El presidente en funciones, Pedro Sánchez, esperará hasta finales de agosto o principios de septiembre para iniciar nuevas negociaciones con los partidos para cerrar un acuerdo que lo haga presidente, entre los cuales incluye a los partidos independentistas.
Este viernes ha acabado la ronda de reuniones con la sociedad civil y ha explicado que ahora toca "compendiar y sistematizar" las propuestas que les han hecho con el fin de presentar a los partidos una "propone abierta, común y progresista". Sánchez priorizará encontrarse con las fuerzas que son "susceptibles" de poder dar apoyo, entre las que ha enumerado PNV, PRC, "las fuerzas nacionalistas catalanas" y Podemos. No ha explicitado, sin embargo, ni la orden de encuentros ni el detalle de cuando se producirán. Sin embargo, ha afirmado que no se trata de una propuesta cerrada sino que están dispuestos a aceptar cambios, especialmente fruto de la negociación que se pueda abrir con Podemos. También ha afirmado que se quiere reunir con PP y Cs para insistir en la "responsabilidad" que tienen en facilitar el gobierno.
El tiempo para conseguir los apoyos necesarios para la investidura acaba el 23 de septiembre. Sin embargo, el líder del PSOE ha anunciado que esperará hasta finales de agosto o principios de septiembre para volver a reunirse con los partidos para presentarles un programa "abierto", que los socialistas modificarán incorporando las propuestas que les han realizado a los diferentes colectivos con quienes se han reunido los últimos días.
Catorce reuniones
En total, han sido 14 reuniones con más de 180 colectivos, a quienes Pedro Sánchez ha querido agradecer la actitud. Según ha afirmado, todos han realizado propuestas que podría impulsar un gobierno progresista y también han mostrado el "deseo" de que haya un gobierno pronto y que sea progresista. Sánchez ha afirmado que todavía podrían realizar más reuniones a finales de agosto ya que han recibido peticiones de más colectivos. Uno de los que lo pidió fue Òmnium Cultural, a través de su presidente encarcelado en Lledoners, Jordi Cuixart. La Moncloa, sin embargo, cerró la puerta a esta reunión.
Al PSOE dedicarán los próximos días a "compendiar y sistematizar" las propuestas recogidas con el fin de poner sobre la mesa a finales de agosto una "propuesta abierta" en el resto de partidos. El líder socialista cree que son "susceptibles" de poder dar apoyo el PNV, el Partido Regionalista de Cantabria (el único que ya votó que sí en la primera investidura), los partidos catalanes y, especialmente, Podemos.
Sin embargo, Sánchez no ha especificado si se reunirá en primer lugar con la formación de Pablo Iglesias, que es fundamental para poder desencallar la investidura. Lo que sí ha remarcado es que el programa no estará "cerrado" y que puede incorporar cambios que provengan de la formación morada.
"No es un programa cerrado sino susceptible de negociar con Podemos en base a políticas y propuestas, lo que necesita la ciudadanía es no hablar tanto del continente sino que del contenido", ha valorado antes de reunirse con colectivos del mundo de la cultura.
Insiste en la abstención de la derecha
Aparte de las reuniones con las fuerzas que cree que le pueden dar apoyo, Sánchez también se quiere reunir con los partidos de la derecha para pedirles "responsabilidad" y que "faciliten" la formación de gobierno en España.
Desde Cs ya han expresado que Rivera no tiene intención de asistir a la reunión (como ya hizo durante la primera ronda). "Ya es la cuarta vez que se niega a hablar con un representante legítimo de la ciudadanía y que representa la primera fuerza del país, es su manera de entender la democracia y los ciudadanos tomarán nota de su comportamiento", ha afirmado.