El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, encargó a los Servicios de Seguridad del Estado que investigaran al excomisario Villarejo una vez fueron conocidas las grabaciones de un encuentro entre el policia, ahora en la cárcel, y Corinna zu Sayn-Wittgenstein, supuesta amante del rey Juan Carlos I, según avanza El Independiente.

Los audios, que comprometían al padre de Felipe VI y suegro de Iñaki Urdangarin -también en la cárcel actualmente-, puesto que Corinna revelava que había sido utilitzada para ocultar parte del patrimonio del patriarca de los borbones fuera de España  fueron conocidos el 11 de julio, un mes después que Pedro Sánchez llegara a la presidència del gobierno.

El informe elaborado sobre Villarejo permitió a Sánchez descubrir que el excomisario guardava mucha información que salpicaba al Partido Popular y así lo transmitió al entonces nuevo líder del PP, Pablo Casado.

Siempre según el citado medio, se da por seguro que en la elaboración del informe intervino el CNI, precisamente en un momento que su director, Félix Sanz Roldán, mantenía con el comisario Villarejo un enfrentamiento abierto.

Además, también se da por cierto que el dossier remitido al presidente del Gobierno ponía de relieve que las grabaciones que el comisario realizó durante más de 20 años comprometían de forma especial al PP y por ello Sánchez previno personalmente a Pablo Casado de que, si se seguían filtrando conversaciones, éstas podrían salpicar a su partido, como se demostró tres meses después al hacerse pública la grabación del encuentro secreto que María Dolores de Cospedal mantuvo con Villarejo en su despacho de la sede central del PP.