El presidente español, Pedro Sánchez, ha indicado en una rueda de prensa en Finlandia, que piensa mantenerse muchos años al cargo, en una intervención que ha provocado una sonrisa irónica de la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, que ha acabado mirando la hora en el reloj con impaciencia. Todo ha empezado cuando un periodista finlandés ha preguntado a Sánchez por su futuro político, y el líder del PSOE ha querido estirar la cuerda hacia la otra dirección, para no dar imagen de debilidad. "Primero de todo, me veo, espero, si lo quieren los españoles, durante mucho tiempo como presidente del Gobierno. Tendremos elecciones el mes de diciembre, y este es mi futuro y compromiso con los españoles", ha indicado apostando por repetir de candidato.
Sánchez se ha reunido este viernes con la primera ministra de Finlandia y después los dos han protagonizado una rueda de prensa. El presidente español ha explicado que había "compartido" con la dirigente finlandesa los objetivos de la futura presidencia española de la UE, y ha tildado de "amigos" tanto a Sanna Marin como al país. Ha remarcado que España apoya la entrada de Finlandia y Suecia a la OTAN. "Mi país en eso os ha dado apoyo, y espero que se ratifique", ha añadido. En este sentido, ha avanzado que defenderá una "autonomía estratégica abierta", que garantice menos dependencia y aporte más seguridad.
Sánchez y Sanna Marin no han entrado a fondo en la intención que tenía el presidente español de aprovechar su presidencia europea para reformar el mercado eléctrico europeo, lo que tiene la oposición frontal de Alemania y de los países del Norte, entre ellos Finlandia. El tema se trató el lunes y martes en una reunión informal de los ministros de Energía y Transportes de la UE en Estocolmo, donde Alemania trasladó su negativa a tratar el asunto. Las posiciones quedaron divididas entre Alemania y los países del Norte, por una parte, y España con Francia, y también Italia y Portugal. Si las reformas se retrasan a después de las elecciones europeas, como quiere Alemania, eso significa que cualquier cambio no podría llegar, como poco, antes del 2025.
Uno de los puntos de enfrentamiento es que los países del Norte reclaman que se mantengan los incentivos para invertir en la transición verde, y creen que la propuesta española de intervenir los precios de la energía nuclear e hidráulica lo pone en riesgo. Y en el fondo está el convencimiento de los países del Norte que si se interviene el mercado eléctrico se provocarán distorsiones que pueden llegar a interrupciones de suministro. Esta es una de las prioridades de los países del Norte, muchos de ellos próximos o relativamente próximos a Rusia.
Con respecto a la guerra de Ucrania, Sánchez ha apostado para que lleguen más armas, y ha reclamado una adquisición conjunta. "La unidad de los aliados en torno a la OTAN y Ucrania es rotunda, y eso lo tiene que tener claro Putin", ha añadido. Ha recordado que en el Estado español hay casi 160.000 refugiados ucranianos.