El president de la Generalitat, Pere Aragonès, mantiene la presión a Junts como estrategia clave en el debate para la aprobación de los presupuestos del próximo año. No obstante, en la entrevista que este jueves ha ofrecido a TV3 ha evitado de nuevo descartar abiertamente tanto el apoyo del PSC a las cuentas como la posibilidad de una prórroga presupuestaria.
A lo largo de una hora de entrevista con la periodista Laura Rosel en el Pati dels Tarongers del Palau de la Generalitat, Aragonès ha quitado hierro al hecho de que su ejecutivo sólo cuente con 33 de los 135 diputados del Parlament; ha argumentado que ya estaba en minoría antes de la marcha de Junts, y ha insistido en la presión a los exsocios que puso en marcha este martes después de la primera reunión del nuevo gabinete. "Se tiene que aclarar rápidamente si Junts está dispuesto a dar apoyo a su presupuesto, al que hicieron ellos, o no", ha explicado el president, que ha admitido que ya se ha puesto en contacto con los responsables de los grupos parlamentarios, incluido el socialista Salvador Illa.
PSC y prórroga
No ha querido hablar de ningún escenario más allá de una aprobación del proyecto con los grupos que hasta ahora han apoyado al ejecutivo porque "un presupuesto marca mucho la acción de Gobierno", pero tampoco ha cerrado la puerta a un acuerdo con el PSC, como sí hizo el presidente de ERC, Oriol Junqueras. Ante la insistencia de las preguntas se ha limitado a asegurar que con el PSC querría acuerdos en otras materias como en el ámbito anti-represivo.
Tampoco ha cerrado la puerta a una prórroga presupuestaria. "Mi prioridad es tener presupuestos. Pero incluso en caso de que no haya presupuestos, en una situación de prórroga presupuestaria estas medidas se podrían implementar", ha asegurado, argumentando que los fondos suplementarios que prevé las cuentas del próximo año no se perderían si el proyecto no prospera en el Parlament. De hecho, ha quitado hierro a este escenario recordando que los últimos años ha habido situaciones de prórroga presupuestaria.
Sobre la crisis de Govern, se ha sacudido responsabilidades sobre la ruptura con Junts; ha recordado que Junts per Catalunya decidió abandonar el Govern a través de una consulta, anunciada desde el mes de mayo, que no formaban parte del acuerdo de legislatura. "Yo siempre he mostrado mi voluntad que continuaran formar parte del Govern", ha asegurado.
¿Ha hecho lo posible para retener a Junts? "He hecho propuestas constantemente para que siguieran formando parte", ha afirmado. Aragonès ha insistido en que siempre mostró disponibilidad a hablar para llegar a un acuerdo pero ha reiterado que "nunca supeditará las instituciones de Catalunya y el Govern a entes externos como es el Consell per la República".
El president ha asegurado que "el hecho de que Junts haya abandonado el Govern no quiere decir que se abandone el camino a la independencia" y ha rechazado tanto las críticas de Junts sobre la falta de legitimidad de Govern, como la comparación que la consellera Laura Vilagrà hizo de esta formación con Vox. "Evidentemente que Junts no es Vox. Precisamente por eso hay determinados lenguajes como legitimidad o no, que nos los podemos ahorrar. No ayuda a que haya una oposición constructiva", ha advertido.
Aragonès ha destacado que una vez el viernes supo que Junts abandonaba el Govern, en 48 horas cerró un nuevo gabinete con quien él ha querido; ha destacado que el mismo viernes por la tarde empezó a contactar con los candidatos y el domingo al mediodía ya tenía el nuevo ejecutivo. Por lo que hace a los independientes que ha incorporado, ha destacado la experiencia y la trayectoria política y académica del nuevo conseller de Recerca i Universitats, Quim Nadal; y ha asegurado que el nuevo conseller Carles Campuzano "desde la JCN defendía la independencia antes de que lo hiciera Artur Mas". En cualquier caso, de nuevo ha evitado etiquetar como independentistas a los nuevos consellers, aunque ha subrayado que tendrán que hacer posible un referéndum acordado.