Había expectación hoy en el juicio de los papeles de Bárcenas para saber cómo Pedro J. Ramírez gestó aquel "Cuatro horas con Bárcenas" que el 16 de enero de 2015 el diario El Mundo publicó de la pluma de su director Pedro J. Ramírez. Allí se esgrimían los pilares básicos de la financiación ilegal del PP, a través de una caja B, con la cual se habrían pagado sobresueldos a cargos políticos, campañas electorales y las obras en la sede del partido.
El periodista ha afirmado este martes ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso que el Gobierno del PP inició una "ofensiva frenética" para que desapareciera alguna prueba al respecto.
El actual director de El Español, que ha comparecido como testigo, ha relatado a preguntas de las acusaciones populares la reunión que mantuvo con Bárcenas en 2013 cuando este se encontraba en prisión preventiva, en la cual le relató cómo era el modus operandi de la caja B. De esa reunión salió el artículo que lo hizo tambalear todo.
Aunque no se acordó la publicación del contenido de la conversación, y el periodista ni grabó ni tomó notas de lo que el extesorero del PP le iba comentando, Ramírez ha dicho que cree que Bárcenas estaba de acuerdo con todo lo que se relataba en el artículo, ya que después "le hizo llegar" el original de una de las hojas que componía el "cuaderno" donde se anotaban las entradas y salidas de dinero de la caja B.
Un documento que, según ha recordado, también publicó y entregó al juez de la Audiencia Nacional que instruía el caso, Pablo Ruz, cuando lo llamó a declarar como testigo.
Después de que el expresidente del Gobierno compareciera en el Senado por las noticias publicadas, "el Gobierno del PP inicia una ofensiva frenética para intentar que desaparezca cualquier prueba porque ya estaba en juego la credibilidad del presidente del Gobierno". Ha añadido que esta afirmación "es una apreciación personal".
Pedro J., vigilado
Pedro J. Ramírez ha asegurado que durante el mes de agosto de 2013 fue "objeto de reiterados seguimientos, vigilancias y de controles de actividad, pensando que yo me podía reunir con miembros de la familia de Bárcenas, en concreto con su esposa o su hijo".
El juzgado central de instrucción número 6 creó la denominada operación Kitchen el año 2013 con el objetivo de espiar el entorno de Bárcenas y quitarle la documentación comprometedora para el PP que el extesorero conservaba. Tal como ha recordado Ramírez, el chófer del exdirigente del PP, Sergio Ríos, fue captado como confidente policial para esta operación.
Ramírez ha admitido ante el tribunal que llegó a pensar que estaban sucediendo "fenómenos paranormales", porque los mismos periodistas del diario le comentaban que ya habían sido informados de que se había reunido con alguien y lo que le habían explicado.
"Yo lo denuncié en un programa de televisión y públicamente apelé al presidente del Gobierno para que cesara estas operaciones de seguimiento y vigilancia. Mencioné al director del CNI Félix Sanz Roldán y él me contestó literalmente: 'Nosotros no somos, nosotros no estamos haciendo eso'. Entendí que sabía o deducía que otros sí que lo estaban haciendo y, mira por dónde, años después ha aflorado la documentación que tal día había no sé cuántos agentes movilizados", ha explicado.
Las dos reuniones que destapa Pedro J.
Durante su comparecencia, Pedro J. Ramírez también ha narrado que Bárcenas le explicó el desarrollo de dos reuniones. Una de ellas en el despacho de Rajoy, en la cual también estuvieron presentes el exsecretario general Javier Arenas y la mujer del extesorero, Rosalía Iglesias, para buscar el "nuevo estatus" que tendría y buscando "protección del partido" a causa de la situación procesal en el cual se encontraba como investigado por el caso Gürtel.
De este encuentro, del cual no recuerda la fecha, ha destacado la "tensión" que hubo, ya que Bárcenas hizo referencia a la "animadversión" que había entre él y la entonces secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. La expresión literal que creo que dijo era: 'Esta tía va contra mí o, hasta que no la paréis, esta tía no me dejará en paz'".
De hecho, Ramírez ha destacado que, según le explicó Bárcenas, el extesorero mostró a Rajoy documentos que reflejaban la "compra de voluntades" en el PP de Castilla-La Mancha supuestamente por indicación de Cospedal en relación con una contrata de basura en Toledo. Este asunto fue judicializado y archivado.
El segundo encuentro que le relató Bárcenas a Ramírez fue una comida que mantuvo en Sevilla con Arenas, de acuerdo con el resultado de la comisión rogatoria remitida en Suiza sobre sus cuentas bancarias en el país helvético. El periodista ha dicho que, al igual que el exsecretario general del PP le corroboró que la primera reunión sí que tuvo lugar, le negó que en alguna ocasión se hubiera encontrado con el extesorero popular en un restaurante en la capital andaluza.