Pere Aragonès, que desde que anunció que dejaría la política activa ha tenido un papel muy discreto en las últimas semanas, ha comparecido este jueves mediodía en el Palau de la Generalitat horas después de que el Congreso validara finalmente la ley de amnistía, algo que el presidente en funciones ha descrito como un hecho histórico en el "camino hacia la plena libertad": "Es una enmienda a la totalidad a una sentencia injusta contra el Govern que hizo posible el referéndum del 1-O y supone el fin de la persecución judicial", ha celebrado Aragonès, mostrando su satisfacción por haber conseguido llevar "al estado a poner fin a años de prisión, exilio, multas e inhabilitaciones que buscaban hacernos renunciar y abandonar nuestras ideas". "Pero el compromiso político con nuestro país es insobornable", ha sentenciado el presidente de la Generalitat en funciones, que esta semana hizo oficial su renuncia al acta de diputado que consiguió el 12-M.

Vigilar su aplicación

A pesar de celebrar la ley de amnistía también ha dejado muy claro que esta "no es el final de nada" y que por ella sola, la amnistía no resuelve el conflicto político que todavía hoy hay, defiende Aragonès, entre el Estado y Catalunya. "Hay que abordar el fondo del conflicto, sus raíces y responder desde la negociación, dando la última palabra a la ciudadanía de Catalunya", reclamando así un nuevo referéndum de autodeterminación, tal como ha planteado Gabriel Rufián. Aragonès se ha alineado con los representantes tanto de ERC como de Junts que este jueves estaban en el Congreso, ya sea en la tribuna o al atril. A pesar de algunas diferencias en el planteamiento, Míriam Nogueras, el mismo Rufián, Jordi Turull y Oriol Junqueras han descrito la amnistía como una victoria para el país y han mirado hacia los jueces, reclamando que ahora la apliquen. En este sentido, Aragonès ha asegurado que habrá que seguir defendiéndola delante de aquellos que quieren impedir que sea una realidad. En las puertas del Congreso, Junqueras ha asegurado que su partido ya tiene asumido que habrá que querrán poner "palos en las ruedas".

Laura Vilagrà, vicepresidenta del Govern, ha estado también presente en la tribuna del Congreso para seguir el pleno, que ha contado con momentos de tensión e insultos de diputados de Vox. De ERC también hay había, aparte de Junqueras, las expresas políticas Dolors Bassa y Carme Forcadell, Marta Vilalta, secretaria general adjunta, Josep Maria Jové, presidente del grupo parlamentario la pasada legislatura o Juli Fernández. Estos últimos forman parte del grupo negociador para la Mesa del Parlament y la investidura, mientras que la encargada de coordinar las conversaciones con el resto de partidos, Marta Rovira, lo ha seguido desde Suiza, donde vive en el exilio desde el 2018.