El presidente del Govern, Pere Aragonès, ha salido en defensa de la negociación llevada a cabo con el Estado que ha acabado con la reforma del delito de sedición anunciada el jueves pasado; el nuevo objetivo del Govern es conseguir lo mismo con el delito de malversación. En una entrevista en RAC1, Aragonès ha asegurado que ahora "toca negociar y seguir batallando, las cosas no caen del cielo y hemos luchado mucho por la sedición, ahora toca luchar por la utilización perversa de la malversación". Con estas palabras el dirigente de ERC ha querido explicar que el objetivo es reformar el delito de malversación, por el cual están imputados algunos dirigentes independentistas: "Hemos eliminado la sedición y ahora hay que reformar la malversación, aquello que no era delito el 9-N y ellos consideran que sí que lo era el 1-O, tiene que dejar de ser delito". De hecho, este mismo lunes por la mañana, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ya ha indicado que el Gobierno estaría abierto a negociar la malversación.
Aragonès ha alabado el trabajo hecho por parte de la mesa de negociación con el estado español y se ha dirigido a los que "hace dos semanas nos decían que no podríamos hacer desaparecer el delito de sedición": "Los que hasta ahora han estado en contra de la negociación quizás se tendrán que buscar otros argumentos, porque estamos avanzando", ha remachado. En la misma línea, el presidente del Govern ha querido explicar cómo se enteró de la reforma y ha recordado que el pasado mes de julio la mesa de diálogo fijó antes del 31 de diciembre los cambios legislativos para reducir la capacidad de represión del Estado y que por lo tanto confiaba en que se hiciera efectiva. Cuando menos, Aragonès ha apuntado que no fue Pedro Sánchez quien le confirmó la reforma de la sedición si no que lo hicieron los equipos negociadores, de los cuales no ha querido dar nombres.
"Tenemos que reducir el margen arbitrario de los jueces"
Uno de los debates que ha aparecido después del anuncio de Sánchez sobre la sedición, es sobre las consecuencias que puede tener el delito de desorden públicos agravados en los condenados por el procés, y sobre todo en los exiliados. Aragonès ha insistido en que este delito no es nuevo y, por lo tanto, considera que "si se hubiera querido iniciar un procedimiento de extradición mediante este delito ya se habría hecho, igual que con el caso de la malversación". "Los jueces tienen instrumentos a su alcance y ahora nos toca reducir el margen arbitrario, que es lo que se consigue con las reformas que se están pactando," ha querido añadir.
Preguntado sobre si el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, se ha puesto en contacto, Aragonès ha asegurado que no han hablado "porque él pidió que no se negociara en su nombre". El líder independentista ha explicado que con el nuevo Código Penal se reducirá el margen de persecución por la sedición y, seguramente, la malversación: "Se reduce el margen pero no al 100% porque eso sería la amnistía". Para dejar todavía más clara la satisfacción de la reforma ha subrayado: "Nadie estará peor que el que lo estaba antes".