ante el ascenso del general Espejo, legal pero no decente.
— Daniel Innerarity (@daniInnerarity) May 13, 2023
A este juego fatal juega La Vanguardia en la portada de este martes, cayendo en la emboscada del PP y de la derechona. Con el título ya paga: "El PSOE intenta esquivar la presión del PP por las listas de Bildu". A ver, empecemos por la fácil: ¿qué responsabilidad tiene el PSOE en las listas de EH Bildu? El PSOE, además, es poco sospechoso de connivencia con ETA. Es el partido que gobernaba —con una mayoría de 202 diputados— cuando nacieron los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). También cuando mataron a Mikel Zabalza. Es el partido de Felipe González, de quien la CIA lamenta que, entre 1983 y 1984, al optar por la represión policiaca y judicial y la guerra sucia de los GAL, "sacrificara una oportunidad de oro para sumar al Gobierno Vasco a la lucha contra ETA". Podrían amontonarse más hechos y razones sobre ese error de juicio del diario de referencia de Catalunya, pero esta columna no debe ser larga.
El resto de diarios —los que están más o menos cómodos con el actual gobierno español— no abren portada con las elecciones. El País se alarma con Turquía, con razón. Si cae el actual presidente, el islamista Reccep Tayyip Erdogan, el mensaje está claro: cualquier autoritario puede caer. El Periódico va con el desfile del Barça y los 28 profesores universitarios sancionados por abuso de poder. Ni un solo título sobre la campaña electoral. Una decisión notable. Ara entrega la primera página a la gira europea del presidente de Ucrania para pedir más armas, más munición y más apoyo. El Punt Avui lleva la enfermedad del ELA a su título principal y destaca la declaración muy contundente de un enfermo: "Tenemos derecho a la eutanasia pero no a vivir dignamente", como echándonos en cara que hemos hecho leyes para quitárnoslos de encima y ahorrarnos el trabajo del amor y de los cuidados, un poco como lo pone de relieve el comediante Marc Sarrats en sus anuncios de eutanasia. Da que pensar.
