Olot tendrá un nuevo alcalde después de que Pep Berga, que ocupaba el cargo desde hacía seis años, anunció que lo dejaba y que abandona la política. Berga anunciará su renuncia como alcalde y dejará el acta de regidor en el plenario del próximo 20 de febrero. El alcalde de Junts justificó su decisión por motivos personales y porque cree que hace falta "dejar paso a nuevas maneras de hacer las cosas". Su renuncia, afirma, no afectará al acuerdo de gobierno que tienen Junts y ERC y que este se mantendrá más allá de su mandato. La identidad de quién será el nuevo alcalde de la capital de la Garrotxa todavía es una incógnita, aunque Berga aseguró que hay consenso para decidirlo, y se prevé que en los próximos días se anuncie quién tomará el relevo. Estanis Vayreda, actual primer teniente de alcalde, ocupará la alcaldía en funciones hasta que se produzca la toma de posesión del nuevo alcalde. Entre los candidatos que se cree que tienen más posibilidades de convertirse en sucesor de Berga hay Agustí Arbós, actual concejal de Hacienda y de Fiestas y coordinador comarcal de Junts en la Garrotxa, quien en caso de ser confirmado ocuparía el cargo hasta a final del mandato.

"Hasta aquí he llegado"

Berga hizo el anuncio este martes, rodeado de su equipo de gobierno; un anuncio que supone su adiós de la política activa después de 16 años dedicado a la actividad municipal, los últimos seis como alcalde. En un ejercicio de sinceridad, Berga asume que la ciudad ha cambiado y que necesita nuevos liderazgos y "nuevas maneras de hacer" para afrontar los retos del futuro. "Por lo tanto, es el momento, hasta aquí he llegado", aseguró el todavía alcalde de la ciudad, que agradeció el apoyo de todo el mundo "que me ha acompañado en este viaje". Berga recordó que después de las elecciones municipales había adelantado que este sería su último mandato, pero que después de unos meses, había decidido avanzar la decisión y hacer efectiva su renuncia. El político de Junts asegura que se marcha "cansado por años intensos, pero feliz", cerrando así una larga etapa municipalista. Berga expresó la necesidad de un cambio de modelo socioeconómico de la ciudad, con la llegada de industrias de alto valor añadido sobre las tradicionales.

Berga llegó a la alcaldía en junio del 2019 después de ocho años como concejal en la oposición, y otros ocho como mano derecha en el gobierno municipal de Mia Corominas, quien fue alcalde de Olot durante ocho años. Berga asumió algunas de las políticas y proyectos iniciados durante el anterior mandato cuando obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones del 2019. En las elecciones del 2013, sin embargo, necesitó pactar con ERC para mantener la alcaldía.

El legado que deja

Berga deja un legado en el cual ha impulsado y participado en varios proyectos importantes durante su etapa en la alcaldía de Olot. En el ámbito de las infraestructuras y equipamientos, destacan el Espai Cràter, un proyecto museístico innovador que se tiene que completar durante su mandato; la piscina municipal cubierta que se espera finalizar en el mandato actual, el CAP de Sant Miquel, un nuevo centro de atención primaria en construcción, y la variante de Olot, una infraestructura viaria largamente esperada. También proyectos de revitalización urbana, como la regeneración del Casc Antic, que incluye la rehabilitación de viviendas y la mejora del espacio público; la Illa del Carme, un plan para transformar esta zona, que incluye la creación de un centro cultural y una nueva biblioteca y la remodelación de la plaza del Carme como parte de la renovación del centro histórico. Entre los proyectos sociales y educativos que deja, destaca la Escola de Noves Oportunitats, el aumento del parque de vivienda social de alquiler o la mejora de las unidades de convivencia de las personas mayores.