El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este miércoles que la remodelación de su Consejo de Ministros se producirá después de la moción de censura de Vox. Si un día antes la ministra de Indústria, Reyes Maroto, ya se había despedido de la sala de prensa del Consejo de Ministros para evidenciar que la crisis de gobierno sería inminente, el presidente socialista desvaneció las dudas sobre un fin de semana protagonizado por cambios en el ejecutivo y situó la remodelación para después de la moción de censura de Ramón Tamames.
El objetivo de esta crisis de gobierno es claro y bastante delimitado: relevar a Reyes Maroto y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, porque las dos serán las candidatas del PSOE el 28-M a las alcaldías de Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, respectivamente. Es decir, que la crisis de gobierno no se extenderá a Podemos y será, por lo tanto, bastante discreta. Ahora bien, aunque la remodelación se delimite solo en Maroto y Darias, Pedro Sánchez certificará que es el presidente del Gobierno que ha tenido más ministros que han dejado el cargo por sus candidaturas en elecciones lejanas en La Moncloa.
Además de Carolina Darias y Reyes Maroto, han abandonado el ejecutivo español por haberse presentado a elecciones Salvador Illa y Pablo Iglesias. Aunque este último caso no fue una decisión tomada por Sánchez, el exsecretario general de Podemos dimitió de sus responsabilidades como vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 para concurrir en las últimas elecciones a la Comunidad de Madrid y destronar a Isabel Díaz Ayuso, pero fracasó. La lideresa madrileña consiguió mantenerse en el cargo.
De la misma manera, Salvador Illa, que seguramente se ha convertido en el ministro de Sanidad más famoso de la democracia por haber tenido que enfrentarse a la pandemia del coronavirus, abandonó su cargo en enero del 2021 para presentarse, unos días más tarde, a las elecciones catalanas. Tuvo más fortuna que Iglesias, pero con final agridulce: a pesar de conseguir ganar las elecciones del 14-F, el independentismo volvió a arrasar en las urnas y pudo investir Pere Aragonès como president de la Generalitat.
A estos cuatro ministros de Sánchez —Darias, Maroto, Iglesias y Illa— que han dejado sus carteras para dirigirse a elecciones autonómicas o municipales hace falta sumarle el caso de Josep Borrell. En mayo del 2019, siendo todavía ministro de Exteriores, se presentó a las elecciones europeas. A pesar de ser candidato electo, renunció a su escaño europeo argumentando que la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno era "incierta". Ahora bien, abandonó el ejecutivo español en noviembre de aquel año para pasar a ser, aquel mes de diciembre, Alto Representante de la Unión Europea en el Exterior.
Rajoy, dos ministros en dos legislaturas
De los cinco ministros de Sánchez que han abandonado sus departamentos para presentarse a elecciones, cuatro son socialistas. Es, por lo tanto, el presidente español que ha enviado a más ministros a comicios con bastante diferencia, si se tiene también en cuenta el tiempo que lleva en La Moncloa. Sánchez preside a España desde hace 4 años y medio. En las dos legislaturas de Mariano Rajoy, el fenómeno solo se produjo dos veces: Alfonso Alonso abandonó el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para ser candidato a las elecciones vascas del 2016, y Miguel Arias Cañete dejó de dirigir el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en 2014 para presentarse a las elecciones europeas.
Zapatero, dos ministros en dos legislaturas
José Luis Rodríguez Zapatero, que estuvo el mismo tiempo que Rajoy en La Moncloa, solo envió a dos ministros a unas elecciones, y fueron las mismas: las catalanas. José Montilla era ministro de Industria, Turismo y Comercio antes de participar en los comicios del 2006; mientras que Celestino Corbacho había sido el máximo responsable de Trabajo e Inmigración cuando se presentó a las elecciones catalanas del 2010.
Aznar, tres ministros en ocho años
José María Aznar es el presidente que más se aproxima a Sánchez en número de ministros que ha enviado a elecciones, pero la ratio sigue siendo incomparable si se tiene en cuenta que el popular fue el inquilino de La Moncloa durante ocho años: en el 2001 envió a Jaime Mayor Oreja a las elecciones vascas, y en 2003 presentó a Josep Piqué a las elecciones catalanas y Jaume Matas a los comicios de las Islas Baleares.
González, un ministro en catorce años
Quien menos utilizó la carta de presentar ministros en elecciones fue Felipe González. A pesar de gobernar durante 14 años, el socialista solo envió a Manuel Chaves —entonces ministro de Trabajo y Seguridad Social— a participar en unas elecciones, las andaluzas de 1990. El único otro ministro que vivió un proceso similar fue Javier Solana, que abandonó el Ministerio de Asuntos Exteriores al ser proclamado secretario general de la OTAN.
Montilla, Chaves, Matas y Illa, los casos de éxito
Más allá de los casos de corrupción que rodean a Manuel Chaves y Jaume Matas, ellos son, junto con José Montilla y Salvador Illa, los cuatro casos de éxito de ministros que han ido a unas elecciones territoriales y las han ganado o bien han conseguido sumar apoyos para poder gobernar. Chaves ganó en 1990 en Andalucía por mayoría absoluta, Matas ganó también por mayoría absoluta las elecciones en las Islas Baleares de 2003, y Montilla no ganó las catalanas de 2006 —el vencedor fue Artur Mas— pero pudo revalidar el tripartito y conseguir la presidencia de la Generalitat. Salvador Illa, en cambio, ganó las elecciones catalanas de 2021, pero Pere Aragonès se mantuvo en la presidencia por la mayoría independentista del Parlament.
Reyes Maroto lo tiene más complicado que Carolina Darias para convertirse en un nuevo caso de éxito. La todavía ministra de Industria necesita que las izquierdas se impongan a las derechas en las elecciones a la alcaldía de la capital española; una lucha que ahora mismo está bastante reñida. Y una segunda condición, todavía más complicada: superar a Más Madrid dentro del bloque de la izquierda. En cambio, las encuestas indican que Carolina Darias conseguiría, incluso, mejorar los resultados del PSOE en Las Palmas de Gran Canaria, ciudad donde ya gobiernan los socialistas. Algunos pronósticos, incluso, calculan que a la actual ministra de Sanidad ni siquiera le haría falta tener que pactar con Podemos. Habrá que ver si el Ministerio de Sanidad se convierte en una premonición de buenos resultados electorales.