El president de la Generalitat, Pere Aragonès, espera cerrar un pacto amplio "lo antes posible" para poder aprobar los presupuestos y que estos puedan entrar en vigor entre finales de enero y principios de febrero. Aragonès necesita cerrar un acuerdo con los grupos necesarios para aprobar los presupuestos, y se muestra optimista. "No se tiene que retrasar excesivamente mucho", afirma el president, en una entrevista concedida a la ACN en el Palau de la Generalitat, aunque avisa en PSC, Junts, Comuns y la CUP que "poner muchas líneas rojas puede imposibilitar un acuerdo". Esquerra Republicana, después de la salida de Junts del Govern, gobierna en solitario con una minoría parlamentaria de 33 diputados que lo obliga a buscar socios para poder aprobar las cuentas para el 2024 y, así, llegar al final de la legislatura en 2025.
El Gobierno tiene el trabajo hecho a la espera de acuerdos
Aragonès está satisfecho porque su gobierno "ya tiene el trabajo hecho" y que si fuera por él, las cuentas se podrían aprobar "hoy mismo" en el Consell Executiu y llevarlos después al Parlamento. Pero Aragonès quiere que se aprueben en Govern después de cerrar un pacto con los grupos necesarios. El president de la Generalitat aspira que pueda haber "un amplio acuerdo" en el Parlament, como ha sucedido durante esta legislatura, en la que "ha habido presupuestos nuevos cada año". Por eso, su intención es que "en pocas semanas hay que acelerar las conversaciones", y ha reiterado la "plena disponibilidad" del Gobierno para facilitar a los grupos parlamentarios toda la información que necesiten sobre proyectos y contenidos. Según el presidente, los partidos ya tienen en las manos la información "más importante", por lo cual, Aragonès confía en que el acuerdo no se retrase mucho: "Necesitamos que se ejecute pronto".
Para poder conseguir un acuerdo, se tendrán que buscar equilibrios y superar líneas rojas de proyectos como el Hard Rock (el PSC han dicho en reiteradas ocasiones que sin Hard Rock no habrá presupuestos), el futuro del aeropuerto del Prat o la B-40 que, según Aragonès, no definen "en ningún caso" el horizonte ni tampoco el futuro del país. El jefe del Govern ha subrayado que para cerrar un pacto hará falta que todo el mundo haga el esfuerzo de "dejar de lado" sus posiciones de partido con el fin de priorizar el interés del país.
Su futuro y el de ERC
Además de los presupuestos, su futuro político también ha sido un tema que ha tratado durante la entrevista. Preguntado por si optará a ser el cabeza de lista de ERC a las próximas elecciones en el Parlament, previstas en febrero de 2025, Pere Aragonès ha asegurado que "me siento con toda la fuerza y el coraje para continuar al servicio de la ciudadanía", pero no ha querido entrar en más detalle y ha insistido en que está "concentrado" en la gobernanza del día a día, y los retos del 2024. Cuestionado por el presidente de ERC, Oriol Junqueras, el presidente afirma que es un "activo político de primer nivel", independientemente de la participación institucional que tenga, sobre todo una vez se le aplique -cómo se prevé- la amnistía, y que el partido ya tomará las decisiones que corresponda de acuerdo con sus procedimientos internos. Sobre si Junqueras sería un buen cabeza de lista a las elecciones europeas del 2024, Aragonès ha afirmado que ERC tomará "conjuntamente" la decisión, y que el partido tiene ahora unos "excelentes eurodiputados", en referencia a Diana Riba y Jordi Solé.
También ha cerrado la puerta a un relevo al frente de la dirección de ERC, después de que el ex jefe de filas del partido en Barcelona, Ernest Maragall, recomendara "más osadía" a la formación: "Somos un partido vivo, con un debate y participación interna, y unos liderazgos consolidados". Aragonès ha reconocido que tanto Junqueras como Marta Rovira y él mismo encabezan la dirección escogida ahora hace un año en el Congreso Nacional de Lleida. Finalmente, confía en que el líder en Madrid, Gabriel Rufián, siga aportando "toda su capacidad" al Congreso durante los próximos 4 años, y que no le consta "ninguna noticia" sobre si el cabeza de lista el 23-J quiere cerrar su etapa en la capital española.